Subsidios, una vena rota que se busca suturar

Estas asistencias se focalizan a través del estrato y este sistema no es un buen mecanismo para orientar el gasto, dice el director de Planeación Nacional.

Jorge Sáenz v.
03 de abril de 2018 - 02:00 a. m.
/ Getty Images
/ Getty Images

La marcada desigualdad, que pone al país entre los peores de la región en este tema, podría mejorarse con una focalización más exacta de los subsidios, los que se han convertido en una de las venas rotas para las finanzas del país.

Varias de estas subvenciones sociales deben dirigirse a fortalecer el componente rural donde se encuentra la más alta brecha de pobreza. En el Congreso cursa un proyecto de ley que busca corregir muchas de estas inequidades, que le cuestan al país cerca de $72 billones, considerando los productivos, dirigidos sobre todo al agro, que en 2014 sumaban $1,2 billones.

Lea también: ¿Cuáles son los subsidios de vivienda a los que puedo aplicar?

Cifras del Departamento Nacional de Planeación (DNP) indican que el gasto anual en subsidios sociales es cercano al 9 % del PIB ($72 billones). Esa cantidad equivale al 43 % del Presupuesto General de la Nación de la actual vigencia.

Es decir, que en promedio, el 80 % de los recursos para subsidios sociales, que suman $55,6 billones, se destinan a las tres más grandes compensaciones: salud, educación y pensiones.

Luis Fernando Mejía, director del Departamento de Planeación Nacional, señala que hacia delante hay que mejorar la focalización de los subsidios. “Si podemos mejorar esa eficiencia en la focalización, el impacto en la reducción de la desigualdad será mucho más importante”.

Mejía destaca, además, que en los últimos años se ha logrado mejorar la focalización de algunas de estas asignaciones. Una de ellas, que se entrega a través del programa Familias en Acción, se ha redirigido a mejorar los ingresos de los habitantes de las zonas rurales.

En transferencias y subsidios, el más regresivo de todos es el de pensiones, coinciden Planeación Nacional y otros organismos del Gobierno.

En 2015 se entregaron $9,3 billones en subsidios pensionales a las personas más ricas de la población, reconoce Mauricio Santamaría, exministro de Protección Social y exdirector del DNP, en un escrito para la revista Economía Colombiana, de la Contraloría General, que realizó un foro para debatir este tema.

La distribución de los subsidios pensionales es tan perversa, que los $9,3 billones entregados a las personas de más altos ingresos supera, por $8,5 billones, el monto de la subvención a los más pobres, advierte Santamaría.

“En 2015 se destinaron $18,4 billones a los subsidios pensionales, incluyendo las transferencias al programa social ‘Colombia Mayor’”, dice el exfuncionario en la publicación. Resalta, asimismo, que “estos son los subsidios que muestran mayor regresividad” y sostiene que los estratos altos concentraron el 74,2 % de los recursos, que representaron unos $13,6 billones: “Su distribución no ha sido consecuente con las necesidades que debería atender, lo cual implica una deficiente calidad del gasto atribuible a la errónea focalización de este tipo de subsidios”, remarca el informe.

El subsidio de pensiones es “el tema más regresivo que detectamos, ya que el 73 % del gasto en subsidios de pensiones se está yendo al 40 % más rico” de la población, explica el director del DNP.

Mejía también menciona el caso de las subvenciones en los servicios públicos. “Allí hay un componente muy grande de subsidios”, porque se focaliza a través del estrato y este sistema “no es un buen mecanismo para orientar el gasto”, señala el funcionario.

El proyecto de ley sobre los subsidios que cursa en el Congreso plantea, entre otras iniciativas, que se efectúen cruces de estratos con Sisbén para mejorar la distribución de muchas asignaciones en esta materia.

Un tema que han considerado algunas instancias del Gobierno es ponerles fin a las subvenciones energéticas que benefician a la población del estrato tres.

Sin embargo, para Mejía, pensar en eliminar subsidios al estrato tres va a depender de varios factores. “El problema no es el estrato per se, sino (saber si) la persona que está viviendo ahí (estrato tres) es vulnerable o no”, indicó.

“En Colombia hay vacíos normativos y de información que obstaculizan el buen diseño, implementación y evaluación” de los subsidios, asegura Santamaría.

Por Jorge Sáenz v.

Temas recomendados:

 

Sin comentarios aún. Suscribete e inicia la conversación
Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta política.
Aceptar