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El gigante barco anclado en la bahía de Cartagena, con capacidad de almacenamiento de 171.000 metros cúbicos de gas natural licuado (GNL), es ajeno al debate que comienza a agitarse en la industria gasífera. En una orilla, muchas petroleras con exploraciones de gas rechazan las plantas de regasificación porque son inviables y costosas. En la otra, el Gobierno y los industriales justifican un “colchón” para los momentos de baja hidrología y posible presencia de un nuevo fenómeno de El Niño que ponga el sistema al borde de racionamientos de energía.
Un representante de una empresa petrolera, que prefirió el anonimato, hizo esta radiografía del problema: mientras a una planta de regasificación le dan cargo regulado que pagamos los colombianos, a nosotros nos obstruyen la regulación por todas partes, a pesar de los beneficios que ofrece el gas natural y que no da el importado.
Cifras de la Cámara Colombiana de Bienes y Servicios Petroleros (Campetrol) muestran que en 2016 la inversión de exploración y producción de petróleo y gas fue de US$4.600 millones. Las regalías aportadas por el sector sumaron US$256 millones el año pasado, señala el informe de la Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH). Los empleos generados por la industria superaron los 120.000, de los cuales el 70 % se encuentran en comunidades donde se desarrolla la actividad, dice Gestión Social de la Asociación Colombiana del Petróleo (ACP). La importación de gas no aporta regalías, genera menos de 100 empleos y desalienta la autosuficiencia y la inversión para la exploración y producción de nuevas reservas.Colombia tiene un potencial de reservas de gas cercanas a los 15 terapies cúbicos que daría 18 años de autoabastecimiento.
Los escenarios y actores
Estudios de la Unidad de Planeación Minero-Energética (Upme) advierten que “la prospectiva de gas natural para los próximos años indica un paulatino decrecimiento de las reservas”. Las esperanzas del país están puestas en las potenciales reservas de los yacimientos en el offshore del Caribe donde Ecopetrol y otras multinacionales petroleras trabajan activamente. Para la Upme se requiere “hacer un uso más racional de este recurso (gas) y de importarlo cuando sea necesario”.
El presidente de Naturgás, Orlando Cabrales, señaló que la relación costo/beneficio tiene que ser favorable para el país, y estar seguro para cuándo se requiere una nueva planta de regasificación; la Upme dice que es para 2023 y el Ministerio de Minas y Energía que para 2021. “Tenemos que ser cuidadosos en ese sentido. Si efectivamente los volúmenes y las proyecciones que se están haciendo dan para que se necesite para esas fechas”, dijo el dirigente gremial. La justificación de la planta de Cartagena es clara que la necesitaba el sector eléctrico, “porque la demanda térmica requería ese respaldo de gas importado. En su momento se determinó que era mejor generar con gas importado que hacerlo con diésel”, dice Cabrales.
“Para los escenarios de demanda y oferta, se requeriría en el año 2023 disponer de una nueva fuente de gas natural importado. Por razones financieras y para dar mayor confiabilidad al suministro, se considera que la nueva importación se incorpore al país desde el puerto de Buenaventura”, dice el Gobierno.
La presidenta de Acolgén (Asociación Colombiana de Generadores de Energía Eléctrica), Ángela Montoya, considera que la planta de regasificación del Pacífico es importante para los generadores del interior del país. “Si las plantas cumplen la función de suministro, estamos más seguros en confiabilidad energética”, asegura. Son plantas de respaldo que dan confiabilidad al sistema, añade.
En tres grandes centros se concentra la oferta nacional de gas natural del país: La Guajira -en proceso de declinación-, Llanos Orientales y Valle Inferior del Magdalena.
Alejandro Castañeda, presidente de Andeg (Asociación Nacional de Empresas Generadoras), señala que la planta de regasificación del Caribe se hizo para atender las térmicas (Celsia, Termobarranquilla y Termocandelaria). Como Cusiana empezará a declinar en 2025, se requiere tener una opción de importación del gas, según un estudio de la Upme, dice el presidente de Andeg.