Productos de bioseguridad, un mercado prometedor para el sector textil
Después de casi un año del comienzo de la pandemia, este segmento se convirtió para varios empresarios en una tabla de salvación en el peor momento de 2020 y en vehículo de negocios de cara al futuro para algunos.
Lucety Carreño Rojas
Empresas nacionales como Lafayette y Comertex e internacionales como Dalila Textil participaron en Colombiatex 2020 para mostrar sus innovaciones y apuestas en sostenibilidad, un tema de gran relevancia para la industria textil y de la moda. Lafayette, que tiene más de 70 años, les contó a los asistentes sobre sus bases textiles 100 % recicladas para disminuir el consumo de energía y la huella de CO2 que generan.
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Empresas nacionales como Lafayette y Comertex e internacionales como Dalila Textil participaron en Colombiatex 2020 para mostrar sus innovaciones y apuestas en sostenibilidad, un tema de gran relevancia para la industria textil y de la moda. Lafayette, que tiene más de 70 años, les contó a los asistentes sobre sus bases textiles 100 % recicladas para disminuir el consumo de energía y la huella de CO2 que generan.
O Dalila Textil, empresa brasileña que trabaja en la fabricación de telas para el mercado masculino, presentó en el evento dos líneas textiles ecológicas: una con fibra de cáñamo y otra con café, creada a partir de los residuos del grano. El 2020 pintaba bien para estas empresas, hasta que llegó la pandemia y con ella los cierres, las cuarentenas y la vida detenida.
Maria Belen O’Brien, encargada de las exportaciones de Dalila, cuenta que 2020 fue un año duro, “con enormes desafíos e incertidumbre. Creemos que esto último fue el mayor reto que debimos enfrentar: el hecho de no saber qué podría pasar. Nos tocó una cuarentena que llevó a cerrar la fábrica un tiempo, y luego conseguimos abrir nuevamente adaptándonos y respetando los protocolos que conseguimos definir”. Sin embargo, lograron cerrar el año mejor de lo que esperaban.
Comertex, empresa comercializadora de textiles creada en 1967, también tuvo un 2020 complicado, pero gracias a su distribución de telas para el sector salud se lograron mantener. En esa misma línea se encuentra Lafayette, que define el año pasado como un tiempo de “aprendizajes”.
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La compañía Encajes S. A. no cerró con las metas que se habían planteado en 2019, pero sí mejor de lo esperado. “El mayor reto fue vivir la pandemia a destiempo. Al ser una empresa mayormente exportadora, el cierre de los clientes y la cancelación de órdenes las empezamos a vivir desde enero. Mientras que en Colombia estábamos en cierre total, estos mismos clientes estaban empezando la reactivación”, dice Viviana Páez, gerente comercial de la compañía.
A pesar de los cierres y la incertidumbre, el virus también les abrió la oportunidad de entrar a un mercado desconocido: las telas y prendas de bioseguridad. En un principio hicieron prendas para el personal médico, luego el sector descubrió que los consumidores también necesitarían ese tipo de elementos.
Así las cosas, Lafayette, Comertex, Encajes y Dalila Textil le apostaron a participar en la edición virtual de Colombiatex y al mercado de la bioseguridad, con tejidos con tecnología antiviral que mitigan el contagio de COVID-19, insumos y equipos para la desinfección, tapabocas reutilizables, entre otros.
Además, fue un mercado que se abrió paso a escala internacional. De acuerdo con cifras de Procolombia, entre enero y noviembre de 2020 Colombia exportó US$43,3 millones en mascarillas de protección.
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“Los elementos de bioseguridad marcaron la pauta. El sector vio una oportunidad para suplir la demanda nacional e internacional. Estimamos un aumento del 8 % para 2021 en esta línea de negocio”, asegura Camilo Rodríguez, presidente de la Cámara Colombiana de la Confección y Afines.
Jorge Alberto Armel, gerente general de Comertex, comenta que el mercado de bioseguridad les dio la mano todo el año. Aunque bajaron las ventas en un 85 %, lograron sostener la compañía “sin que sufriera mayores problemas económicos”. Por su parte, Lafayette, que lleva años produciendo textiles con componentes tecnológicos, “cuenta con una amplia gama de tecnologías como antiviral, antimicrobial, antibacterial, antifluido y cloro-resistencia, que revisten bioseguridad a los usuarios que portan prendas confeccionadas con estos textiles, como Universal V-Safe, lanzada en el segundo semestre de 2020. Es el primer textil fabricado en Colombia con la tecnología HeiQ V-Block. Las pruebas fueron llevadas a cabo en el instituto MIS, con sede principal en Suiza”, dice Naydú Serrato, directora de comunicaciones corporativas.
Los resultados demostraron que la efectividad del componente HeiQ V-Block, “inhiben en 99,9 % los virus de tipo envoltura, como los SARS-cov2 -incluido el COVID19-, que entran en contacto con la tela”, agrega.
En cuanto a Encajes, la empresa pudo reactivarse gracias al proyecto de telas y tapabocas con antifluido. “Nos dio la oportunidad de reactivar nuestra planta de producción y de conocer un mercado desconocido para nosotros, lo que fue muy positivo en términos de investigación de mercados y fortalecimiento de nuestro equipo comercial”, señala Páez.
Por su parte, la empresa brasileña Dalila aprovechó que contaban con tejidos con aplicaciones tecnológicas, como protección UV, contra insectos y antimicrobiano, para buscar socios que pudieran ayudarles en el desarrollo de un tejido de protección. “A finales de abril conseguimos el producto: un acabado que, aplicado a los tejidos, inhibe la replicación del virus, a partir de nanopartículas de plata”.
En mayo comenzaron las ventas del producto y entraron al mercado de ropa para trabajadores de la salud, ropa para el hogar, fitness, entre otros.
Las empresas tienen esperanzas de reactivación para este año y seguirán en el mercado de las prendas de protección. Además, esperan que la llegada de las vacunas, además de ayudar en la mitigación del virus, impulse la economía en general y las ventas del sector en particular. También fortalecerán sus líneas sostenibles en lo social, económico y ambiental.
“Vemos un año que seguirá enredado. Hasta que no tengamos vacunación y normalidad vamos a tener mercados lentos y a la gente no tan optimista. Esperamos el segundo semestre de mucha reactivación y tranquilidad. Vemos un 2021 parecido al de 2019 en lo comercial”, dice Jorge Alberto Armel.
Las compañías coinciden en que aunque la migración a las plataformas virtuales fue uno de los retos más difíciles de la pandemia, también les permitió dinamizar la economía y llegar a más consumidores.
“La bioseguridad fue un salvavidas que ganó relevancia y oportunidad comercial, pues terminó siendo una parte importante y relevante dentro el portafolio. Definitivamente, será un mercado que se mantendrá en el tiempo”, puntualiza Leonor Hoyos, directora de plataformas de conexión de Inexmoda.
¿Y el futuro?
Camilo Herrera, fundador de Raddar, firma especializada en medir el consumo en Colombia, dictó una conferencia en Colombiatex digital sobre el futuro de la moda, en la que mencionó que en 2019 el gasto en moda representó el 2,99 % de la canasta, pero que en 2020 durante el aislamiento estricto el gasto cayó al -5,57 %.
Las expectativas para 2021 apuntan a un gasto de la canasta en moda del 3,70 %, sin embargo, aclaró que este año no será fácil para la industria y que tan solo hasta 2022 se lograrán las cifras de 2019. También mostró que categorías como telas, ropa interior y pijama aumentaron sus ventas. Por eso invitó a las empresas a que entiendan al consumidor y sus nuevos modelos de consumo, que cambiaron por la pandemia y los aislamientos que los obligó a permanecer en casa.