¿Por qué el bitcóin es tan tentador en Colombia?
No solo porque la divisa ha subido más en pesos colombianos que en dólares, sino también por el nuevo marco regulatorio e incluso las rentas criminales.
Camilo Vega Barbosa
Mientras las bolsas mundiales se desplomaban durante los momentos más duros de la pandemia, el bitcóin revivió y fue escalando fuertemente hasta el punto que ahora se encuentra en los precios de sus mejores años (el récord se dio en diciembre de 2017, cuando casi llega a los US$20.000). Y si bien el furor volvió en todo el mundo, Colombia tiene una serie de condiciones por las que las criptomonedas son especialmente útiles o apreciadas.
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Mientras las bolsas mundiales se desplomaban durante los momentos más duros de la pandemia, el bitcóin revivió y fue escalando fuertemente hasta el punto que ahora se encuentra en los precios de sus mejores años (el récord se dio en diciembre de 2017, cuando casi llega a los US$20.000). Y si bien el furor volvió en todo el mundo, Colombia tiene una serie de condiciones por las que las criptomonedas son especialmente útiles o apreciadas.
En primer lugar, en Colombia el bitcóin ha subido más de precio que en otros países: entre marzo y noviembre de 2020 el precio de un bitcóin pasó de US$6.000 a más de US$18.600. Y aunque en dólares todavía no ha llegado a nuevos máximos, en pesos sí ha roto récords: en moneda local la criptomoneda pasó de situarse debajo de los $30 millones a superar los $68 millones en tan solo nueve meses (el récord anterior era de $58 millones, también en diciembre de 2017).
El hito en Colombia se debe a la fuerte devaluación que provocó la pandemia, que ha llevado al dólar a marcar máximos históricos: como los $4.180 a los que llegó en marzo pasado. Por esto, “en los últimos meses el bitcóin se ha tornado una alternativa para proteger los ahorros y el patrimonio de los colombianos. Pues está denominado en dólares y además se ha valorizado por dinámicas y anuncios de mercado”, explica Carlos Mesa, cofundador de la fundación Bitcoin Colombia.
Y no es sólo un efecto del bitcóin, las demás monedas digitales como Ethereum también ha registrado fuertes valorizaciones este año, pasando de US$134 a US$500 entre marzo y noviembre de 2020. Las criptomonedas están teniendo una función similar al oro (que también registró máximos este año), pues sirven como activos refugios en periodos de gran incertidumbre para la economía global y ante riesgos de pérdida de poder adquisitivo.
Además, el comercio de criptomonedas ya lleva varios años en Colombia, por lo que el mercado local reacciona rápidamente a los cambios en la cotización. Se puede comprar y vender estos activos por medio de localbitcoin.com, un marketplace en el que se encuentran tanto compradores como vendedores de bitcoines. Es un sistema muy simple, pues una billetera de criptomonedas (ya hay apps que se pueden descargar fácilmente al celular) y una transferencia a una cuenta bancaria permiten sellar la operación. Pero también desde el país se puede acceder a las bolsas mundiales de criptomonedas, como Panda y Binance.
Aunque el repunte de las criptomonedas es llamativo, se debe tener en cuenta que este activo es muy volátil: caídas como las de 2018 dificultan confiar en él, por lo que sigue siendo una inversión de alto riesgo. No obstante, para algunos expertos este año se han dado anuncios que podrían marcar la diferencia frente a otros auges.
“A nivel mundial estamos viendo empresas e inversionistas muy grandes que están entrando con fuerza al negocio de las criptomonedas. Lo que le da mucha legitimidad a todo el sistema (que siempre es una de sus principales debilidades). De hecho, ya hay bancos centrales, como el de China, que están estudiando la forma de explotar los beneficios de esta tecnología al crear sus propias monedas (tokens)”, indicó Mesa.
En efecto, en los últimos meses se han dado grandes anuncios que han impactado positivamente la cotización de bitcóin. Por ejemplo, la plataforma de pagos Paypal anunció que integrará las criptomonedas a su plataforma. Además, Square, otro gigante de los pagos, a comienzos de octubre indicó que invertirá US$50 millones en bitcóin.
En Colombia también se han dado recientemente pasos que podrían aumentar la credibilidad en torno a las criptomonedas. El más grande es la Arenera (Sandbox), un marco regulatorio temporal que creó la Superintendencia Financiera para que las empresas (fintech) puedan probar las nuevas tecnologías aplicadas a servicios y necesidades financieras.
Erick Rincón Cárdenas, presidente de Colombia Fintech, explica que “hoy ya existe un piloto controlado para manejar operaciones de depósito y retiro en materia de criptoactivos entre entidades financieras y plataformas de intercambio, el cual cierra inscripciones el siguiente 31 de diciembre. Parece muy importante desarrollarlo, pues en efecto Colombia es uno de los países donde más se invierte en este tipo de activos digitales con un propósito especulativo. Entonces el Sandbox de la Superintendencia Financiera, y el piloto controlado que se está desarrollando, resultan muy relevantes para darles reglas de juego claras a una industria que viene en crecimiento”.
A pesar del espaldarazo que ha recibido este año el bitcóin, todavía permanecen los riesgos sobre los usos oscuros de ese activo: dado que es una tecnología descentralizada y cifrada, es muy difícil saber quién está detrás de las transacciones, lo que las hace ideales para las rentas criminales, un factor que no pasa desapercibida en un país como Colombia.
Ariel Ávila, investigador de la Fundación Paz y Reconciliación, explica que “los grupos criminales incrementaron mucho la inversión en bitcoines este año, porque hay mucha plata ilegal, pero también por el tema de seguridad en general. Entonces, hay una tendencia de que las rentas criminales usen cada vez más estos mecanismos. El problema es que nadie sabe cómo hacerle seguimiento a esto: si bien las autoridades han tomado experiencia sobre estas tácticas, todavía no creo que sea suficiente. Entonces es un hueco negro que están aprovechando las bandas criminales”.
De esta manera, por el alza del dólar, el nuevo marco regulatorio y las rentas criminales que sobran en Colombia, las criptomonedas encuentran un ecosistema particularmente favorable para crecer en el país. Un fenómeno que se acelera con cada récord que marca el precio del bitcóin.