'No hay con qué pagar': Muñoz

Sin embargo, insistió en que es necesario que se realicen las reclamaciones correspondientes ante el Tribunal de Comercio de ese país para darle curso al debido proceso.

Muñoz dejó claro que “la situación es dramática porque la sociedad de Luxemburgo, que entró en quiebra, es quien inicialmente debe responder a los inversionistas”. Se refiere a quienes hicieron operaciones para adquirir bonos o títulos de notas estructuradas de crédito por valor total de US$50 millones emitidos en Luxemburgo, los cuales la organización Interbolsa colocó totalmente en su momento.

“Subsidiariamente responderá Interbolsa S.A., previa reclamación que le formule la sociedad de allá. Pero la relación nuestra con los doloridos inversionistas que hoy están defraudados no es directa, por lo cual deben dirigirse en primer término a Luxemburgo mediante el formato de reclamación que desde hoy estará colgado en la página web de las filiales de Panamá, en la comisionista de bolsa e Interbolsa. El plazo se vence el 15 de febrero, pueden enviarlo por fax, correo ordinario o electrónico. Los inversionistas deben reclamarle a Holdco, así no parezca muy grande la expectativa de que les responda, pero ese es el procedimiento legal inicial”.

Si no se hacen las reclamaciones antes de esa fecha, los inversionistas podrían sufrir las consecuencias que la ley de Luxemburgo determine para estos casos, que no fueron detalladas por el agente liquidador. No obstante enfatizó que en este proceso se van a estrenar normas de liquidación transfronteriza. Por lo pronto, el 7 de marzo el Tribunal de ese país entregará el balance de las reclamaciones que llegaron a sus instancias.

Muñoz aseguró reiteradamente que Interbolsa S.A. “no tiene dinero con qué respaldar estas obligaciones en la cuentas que hoy conocemos del balance. Categóricamente, no está el dinero”. Asimismo explicó que la plata que recogió la Supersociedades, a precios de hoy, son unos $6.000 millones y corresponde a la venta de la participación que se tenía en Acercasa y una corredora de seguros. “Esa plata entra a formar parte de la masa de liquidación y con ella se atienden los gastos de la administración, los empleados y, en su momento, a los acreedores”.

Sin embargo, insistió en que es necesario que se realicen las reclamaciones correspondientes ante el Tribunal de Comercio de ese país para darle curso al debido proceso.

Muñoz dejó claro que “la situación es dramática porque la sociedad de Luxemburgo, que entró en quiebra, es quien inicialmente debe responder a los inversionistas”. Se refiere a quienes hicieron operaciones para adquirir bonos o títulos de notas estructuradas de crédito por valor total de US$50 millones emitidos en Luxemburgo, los cuales la organización Interbolsa colocó totalmente en su momento.

“Subsidiariamente responderá Interbolsa S.A., previa reclamación que le formule la sociedad de allá. Pero la relación nuestra con los doloridos inversionistas que hoy están defraudados no es directa, por lo cual deben dirigirse en primer término a Luxemburgo mediante el formato de reclamación que desde hoy estará colgado en la página web de las filiales de Panamá, en la comisionista de bolsa e Interbolsa. El plazo se vence el 15 de febrero, pueden enviarlo por fax, correo ordinario o electrónico. Los inversionistas deben reclamarle a Holdco, así no parezca muy grande la expectativa de que les responda, pero ese es el procedimiento legal inicial”.

Si no se hacen las reclamaciones antes de esa fecha, los inversionistas podrían sufrir las consecuencias que la ley de Luxemburgo determine para estos casos, que no fueron detalladas por el agente liquidador. No obstante enfatizó que en este proceso se van a estrenar normas de liquidación transfronteriza. Por lo pronto, el 7 de marzo el Tribunal de ese país entregará el balance de las reclamaciones que llegaron a sus instancias.

Muñoz aseguró reiteradamente que Interbolsa S.A. “no tiene dinero con qué respaldar estas obligaciones en la cuentas que hoy conocemos del balance. Categóricamente, no está el dinero”. Asimismo explicó que la plata que recogió la Supersociedades, a precios de hoy, son unos $6.000 millones y corresponde a la venta de la participación que se tenía en Acercasa y una corredora de seguros. “Esa plata entra a formar parte de la masa de liquidación y con ella se atienden los gastos de la administración, los empleados y, en su momento, a los acreedores”.