La transformación de Colombiamoda en la cuarta revolución industrial

“Conecta saberes” es el lema con el que este año enfrentan los retos de los avances tecnológicos, las nuevas dinámicas de mercado y de la información, que, entre otras cosas, le han dado más poder y conocimiento al consumidor.

Lilian Contreras Fajardo / @ProhibidodeLili
26 de junio de 2019 - 03:00 a. m.
El sector textil confección representa el 8,2% del PIB industrial del país, el 21% del empleo industrial y el 9% de las exportaciones manufactureras. / Getty Images
El sector textil confección representa el 8,2% del PIB industrial del país, el 21% del empleo industrial y el 9% de las exportaciones manufactureras. / Getty Images

La ropa es mucho más que una tela que cubre la piel, que protege del frío o del calor. La ropa es el elemento con el que se expresa la moda, esa tendencia que durante años ha estado ligada al desarrollo y los valores de la sociedad. La falda, el vestido de baño, los tacones y la gabardina son ejemplos de cómo los procesos políticos, sociales y económicos se expresan a través de la vestimenta. La moda también es un eje fundamental en la economía y por eso este año Colombiamoda celebra sus 30 años apostándole a la cuarta revolución industrial, esa en la que la tecnología digital es fundamental y que en la industria de la moda se entiende como la sincronía entre el talento, la creatividad, el emprendimiento, la apropiación de tecnología y la cultura para que las empresas del país puedan tener un futuro competitivo y sostenible.

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Colombiamoda 2019 se inaugurará el 22 de julio, con Johanna Ortiz, quien presentará su colección Crucero 2020, llamada Caprice. Pero la feria exhibirá mucho más que tendencias ligadas a los colores, las texturas o los modelos de las prendas que se verán en las vitrinas y las calles durante los próximos meses, pues se prepara para consolidarse “como la feria de moda de tendencia y conocimiento y negocios más importante de América Latina, para preparar al sistema moda como uno de los principales motores de la cuarta revolución industrial”, según explica Carlos Eduardo Botero, presidente de Inexmoda. Esta empresa tiene el objetivo de concatenar todo lo que sucede en la industria textil, un proceso que en el país comienza a principio de año con Colombiatex de las Américas, la feria que presenta las novedades en cuanto a textiles, insumos, químicos y maquinarias, y concluye en Colombiamoda, donde se ven los productos terminados y transformados de acuerdo a la inspiración de cada diseñador y marca. También trabaja de la mano con Fashion Snoop, compañía con sede en Nueva York, que le ayuda a entender todo lo referente a las tendencias.

Los cambios que enfrenta el sector no son fáciles, y hoy se deben tener en cuenta tanto las tendencias mundiales como el gusto del consumidor y el cambio de distribución de modelos que ya no se ciñen solamente a las dos grandes temporadas, primavera-verano y otoño-invierno, algo que se ha popularizado con la presencia de marcas provenientes de Estados Unidos y Europa en países tropicales.

En este sentido, Ortiz representa a la diseñadora que también se vuelve empresaria, porque, con planeación, se enfocó en fortalecer su imagen y su marca para que fuera competitiva tanto en Colombia como en el mercado internacional.

La velocidad a la que se mueve el mundo contemporáneo permite que el consumidor esté bien informado sobre lo que está pasando, y por eso los diseñadores y las marcas se han adaptado a lo que se conoce como fast fashion, o series cortas, es decir, la distribución de prendas cada dos semanas, que, si bien pueden estar hiladas a las dos grandes colecciones del año, posibilitan que una persona encuentre nuevas propuestas en el almacén.

En esa dinámica también se mueven los accesorios y el maquillaje, por lo que “necesitamos ser muy ágiles en toda la cadena de suministros. Nada gano como confeccionista o diseñador por que me llegue información de primera mano sobre lo que está consumiendo el mercado, si no estoy preparado para abastecer la demanda, si las telas o los accesorios no me llegan a tiempo”, enfatiza Botero.

Allí es donde la cuarta revolución industrial entra a jugar un papel muy importante, pues si una empresa no proporciona lo que el consumidor quiere, éste irá a buscarlo a otro lado y esa empresa estará destinada a desaparecer. Para evitar que las marcas nacionales vivan un escenario catastrófico, Colombiamoda busca transformarse, bajo el lema “Conecta saberes”, en un espacio de intercambio de conocimiento y negocios en el que el espectador o visitante sea un factor importante, sobre todo en el Concept Market, el pabellón blanco donde las marcas podrán conectarse con su consumidor final, quien define qué consume, qué colores, estilos y talla prefiere.

Así como el usuario ha dejado de ser un individuo pasivo y en los últimos años ha ido moldeando el tipo de películas, música o información que consume, también interviene en la ropa que se produce. Ya no es el último eslabón en la cadena, y eso deben tenerlo claro los confeccionistas, quienes deben sacar adelante su propio proceso de transformación digital.

“El consumidor hoy tiene muchísima información y poder en todo el proceso de la cadena de suministro, porque desde ahí empezamos a entender qué consume esa persona y así empezamos a producir”, reflexiona Botero.

Por Lilian Contreras Fajardo / @ProhibidodeLili

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