El Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane) reveló el viernes pasado que la tasa de desempleo de enero de 2019 fue de 12,8 %. Se trata del reporte de desocupación más alto para este mes (enero) desde el 2011, por lo que es inevitable preguntarse si está pasando algo en la economía colombiana que explique estos indicadores laborales. (Lee Desempleo aumentó en enero de 2019: la tasa se ubicó en 12,8%)
Para el investigador del Observatorio Laboral de la Universidad del Rosario Iván Daniel Jaramillo “la cifra tan alta no se vincula al teórico crecimiento económico, lo que demuestra la necesidad de ajustar el esquema de intervención para conectar la oferta y demanda laboral en cabeza de programas como el del Servicio Público de Empleo. También es necesario profundizar la presencia institucional en inspección vigilancia y control para corregir la informalidad laboral que se encuentra en el 75% según el ministerio del trabajo”.
Asimismo, Jaramillo alerta que “se mantiene la brecha por género ocupacional. El desempleo de los hombres se ubica en 9,8%, en contraste con el de las mujeres que alcanza un 16,9%”.
Sin embargo, el economista de la Universidad de los Andes Marc Hofstetter escribió en su cuenta de Twitter que el incremento podría deberse a un comportamiento natural del desempleo para este mes del año, y a una falla en los reportes del Dane.
Hofstetter indica que “el desempleo es estacional. Enero es sistemáticamente el mes de más alto desempleo, diciembre uno de los más bajos”. Y agrega que “el Dane está en mora, como lo hace la mayoría de países, de publicar series que corrijan por esos efectos estacionales. Eso facilitaría el debate público y permitiría entender mejor cuándo la cifra va para arriba o abajo por razones diferentes a las estacionales”.
Para el profesor de economía de la Universidad Nacional Diego Guevara lo interesante de esto "es que la tendencia de ese promedio (12 meses del desempleo) va al alza y puede ser más allá de lo estacional”. De hecho, Hostetter también alerta sobre este comportamiento de los últimos cuatro años.
Guevara también indica que “si bien enero suele tener mayores tasas de desempleo que otros meses, por cuenta de los empleos que se pierden de la temporada diciembre (un efecto estacional natural), de todas formas se ve un incremento en las tasas de desocupación en Colombia: tal como dice el director del Dane, creo que ya se están empezando a sentir los efectos de la migración venezolana. Y aunque el crecimiento del PIB en 2018 fue alto, estos indicadores de mercado laboral muestran que el desempeño de los sectores intensivos en mano de obra no son los que están jalonando la economía”.
Algunos centros de estudio como Fedesarrollo también han indicado que la migración venezolana está impactando el empleo en Colombia. Por esto, le recomiendan al Gobierno implementar planes de choque de trabajo, sobre todo en la frontera.
No obstante, el director de Fedesarrollo, Luis Fernando Mejía, le explicó a El Espectador en una entrevista del pasado 16 de febrero que la llegada de venezolanos puede impactar positivamente a Colombia en el futuro: “La migración no solo ha generado costos naturales asociados al cubrimiento de la educación y la salud de los migrantes que han llegado (cerca de un millón de personas), sino que también esa migración va a tener un dividendo importante, en el largo plazo, en términos de productividad laboral. Es migración joven en el contexto de una coyuntura que nos muestra que la economía colombiana se ha venido envejeciendo. En el mediano plazo va a tener un impacto positivo en el mercado laboral”.
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De esta manera, el incremento del desempleo en enero se debe a una combinación de factores como la falta de conexión entre la oferta y la demanda laboral, a una tendencia alcista que viene desde hace cuatro años, a crecimientos moderados en los sectores intensivos en empleo, y al fenómeno migratorio de Venezuela. Pero, si bien hay un incremento en las tasas de desocupación, todavía no hay señales de una crisis laboral en Colombia.