El Banco de la República (3,8%), Fedesarrollo (3,5%), el fondo de inversiones JP Morgan (3,3%), la Asociación Nacional de Instituciones Financieras (ANIF) (3,8%) y desde esta semana el Fondo Monetario Internacional (FMI) (3,5%) hacen parte del “grupo de los pesimistas”. Un título que los analistas de mercado les han dado a todas las instituciones que han manifestado públicamente que la economía colombiana crecerá menos de 4% en 2015. Contradiciendo al Gobierno colombiano, que estima que el Producto Interno Bruto (PIB) se incrementará 4,2% este año.
Más allá de una pelea matemática por saber cuál es la entidad más acertada en las proyecciones, lo que está sobre la mesa es la lucha contra la pobreza en Colombia. Un indicador sobre el que festejó el Gobierno esta semana tras el reporte del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE), que indicó que entre 2013 y 2014 la población considerada pobre en Colombia bajó de 30,6% a 28,5%.
La fiesta se podría aguar por la coyuntura actual, en la que las cotizaciones de los referentes de crudo ligero de Texas (WTI) y el del mar del norte (Brent) se encuentran alrededor de los US$50 y de los US$55, respectivamente. Hernando José Gómez, economista y exdirector del DNP, por medio de una investigación que presidió para el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) titulada “Colombia frente a una destorcida en los precios del petróleo”, estimó que la caída del precio del barril a US$60 y la reducción a cero de la inversión extranjera directa en el sector minero-energético significarían un retraso de seis años en la lucha contra la pobreza.
El informe establece que en términos de pobreza, esta aumentaría de 29% que se observa en la actualidad, hasta máximos de 34% en los siguientes dos años y retornaría lentamente a niveles de 31% en el año 2020. Además, no se puede ignorar que según el Departamento Nacional de Planeación (DNP), el 90% de la reducción de la pobreza se ha logrado por el crecimiento económico, y aunque el Banco Mundial le atribuye tres cuartas partes a ese factor, “un incremento del PIB por debajo del 4% nos empieza a afectar negativamente las cifras de pobreza. Obviamente mientras más fuerte sea el impacto (de la caída en los precios del petróleo), creceremos menos”, sentenció Gómez.
Esto sugiere que el futuro de la lucha contra de la pobreza dependerá en buena parte del comportamiento de los precios del petróleo. Lo cual tiene sentido, ya que Colombia es un país en el cual más del 50% de la inversión extranjera y de las exportaciones se explican por el petróleo, y uno en el cual cerca del 20% de los ingresos de la nación salen de esta industria. Por lo que las fluctuaciones en la cotización del crudo producirán un movimiento similar en el PIB.
A pesar de que la última semana hubo tendencia alcista para los precios del petróleo, las perspectivas que hay en torno a este sector no son las mejores. Los mismos factores que produjeron la caída de más de 50% en los precios del petróleo en el segundo semestre de 2014 aún continúan y podrían llevar la cotización aún más abajo del nivel actual.
La Agencia Internacional de Energía (AIE) advirtió que la oferta mundial está aumentando y al tiempo la producción estadounidense no da señales de desaceleración. Asimismo, agregó que pronto EE.UU. podría quedar sin capacidad de almacenamiento, lo que contribuiría a ejercer más presión a la baja sobre los precios. Una situación que podría perdurar hasta por lo menos la segunda mitad de 2015.
“La industria petrolera de Estados Unidos ha demostrado que cuenta con el músculo financiero y que es lo suficientemente resistente como para soportar los golpes de la guerra de precios que está librando contra Arabia Saudita. Los productores norteamericanos se están adaptando a las condiciones actuales porque están optando por seguir bombeando y almacenar su producción con el fin de esperar mejores precios de los referentes del crudo. Sin embargo, a este ritmo sólo podrán seguir acumulando inventarios hasta mediados de 2015”, afirmó Camilo Silva, director de Análisis Técnico de Valora Inversiones.
Juan David Ballén, analista de Casa de Bolsa, comentó que “no son buenas las señales sobre las que advierte la AIE, porque implican que la guerra de precios podría continuar, y si se combina este efecto con la incertidumbre que hay en torno al cambio de política monetaria de la Reserva Federal, es posible que el precio del petróleo retroceda hasta los US$33 en algún momento de 2015, afirmó Juan David Ballén, analista de Casa de Bolsa.