Los retos que trae la reapertura de la frontera entre Colombia y Venezuela

Este lunes transitaron nuevamente los camiones con carga por los puentes Simón Bolívar y Francisco de Paula Santander. / Jose Vargas

Foto: Jose Vargas Esguerra

Este lunes se concretó la esperada reapertura de la frontera entre Colombia y Venezuela. Un corredor comercial que en 2008, uno de sus mejores años, llegó a mover más de US$7.000 millones y en el que se intercambiaron 3,56 millones de toneladas de carga. El lugar estuvo restringido desde 2015 y el cierre total se dio en 2019.

La reapertura se realizó con un acto simbólico y protocolario en el puente Simón Bolívar, que comunica a los dos países. Hay gran expectativa en ambas naciones, pero también retos por asumir que van desde mejoras en infraestructura hasta dudas sobre cómo se sellarán los pagos.

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Los caminos

Guillermo Toro Acuña, director encargado del Instituto Nacional de Vías (Invías), aseguró que por los puentes Simón Bolívar y Francisco de Paula Santander podrán transitar vehículos de carga de hasta 21 toneladas y, en casos especiales, camiones con carga máxima de 30 toneladas. Mientras que el puente Tienditas, que se terminó de construir en 2016 y todavía no se ha inaugurado, se someterá a adecuaciones técnicas, que según el Ministerio de Transporte durarán hasta tres meses.

Garantizar una infraestructura que permita transportar el volumen de carga en condiciones óptimas es, evidentemente, uno de los retos. De acuerdo con el Instituto Nacional de Vías (Invías) ya se realizó mantenimiento en los puentes internacionales Tienditas, Francisco de Paula Santander y Simón Bolívar, con una inversión de cerca de $1.600 millones. Para el mejoramiento y mantenimiento de estos puntos vitales, la vigencia 2023 contempla un presupuesto de $15.000 millones.

Los pagos

Una de las grandes preguntas es cómo se harán los pagos por el comercio binacional, teniendo en cuenta que Venezuela tiene un bloqueo internacional de sus movimientos financieros.

A los gremios les preocupa cómo se garantizará que no surja una acumulación de deudas como ocurrió durante la pasada ruptura de las relaciones comerciales. “Hubo empresarios que siguieron exportando tras el cierre y quedaron con deudas millonarias”, afirmó Jeffrey Fajardo, presidente ejecutivo de Porkcolombia. También tienen inquietudes sobre los pagos durante las transacciones.

Rosmery Quintero, presidenta de la Asociación Colombiana de las Micro, Pequeñas y Medianas Empresas (Acopi), explicó que “antes de la reapertura de la frontera existía una serie de modalidades que permitían sellar los intercambios. Por ejemplo, algunas empresas venezolanas abrían cuentas bancarias en Colombia, de tal forma que las transacciones se quedaban dentro del país. Incluso se abrían cuentas en pesos colombianos en Venezuela. Por esto, el 80 % del comercio en frontera se da en pesos colombianos”.

La dirigente gremial recordó que “también se realizaban transacciones en dólares por medio de otras modalidades. Los empresarios venezolanos abrían cuentas en el exterior para validar los pagos. Incluso, hay casos en los que se usan plataformas de factoring. Así como muchos intermediarios venezolanos suelen negociar todo en dólares”.

Por esto, los empresarios sugieren que los pagos se realicen en dólares o en pesos colombianos. “Se deben establecer unas reglas de juego claras para exportar, en donde los medios de pago sean claros y en los que no se tengan las dificultades del pasado en las que se alcanzaron unas carteras muy altas”, dijo Carlos Eduardo Botero, expresidente de Inexmoda.

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Los certificados

El Ministerio de Comercio, Industria y Turismo asegura que el Gobierno ha estado trabajando para cumplir con los requisitos para las exportaciones e importaciones en los dos países, como los certificados de origen y fitosanitarios.

Sin embargo, para Fajardo, de Porkcolombia, esta sigue siendo una de las preocupaciones, pues Venezuela perdió su estatus sanitario en la producción de avicultura, porcicultura y ganadería bovina, lo que podría poner en riesgo el estatus sanitario para Colombia, en el que llevan trabajando dos décadas.

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“El movimiento de animales en la frontera fue relativamente inusual porque los pasos en trocha eran complicados. Ahora, se podría desatar un fenómeno de movimiento masivo de animales y, por ende, podrían entrar animales enfermos de peste porcina clásica”, explicó Fajardo.

Así las cosas, el gremio apoyará al gobierno venezolano para que recupere su estatus sanitario y espera lograr un trabajo conjunto con el ICA para establecer un esquema de control transfronterizo y así poder aprovechar la ampliación de la producción que trae la reapertura.

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El Gobierno estima que con una apertura segura y concertada el comercio entre los dos países puede cerrar 2022 entre US$1.000 millones y US$1.200 millones. “El año entrante podríamos llegar, de acuerdo con la recuperación esperada de la economía en los dos países, a un comercio entre US$1.800 a US$2.000 millones”, puntualizó Germán Umaña, ministro de Comercio.

Lo claro es que queda un largo trayecto para normalizar las relaciones comerciales.