Argentina lista para ratificar nuevo programa con el FMI por US$45.000 millones
El préstamo servirá para reestructurar el programa stand-by recibido en 2018 durante el gobierno del liberal Mauricio Macri, cuyos vencimientos por unos US$19.000 millones este año, otros US$20.000 millones en 2023 y 4.000 millones más en 2024 Argentina no puede afrontar.
El Senado de Argentina lleva a cabo este jueves el último debate para aprobar un nuevo acuerdo con el Fondo Monetario Internacional por US$45.000 millones, con el que conjurará el fantasma del default e intentará frenar la desbocada inflación de más de 50 % anual.
Este préstamo servirá para reestructurar el programa stand-by recibido en 2018 durante el gobierno del liberal Mauricio Macri, cuyos vencimientos por unos US$19.000 millones este año, otros US$20.000 millones en 2023 y 4.000 millones más en 2024 Argentina no puede afrontar.
La plaza del Congreso estaba vallada y bajo vigilancia policial, luego de que hace una semana, cuando la Cámara de Diputados votó a favor, manifestantes apedrearon el edificio y rompieron las ventanas de varias oficinas, entre ellas las de la oficina de la vicepresidenta Cristina Kirchner.
Para entrar en vigor, el acuerdo deberá someterse también a la aprobación del directorio del FMI en Washington.
Y el tiempo apremia. Entre el 20 y el 22 de marzo Argentina debe pagar un vencimiento de capital de US$2.900 millones, un monto del que no dispone, según el Banco Central.
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“Tenemos que tomar una difícil decisión: aprobar el arribo del FMI cuando nos habíamos liberado en 2006″, dijo el senador oficialista Ricardo Guerra, en alusión a cuando el entonces presidente Néstor Kirchner canceló unos US$9.500 millones de deuda con el organismo multilateral y puso fin a sus visitas de revisión.
Guerra resaltó que el FMI “solo dejó malas experiencias” en Argentina, pero sostuvo que es necesario aprobar el préstamo para “liberar a la economía de tamaña carga, de modo de volver al crecimiento, y recrear la esperanza y la credibilidad”.
El nuevo acuerdo crediticio será el número 13 que suscribe Argentina con el FMI desde el regreso de la democracia en 1983.
Contra la inflación
Este programa de facilidades extendidas prevé 10 revisiones trimestrales y un período de gracia de cuatro años. Los pagos deberán realizarse desde 2026 hasta 2034.
A cambio, Argentina se compromete a reducir el déficit fiscal de 3 % del PIB en 2021 a 0,9 % en 2024.
El presidente de centro-izquierda Alberto Fernández agradeció a los parlamentarios que apoyan el proyecto. “Vamos a tener un horizonte más despejado. Sabremos que hay un problema que no se resolvió, pero que empieza a resolverse, que es esa deuda maldita que heredamos”, dijo, aludiendo nuevamente a que el acuerdo fue firmado por Argentina bajo el gobierno de su antecesor, en medio de una corrida cambiaria.
Para Víctor Beker, director del Centro de Estudios de la Nueva Economía de la Universidad de Belgrano, “si se aprueba el programa disminuye un poco el grado de incertidumbre. Desaparece la posibilidad del default y se fijan una metas que el gobierno tratará de cumplir. No se despejan todas las incógnitas, pero los agentes económicos saben que habrá un ente fiscalizador (el FMI)”.
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El objetivo, según el FMI, consiste en “reducir la persistente alta inflación”. Sin embargo, el portavoz Gerry Rice declaró este jueves que “esto, por supuesto, será un desafío a la luz de la evolución de la coyuntura mundial, ya que el aumento de los precios de las materias primas está afectando la inflación en todo el mundo”, en medio de la guerra en Ucrania.
Argentina registró un incremento del índice de precios al consumidor de 4,7 % en el mes de febrero sobre enero, con una suba de 7,5 % en el rubro de los alimentos, con lo que la inflación en 12 meses quedó en 52,3 %.
Cuando el directorio del FMI apruebe el acuerdo, Argentina recibirá un primer desembolso por unos US$9.800 millones, que permitirá abordar el vencimiento de la semana próxima y fortalecer las reservas internacionales.
Pero hay desconfianza en la sociedad sobre las medidas que adoptará el gobierno para cumplir con las metas del acuerdo.
“En relación a la situación económica vamos a estar peor, esa es la realidad. Estamos pagando una estafa”, dijo Mónica Sulle, del Movimiento Socialista de Trabajadores, durante una protesta contra el FMI esta semana.
El acuerdo inicial fue suscrito por US$57.000 millones, el monto más alto que haya otorgado el FMI hasta ahora. Sin embargo, Argentina solo recibió US$44.000 millones, pues el presidente Fernández renunció a los tramos pendientes cuando asumió el poder en diciembre de 2019.
El Senado de Argentina lleva a cabo este jueves el último debate para aprobar un nuevo acuerdo con el Fondo Monetario Internacional por US$45.000 millones, con el que conjurará el fantasma del default e intentará frenar la desbocada inflación de más de 50 % anual.
Este préstamo servirá para reestructurar el programa stand-by recibido en 2018 durante el gobierno del liberal Mauricio Macri, cuyos vencimientos por unos US$19.000 millones este año, otros US$20.000 millones en 2023 y 4.000 millones más en 2024 Argentina no puede afrontar.
La plaza del Congreso estaba vallada y bajo vigilancia policial, luego de que hace una semana, cuando la Cámara de Diputados votó a favor, manifestantes apedrearon el edificio y rompieron las ventanas de varias oficinas, entre ellas las de la oficina de la vicepresidenta Cristina Kirchner.
Para entrar en vigor, el acuerdo deberá someterse también a la aprobación del directorio del FMI en Washington.
Y el tiempo apremia. Entre el 20 y el 22 de marzo Argentina debe pagar un vencimiento de capital de US$2.900 millones, un monto del que no dispone, según el Banco Central.
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“Tenemos que tomar una difícil decisión: aprobar el arribo del FMI cuando nos habíamos liberado en 2006″, dijo el senador oficialista Ricardo Guerra, en alusión a cuando el entonces presidente Néstor Kirchner canceló unos US$9.500 millones de deuda con el organismo multilateral y puso fin a sus visitas de revisión.
Guerra resaltó que el FMI “solo dejó malas experiencias” en Argentina, pero sostuvo que es necesario aprobar el préstamo para “liberar a la economía de tamaña carga, de modo de volver al crecimiento, y recrear la esperanza y la credibilidad”.
El nuevo acuerdo crediticio será el número 13 que suscribe Argentina con el FMI desde el regreso de la democracia en 1983.
Contra la inflación
Este programa de facilidades extendidas prevé 10 revisiones trimestrales y un período de gracia de cuatro años. Los pagos deberán realizarse desde 2026 hasta 2034.
A cambio, Argentina se compromete a reducir el déficit fiscal de 3 % del PIB en 2021 a 0,9 % en 2024.
El presidente de centro-izquierda Alberto Fernández agradeció a los parlamentarios que apoyan el proyecto. “Vamos a tener un horizonte más despejado. Sabremos que hay un problema que no se resolvió, pero que empieza a resolverse, que es esa deuda maldita que heredamos”, dijo, aludiendo nuevamente a que el acuerdo fue firmado por Argentina bajo el gobierno de su antecesor, en medio de una corrida cambiaria.
Para Víctor Beker, director del Centro de Estudios de la Nueva Economía de la Universidad de Belgrano, “si se aprueba el programa disminuye un poco el grado de incertidumbre. Desaparece la posibilidad del default y se fijan una metas que el gobierno tratará de cumplir. No se despejan todas las incógnitas, pero los agentes económicos saben que habrá un ente fiscalizador (el FMI)”.
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El objetivo, según el FMI, consiste en “reducir la persistente alta inflación”. Sin embargo, el portavoz Gerry Rice declaró este jueves que “esto, por supuesto, será un desafío a la luz de la evolución de la coyuntura mundial, ya que el aumento de los precios de las materias primas está afectando la inflación en todo el mundo”, en medio de la guerra en Ucrania.
Argentina registró un incremento del índice de precios al consumidor de 4,7 % en el mes de febrero sobre enero, con una suba de 7,5 % en el rubro de los alimentos, con lo que la inflación en 12 meses quedó en 52,3 %.
Cuando el directorio del FMI apruebe el acuerdo, Argentina recibirá un primer desembolso por unos US$9.800 millones, que permitirá abordar el vencimiento de la semana próxima y fortalecer las reservas internacionales.
Pero hay desconfianza en la sociedad sobre las medidas que adoptará el gobierno para cumplir con las metas del acuerdo.
“En relación a la situación económica vamos a estar peor, esa es la realidad. Estamos pagando una estafa”, dijo Mónica Sulle, del Movimiento Socialista de Trabajadores, durante una protesta contra el FMI esta semana.
El acuerdo inicial fue suscrito por US$57.000 millones, el monto más alto que haya otorgado el FMI hasta ahora. Sin embargo, Argentina solo recibió US$44.000 millones, pues el presidente Fernández renunció a los tramos pendientes cuando asumió el poder en diciembre de 2019.