Se aplaza la batalla por los automóviles entre EE. UU. y el resto del mundo

El presidente Donald Trump anunció este viernes que postergará por seis meses su decisión sobre los aranceles para los automóviles importados. Compañías como Toyota aseguran que las cuotas afectarían a los consumidores.

Ariela Navarro / AFP
18 de mayo de 2019 - 05:43 p. m.
Donald Trump, presidente de los Estados Unidos.  / AFP.
Donald Trump, presidente de los Estados Unidos. / AFP.

El presidente estadounidense, Donald Trump, anunció el viernes que aplazará por seis meses su decisión sobre los aranceles para los automóviles importados que puede afectar a importantes socios como Canadá, México, la Unión Europea (UE) y Japón.

"El proceso de negociación va a ser comandado por el representante comercial de Estados Unidos, Robert Lighthizer, y si no se alcanza un acuerdo en 180 días, el presidente va a determinar si es necesario tomar acciones adicionales", dijo la Casa Blanca en un comunicado.

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La Unión Europea respondió de inmediato que quiere alcanzar con Washington un acuerdo que incluya a los autos y Alemania, uno de los países más afectados por los planes de Trump, expresó su alivio.

Estados Unidos dio "señal importante para la economía alemana y europea", afirmó el ministro alemán de Economía Peter Altmaier en un comunicado.

"Estamos dispuestos como Unión Europea a negociar un acuerdo aduanero" que "bajaría a cero los aranceles de los vehículos de los dos lados del Atlántico", agregó.

Trump tenía hasta el sábado para anunciar si decidía avanzar con su amenaza de fijar cargas arancelarias de 25 % a los autos importados, lo cual sumaría más tensión al comercio mundial ya perturbado por sus prácticas proteccionistas.

Establecer nuevos aranceles - y dejar la amenaza latente - podría perjudicar los ya deteriorados vínculos comerciales de Washington con sus más importantes socios, ya lastrados por la decisión del año pasado de imponer aranceles para el acero y el aluminio.

Para el presidente estadounidense, el tema del déficit comercial plantea en forma paralela un problema de seguridad nacional.

"La superioridad militar y en materia de defensa de Estados Unidos depende de la competitividad de su industria automotriz y de la investigación y desarrollo que esta industria genera", dijo el ejecutivo en el comunicado.

Pero Bruselas considera inadmisible ese argumento. "Rechazamos completamente la idea de que nuestras exportaciones son una amenaza para la seguridad nacional de Estados Unidos", dijo la comisaria comercial europea Cecilia Malmström tras el anuncio de la Casa Blanca.

La decisión de Trump amenazaba romper una tregua declarada el año pasado con la Comisión Europea en la que ambos lados acordaron suspender las hostilidades mientras se mantuvieran los esfuerzos para resolver las disputas comerciales.

"Vitales para la seguridad nacional"

En su anuncio de este viernes, Trump dijo el sector automotor estadounidense enfrenta un declive debido a la competencia desleal del extranjero.

Un informe del secretario de Comercio Wilbur Ross concluyó que la menguante cuota que Estados Unidos tiene en el mercado automotor mundial amenaza la investigación, el desarrollo y la manufactura, que son "vitales para la seguridad nacional".

Trump afirmó, citando las conclusiones de Ross, que se doblaron las importaciones en los últimos 34 años y acusó a Europa y a Japón de haber erigido barreras contra las exportaciones. Al mismo tiempo, la cuota de mercado de los fabricantes estadounidenses en su propio país cayó a 22 % desde un 67 %, dijo.

"En vista de todos estos factores, las condiciones domésticas para la competencia deben ser mejoradas para reducir las importaciones", dijo Trump.

El jefe de la federación industrial alemana Dieter Kempf, rebatió la idea de que los coches sean "una amenaza" para la seguridad nacional de Estados Unidos y pidió que se publique el informe de Ross.

"La incertidumbre creada por el informe es peligrosa para los negocios y para la cadena de valor transatlántica", dijo.

En tanto la automotriz japonesa Toyota, que tiene fábricas y un centro de investigación en Estados Unidos, estimó en un comunicado que con su postura Washington había enviado "un mensaje" implicando que las inversiones extranjeras "no son bienvenidas".

"Nuestras actividades y nuestros empleados (...) no son una amenaza para la seguridad nacional" y "limitar las importaciones de vehículos y piezas es contraproducente" para el empleo y para la economía, agregó el grupo. "Si se imponen cuotas, los mayores perdedores serán los consumidores", concluyó Toyota.

Por Ariela Navarro / AFP

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