La revolución de la infraestructura social

El “boom” de la vivienda hizo que desde 2013 el Gobierno incrementara la inversión en equipamientos públicos que aportan crecimiento al sector de la construcción. Así se invirtieron $651.000 millones en 93 municipios.

Paula Delgado Gómez / @PaulaDelG
21 de septiembre de 2018 - 10:00 p. m.
Centro de desarrollo infantil en Salamanca, Pereira. / Cortesía - Findeter
Centro de desarrollo infantil en Salamanca, Pereira. / Cortesía - Findeter

En ocho años, el gobierno anterior dejó iniciadas 1,8 millones de viviendas en el país, entre urbanas y rurales; es decir, 300.000 unidades más de las prometidas inicialmente. Hoy el ritmo de construcción no es el mismo, pero la necesidad de dotar estos nuevos centros con servicios básicos, especialmente para los niños, es la actividad con mejor desempeño entre las estadísticas de edificaciones.

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Entre 2012 y 2018 se destinó más de $1 billón para construcción de equipamientos en proyectos de vivienda gratis, de los cuales la mayoría ($651.000 millones) se ejecutaron por medio de la Financiera de Desarrollo Territorial (Findeter).

Desde 2013 y por cinco años, Findeter emprendió 191 proyectos educativos (centros de desarrollo infantil y colegios), 19 bibliotecas y 66 parques, entre otros, por solicitud de los ministerios de Educación, Vivienda y Cultura y también de la Presidencia de la República y el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar.

Con un presupuesto similar al que se necesita para terminar el túnel de La Línea, Findeter gestionó los proyectos, que beneficiaron a 63.400 niños en 93 municipios de 25 departamentos. Si bien se atienden las necesidades de las grandes ciudades y las capitales, también se llega a municipios como Bagadó (Chocó), Policarpa (Nariño), Ipapure (La Guajira) y El Doncello (Caquetá), por mencionar algunos.

Findeter, que pasó de ser un banco de segundo piso a uno de desarrollo —es decir, además de financiar proyectos, interviene en su asistencia técnica—, fue el brazo técnico y mayor aliado del Estado para esta iniciativa que pasó por vivienda, servicios públicos y ahora va en proyectos educativos y de recreación.

“Esas obras empezaron a necesitar componentes adicionales. Había una necesidad de dotar a todas esas ciudadelas de centros de desarrollo infantil, colegios, sitios para recrearse y parques”, aseguró Alejandro Callejas, vicepresidente técnico de Findeter.

El Censo de Edificaciones del DANE del segundo trimestre del año da cuenta de que el área en proceso de construcción viene disminuyendo (cae 4,3 % frente al primer trimestre del año y 9,2 % respecto al mismo período en 2017), al tiempo que aumenta el área culminada (5,1 % para los meses de abril a junio).

En todos los indicadores la vivienda, categoría que por años jalonó la construcción, ahora es responsable del rezago de este por cuenta de una menor dinámica.

Por el contrario, el destino educación fue el único en reportar una variación positiva (9,7 %) dentro de todas las obras en proceso para el segundo trimestre de 2018, respecto al período anterior. También es el de mayor crecimiento si se mira por área iniciada (42,6 %), a pesar de que esta cayó 8,4 % en el total de edificaciones respecto al primer trimestre y 21,7 % si se compara con el mismo período de 2017.

Incluso la mayor variación de las licencias de construcción en julio de este año fue para destinos no habitacionales, que creció 12,7 % (donde el principal aporte lo hicieron las oficinas), cuando vivienda caía 2,4 %, según el DANE.

Sin embargo, el profesor William Alfonso Piña, del Programa de Gestión y Desarrollo Urbano de la Universidad del Rosario, aseguró que desde hace un tiempo hay un rezago en equipamientos complementarios que se ha venido resolviendo. “Eso explica el repunte en ese renglón de la construcción”.

Según Alfonso, en el país no se construyen suficientes obras de corte social, “siempre estamos en déficit”. Esa demanda también la alimentan los privados. “Hay muchos macroproyectos con grandes cantidades de vivienda que se ubicaron en lugares donde no es posible atenderlos con infraestructura básica”, recalcó.

Solo en colegios el déficit era de 50.000 aulas, según cifras del Ministerio de Educación con corte a 2017. La meta al terminar este año es construir 30.000 mediante el Plan Nacional de Infraestructura Educativa para cubrir el 60 % de esa necesidad.

Con respecto a los escenarios recreodeportivos, el Plan Nacional de Desarrollo se propuso completar unos 300 entre mejora, adecuación y construcción. La mayoría de los parques nuevos fueron gestionados por medio de Findeter, que entregó 66 terminados en 21 departamentos.

Esto sin contar las obras de iniciativa privada, pues aunque la cuenta la lleva el DANE, la información tiene reserva estadística.

El actual Gobierno tiene interés en replicar el modelo de alianzas para entregar equipamientos sociales; de hecho, ya hay acercamientos entre Findeter, las carteras de Vivienda y Cultura y la Alta Consejería de la Presidencia para la Primera Infancia. La definición de la distribución del Presupuesto General será determinante para saber si el crecimiento de la construcción de obras sociales se extenderá los próximos cuatro años.

¿Se recuperará el sector?

Un informe, la Cámara Colombiana de la Construcción (Camacol) concluye que la continuidad de la política de vivienda y la dinamización esperada en el inventario de vivienda, suponen un mejor escenario para este año, a pesar de que el sector enfrenta grandes factores de incertidumbre.

La proyección del gremio es que el Producto Interno Bruto (PIB) de edificaciones tendrá un crecimiento de 1,3 % para este año. La meta del sector es volver a desempeños similares a los registrados en 2016, cuando la construcción creció 4,1 %, muy por encima de la economía (2 %).

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Manuel Lascarro, director general de la Asociación Colombiana de Productores de Concreto (Asocreto), explicó que los volúmenes de producción de esta materia prima han venido bajando consistentemente en los últimos meses como respuesta a la tendencia de la demanda. Esto, principalmente, por la desaceleración en la construcción de vivienda. Pero los industriales también prevén una recuperación a final de este año, su proyección es que el consolidado anual esté cercano a los niveles del año pasado.

Por Paula Delgado Gómez / @PaulaDelG

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