Recursos para incentivar a los atletas paralímpicos

Carlos Daniel Serrano tiene 19 años, mide un metro con 45 cm y en abril de 2016 fue elegido como el mejor deportista paralímpico del mundo. Meses después, en los juegos de Río, obtuvo una medalla de oro, una de plata y una de bronce y logró tres cuartos puestos en otras competencias, convirtiéndose en el primer atleta colombiano en ganar tres preseas en unas mismas justas.

Diagnosticado con acondroplasia, un trastorno que ocasiona el tipo más común de enanismo, Serrano es un ejemplo y un referente para miles de jóvenes con discapacidad que ven en el deporte una oportunidad para desarrollarse plenamente.

Su actuación y la de los otros 39 deportistas que integraron la delegación nacional en los pasados Juegos Paralímpicos de Río y ganaron 17 medallas y 38 diplomas, sirvió para que el Gobierno, las empresas privadas y la sociedad civil fijaran la mirada en una población históricamente excluida.

Al regresar al país, Julio César Ávila, presidente del Comité Paralímpico Colombiano, aseguró que había muchos atletas en formación que necesitaban un apoyo más decidido de todos los sectores de la sociedad. “Lo mejor está por venir, hay que seguir construyendo el ambiente ideal para que los sueños de estos jóvenes no se vean truncados”, aseguró.

En medio de este escenario, la Agencia Presidencial de Cooperación Internacional de Colombia (APC-Colombia), el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Coldeportes, el Comité Paralímpico Internacional y la Fundación Agitos acaban de lanzar una iniciativa llamada “En sus marcas, listos... inclusión”, que tiene como propósito ayudar a construir una sociedad más inclusiva para los deportistas con discapacidad.

De acuerdo con representantes del BID, el proyecto busca fortalecer las estructuras paralímpicas nacionales en cinco países de América Latina y facilitar el acceso de miles de jóvenes a las prácticas deportivas. “Colombia liderará el trabajo y los demás países participantes serán El Salvador, Ecuador, Nicaragua y Perú; Brasil será país mentor y proporcionará asistencia a la región”.

El costo total del proyecto es de US$680.000, de los cuales el Banco aportará US$650.000 y ayudará a fortalecer las capacidades de atletas paralímpicos de comunidades vulnerables. Según un comunicado conjunto entre las distintas organizaciones que harán parte del proyecto, las zonas donde se invertirá el dinero se seleccionarán en función de su escaso desarrollo paralímpico, de los altos índices de pobreza y exclusión social y de su relación con la violencia.

Para Clara Luz Roldán, directora ejecutiva de Coldeportes, lo mejor del proyecto es que será una oportunidad ideal para detectar talentos que han estado ocultos por la guerra y el abandono. “El país inicia un proceso de posconflicto, además de atender poblaciones como las de Buenaventura (Valle del Cauca) o Mocoa (Putumayo), vamos a llegar a las zonas de transición de la guerrilla, allá encontraremos jóvenes víctimas de minas antipersonal dispuestos a rehacer su vida civil a través del deporte”.

Además, el proyecto pretende capacitar entrenadores y técnicos del sector, líderes regionales del movimiento, administradores locales de deporte paralímpico y una serie de atletas líderes/embajadores en cada país. No obstante, la iniciativa cobra mayor relevancia si se tiene en cuenta que, según las cifras de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), en la región hay más 70 millones de personas con alguna discapacidad. Incluso, se estima que el 6,3 % de la población colombiana vive en esta situación.

Si este proyecto funciona, el Estado, que invirtió cerca de $13.000 millones en la preparación de los atletas paralímpicos durante los cuatro años previos a Río 2016, tendrá un socio ideal para reducir el estigma que produce la condición de discapacidad en el país, promover el interés de los patrocinadores y lograr que casos como el de Carlos Daniel Serrano se multipliquen.

Carlos Daniel Serrano tiene 19 años, mide un metro con 45 cm y en abril de 2016 fue elegido como el mejor deportista paralímpico del mundo. Meses después, en los juegos de Río, obtuvo una medalla de oro, una de plata y una de bronce y logró tres cuartos puestos en otras competencias, convirtiéndose en el primer atleta colombiano en ganar tres preseas en unas mismas justas.

Diagnosticado con acondroplasia, un trastorno que ocasiona el tipo más común de enanismo, Serrano es un ejemplo y un referente para miles de jóvenes con discapacidad que ven en el deporte una oportunidad para desarrollarse plenamente.

Su actuación y la de los otros 39 deportistas que integraron la delegación nacional en los pasados Juegos Paralímpicos de Río y ganaron 17 medallas y 38 diplomas, sirvió para que el Gobierno, las empresas privadas y la sociedad civil fijaran la mirada en una población históricamente excluida.

Al regresar al país, Julio César Ávila, presidente del Comité Paralímpico Colombiano, aseguró que había muchos atletas en formación que necesitaban un apoyo más decidido de todos los sectores de la sociedad. “Lo mejor está por venir, hay que seguir construyendo el ambiente ideal para que los sueños de estos jóvenes no se vean truncados”, aseguró.

En medio de este escenario, la Agencia Presidencial de Cooperación Internacional de Colombia (APC-Colombia), el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Coldeportes, el Comité Paralímpico Internacional y la Fundación Agitos acaban de lanzar una iniciativa llamada “En sus marcas, listos... inclusión”, que tiene como propósito ayudar a construir una sociedad más inclusiva para los deportistas con discapacidad.

De acuerdo con representantes del BID, el proyecto busca fortalecer las estructuras paralímpicas nacionales en cinco países de América Latina y facilitar el acceso de miles de jóvenes a las prácticas deportivas. “Colombia liderará el trabajo y los demás países participantes serán El Salvador, Ecuador, Nicaragua y Perú; Brasil será país mentor y proporcionará asistencia a la región”.

El costo total del proyecto es de US$680.000, de los cuales el Banco aportará US$650.000 y ayudará a fortalecer las capacidades de atletas paralímpicos de comunidades vulnerables. Según un comunicado conjunto entre las distintas organizaciones que harán parte del proyecto, las zonas donde se invertirá el dinero se seleccionarán en función de su escaso desarrollo paralímpico, de los altos índices de pobreza y exclusión social y de su relación con la violencia.

Para Clara Luz Roldán, directora ejecutiva de Coldeportes, lo mejor del proyecto es que será una oportunidad ideal para detectar talentos que han estado ocultos por la guerra y el abandono. “El país inicia un proceso de posconflicto, además de atender poblaciones como las de Buenaventura (Valle del Cauca) o Mocoa (Putumayo), vamos a llegar a las zonas de transición de la guerrilla, allá encontraremos jóvenes víctimas de minas antipersonal dispuestos a rehacer su vida civil a través del deporte”.

Además, el proyecto pretende capacitar entrenadores y técnicos del sector, líderes regionales del movimiento, administradores locales de deporte paralímpico y una serie de atletas líderes/embajadores en cada país. No obstante, la iniciativa cobra mayor relevancia si se tiene en cuenta que, según las cifras de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), en la región hay más 70 millones de personas con alguna discapacidad. Incluso, se estima que el 6,3 % de la población colombiana vive en esta situación.

Si este proyecto funciona, el Estado, que invirtió cerca de $13.000 millones en la preparación de los atletas paralímpicos durante los cuatro años previos a Río 2016, tendrá un socio ideal para reducir el estigma que produce la condición de discapacidad en el país, promover el interés de los patrocinadores y lograr que casos como el de Carlos Daniel Serrano se multipliquen.