Mujeres, claves en las juntas directivas

Susan Ness, excomisionada federal de Comunicaciones de Estados Unidos, ejecutiva norteamericana y fundadora de la Conferencia Mundial SAIS sobre la Mujer, invitada al XIV Foro de Gobierno Corporativo organizado por la Cámara de Comercio de Bogotá, Confecámaras, la Corporación Financiera Internacional (IFC) y la Secretaría de Estado para Asuntos Económicos de la Confederación Suiza (SECO), habla de la importancia de la diversidad en la composición de las juntas directivas y el rol femenino en estos órganos de control.

¿Cuál es el rol que deben desempeñar las mujeres en las juntas directivas?

No es un rol en particular. Deben tener el mismo rol que los hombres: servir como representantes de los accionistas, servir como miembros de junta o CEO.

¿Cómo la participación de las mujeres mejora la eficiencia en las juntas directivas?

Las compañías necesitan a las personas más talentosas en su mesa, así que no tiene ningún sentido ignorar el 50 % de la población. Tener mujeres en las juntas directivas provee diversidad de entorno y de perspectiva. Hay estudios que muestran que las juntas con diversidad de género funcionan mejor que las juntas de solo hombres, tanto para asuntos financieros como en el manejo de temas gubernativos.

Los grupos heterogéneos tienen menos riesgo de comprometerse en pensamiento colectivo. La presencia de mujeres en las juntas ayuda a fortalecer la participación de mujeres en las compañías. Las mujeres controlan el 70 % de las decisiones de consumo y gasto en el mundo. Así que contar con mujeres en cargos directivos y en las juntas sirve para tener una mirada interna al mercado.

Las mujeres tienden a estar mejor preparadas y preguntan lo que no entienden, se atreven a formular las mismas preguntas que los hombres. Finalmente, investigaciones en el impacto de mujeres en las juntas en Noruega –donde se impuso la cuota legal de un 40 % en 2008–, encontraron que los hombres empezaron a llegar mejor preparados a las reuniones y a prestar más atención a los procesos después de que las mujeres se unieron a las juntas. Pero para estos cambios se requiere una masa crítica de mujeres participando, no solo dos o tres.

¿Cómo es la participación de las mujeres en las juntas en Norteamérica con respecto a los países latinoamericanos?

Las mujeres componen el 20 % de las juntas en el grupo de las 500 empresas del índice S&P 500 en Estados Unidos y de alguna manera es menos en compañías más pequeñas. Colombia resulta tener las mejores cifras de América Latina de participación femenina en las juntas directivas, pero solo el 13,4 % de miembros de grandes compañías son mujeres.

Las juntas en Colombia son por lo general más pequeñas que en EE.UU. Ninguna de las grandes compañías colombianas tiene más de un 30 % de mujeres como miembros de junta. mientras que en EE.UU. algunas grandes compañías tienen el 50 % o más de miembros femeninos. La clave, por otra parte, es si la participación de estas mujeres es completa y si sus puntos de vista son considerados al 100 %. Entiendo que las mujeres colombianas son fuertes y son tenidas en cuenta.

¿Es conveniente imponer la ley de cuotas para llegar a proporciones más equitativas de mujeres en las juntas directivas?

Las cuotas funcionan. Solo mire cómo funcionan de bien las juntas en Noruega, Francia e Italia, por nombrar algunos de los doce países que han adoptado este mandato. Sin embargo, yo no recomendaría las cuotas obligatorias para los Estados Unidos, no funcionaria en nuestra cultura corporativa. Algunos inversionistas institucionales han amenazado con votar contra las listas donde sólo hay miembros hombres si no se afronta el asunto. Esto parece que traerá atención sobre la junta. No sé si la ley de cuotas funcionaria en Colombia. Pero una amenaza seria de control de cuotas puede promover la acción frente al tema.

¿Hacen falta más mujeres en altas posiciones corporativas, así como en más juntas directivas?

El rol de las juntas es muy distinto al de los directivos. Debería haber una masa crítica de mujeres en ambas posiciones. La junta representa a los accionistas y asegura que la compañía y sus administradores están desempeñándose correctamente, que los registros financieros están en orden; que la compañía ha identificado y se ha preparado para riesgos catastróficos, estratégicos, financieros y del mercado, y que hay un buen CEO y un plan ejecutivo en acción que se sigue.

Una mayor cantidad de mujeres sirve para supervisar mejor. Hay muy pocas compañías con CEO mujeres. Curiosamente, estas tienden a tener más mujeres en las juntas. Yo fui miembro de junta de una de las compañías que están en el índice S&P 500 (Tegna, Inc.), donde el presidente de junta era una mujer; la presidente es mujer; la vicepresidenta financiera es una mujer y el 50 % de los miembros de junta eran hombres.

Susan Ness, excomisionada federal de Comunicaciones de Estados Unidos, ejecutiva norteamericana y fundadora de la Conferencia Mundial SAIS sobre la Mujer, invitada al XIV Foro de Gobierno Corporativo organizado por la Cámara de Comercio de Bogotá, Confecámaras, la Corporación Financiera Internacional (IFC) y la Secretaría de Estado para Asuntos Económicos de la Confederación Suiza (SECO), habla de la importancia de la diversidad en la composición de las juntas directivas y el rol femenino en estos órganos de control.

¿Cuál es el rol que deben desempeñar las mujeres en las juntas directivas?

No es un rol en particular. Deben tener el mismo rol que los hombres: servir como representantes de los accionistas, servir como miembros de junta o CEO.

¿Cómo la participación de las mujeres mejora la eficiencia en las juntas directivas?

Las compañías necesitan a las personas más talentosas en su mesa, así que no tiene ningún sentido ignorar el 50 % de la población. Tener mujeres en las juntas directivas provee diversidad de entorno y de perspectiva. Hay estudios que muestran que las juntas con diversidad de género funcionan mejor que las juntas de solo hombres, tanto para asuntos financieros como en el manejo de temas gubernativos.

Los grupos heterogéneos tienen menos riesgo de comprometerse en pensamiento colectivo. La presencia de mujeres en las juntas ayuda a fortalecer la participación de mujeres en las compañías. Las mujeres controlan el 70 % de las decisiones de consumo y gasto en el mundo. Así que contar con mujeres en cargos directivos y en las juntas sirve para tener una mirada interna al mercado.

Las mujeres tienden a estar mejor preparadas y preguntan lo que no entienden, se atreven a formular las mismas preguntas que los hombres. Finalmente, investigaciones en el impacto de mujeres en las juntas en Noruega –donde se impuso la cuota legal de un 40 % en 2008–, encontraron que los hombres empezaron a llegar mejor preparados a las reuniones y a prestar más atención a los procesos después de que las mujeres se unieron a las juntas. Pero para estos cambios se requiere una masa crítica de mujeres participando, no solo dos o tres.

¿Cómo es la participación de las mujeres en las juntas en Norteamérica con respecto a los países latinoamericanos?

Las mujeres componen el 20 % de las juntas en el grupo de las 500 empresas del índice S&P 500 en Estados Unidos y de alguna manera es menos en compañías más pequeñas. Colombia resulta tener las mejores cifras de América Latina de participación femenina en las juntas directivas, pero solo el 13,4 % de miembros de grandes compañías son mujeres.

Las juntas en Colombia son por lo general más pequeñas que en EE.UU. Ninguna de las grandes compañías colombianas tiene más de un 30 % de mujeres como miembros de junta. mientras que en EE.UU. algunas grandes compañías tienen el 50 % o más de miembros femeninos. La clave, por otra parte, es si la participación de estas mujeres es completa y si sus puntos de vista son considerados al 100 %. Entiendo que las mujeres colombianas son fuertes y son tenidas en cuenta.

¿Es conveniente imponer la ley de cuotas para llegar a proporciones más equitativas de mujeres en las juntas directivas?

Las cuotas funcionan. Solo mire cómo funcionan de bien las juntas en Noruega, Francia e Italia, por nombrar algunos de los doce países que han adoptado este mandato. Sin embargo, yo no recomendaría las cuotas obligatorias para los Estados Unidos, no funcionaria en nuestra cultura corporativa. Algunos inversionistas institucionales han amenazado con votar contra las listas donde sólo hay miembros hombres si no se afronta el asunto. Esto parece que traerá atención sobre la junta. No sé si la ley de cuotas funcionaria en Colombia. Pero una amenaza seria de control de cuotas puede promover la acción frente al tema.

¿Hacen falta más mujeres en altas posiciones corporativas, así como en más juntas directivas?

El rol de las juntas es muy distinto al de los directivos. Debería haber una masa crítica de mujeres en ambas posiciones. La junta representa a los accionistas y asegura que la compañía y sus administradores están desempeñándose correctamente, que los registros financieros están en orden; que la compañía ha identificado y se ha preparado para riesgos catastróficos, estratégicos, financieros y del mercado, y que hay un buen CEO y un plan ejecutivo en acción que se sigue.

Una mayor cantidad de mujeres sirve para supervisar mejor. Hay muy pocas compañías con CEO mujeres. Curiosamente, estas tienden a tener más mujeres en las juntas. Yo fui miembro de junta de una de las compañías que están en el índice S&P 500 (Tegna, Inc.), donde el presidente de junta era una mujer; la presidente es mujer; la vicepresidenta financiera es una mujer y el 50 % de los miembros de junta eran hombres.