¿Terminó la luna de miel del dólar en Colombia?
La deuda externa colombiana, de más de US$60.000 millones, en medio de un alza de las tasas de los tesoros estadounidenses, ha llevado al dólar a subir más de $150 en 2021. Sin embargo, analistas internacionales creen que el dólar podría volver a caer hasta los $3.400.
Camilo Vega Barbosa
Hace un año la tasa de cambio se encontraba rompiendo máximos históricos debido al duro golpe de la pandemia a la economía global, tensión y caos que la llevó hasta los $4.180. En la actualidad, si bien se está lejos de tener esos niveles de volatilidad, el dólar ha vuelto a mostrar una marcada tendencia alcista, que alerta sobre una serie de factores internos y externos que están rompiendo la luna de miel cambiaria que disfruta el país desde finales de 2020.
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Hace un año la tasa de cambio se encontraba rompiendo máximos históricos debido al duro golpe de la pandemia a la economía global, tensión y caos que la llevó hasta los $4.180. En la actualidad, si bien se está lejos de tener esos niveles de volatilidad, el dólar ha vuelto a mostrar una marcada tendencia alcista, que alerta sobre una serie de factores internos y externos que están rompiendo la luna de miel cambiaria que disfruta el país desde finales de 2020.
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¿Qué pasó?
Desde que se dieron las primeras aprobaciones de las vacunas contra el COVID-19, en noviembre de 2020, las divisas de las economías emergentes comenzaron a fortalecerse por el regreso de grandes flujos de inversión a estos mercados. Gracias a esto, el dólar en Colombia regresó a niveles prepandemia: pasando de $3.900 a $3.420 en el último par de meses del año pasado. Situación que para esa época mejoró sustancialmente las proyecciones sobre este mercado.
Sin embargo, el fortalecimiento del peso colombiano se frenó con el inicio del nuevo año. Desde enero, la tasa de cambio ha mostrado una tendencia alcista que la ha llevado a ganar más de $150 en sólo dos meses, pasando de $3.420 a situarse cerca de los $3.570 en la última semana. Y en el último mes ha llegado a tocar los $3.680.
Juan David Ballén, gerente de investigaciones económicas de Casa de Bolsa, explica que “el peso se está devaluando por una serie de factores, y tal vez el más importante es que la tasa de los tesoros (bonos de deuda) estadounidenses están subiendo a récords por las mayores perspectivas de inflación. Un indicio de la recuperación de la economía de Estados Unidos. El problema es que el alza de los rendimientos de los tesoros implica el encarecimiento del financiamiento en dólares, lo cual es perjudicial para las economías emergentes muy endeudadas como la colombiana”.
Colombia tiene una deuda que pesa más del 60 % del PIB; es decir $616 billones, de los cuales US$60.000 millones ($234 billones) corresponden a deuda externa. Una carga que es particularmente difícil de llevar en esta coyuntura, pues las tasas de los tesoros estadounidenses están rompiendo récords: comenzaron el año en 0,9 % y ahora están por encima del 1,6 %.
“Lo que implica que para el Gobierno colombiano será más costoso financiarse, pues los tesoros a diez años son una de las principales referencias para el financiamiento internacional. Lo que podría hacer aún más retador conseguir los recursos para la recuperación económica del país”, indica Ballén.
La gran presión de este año
En esta coyuntura de récords en los rendimientos de los tesoros estadounidenses, el dólar en Colombia se verá especialmente influenciado por noticias relacionadas con la percepción de riesgo de la economía. Y es claro que los niveles de endeudamiento son el principal motivo de preocupación, y el que más vigilan los analistas y firmas internacionales.
Por esto, el Gobierno ha tratado de ser transparente con sus cuentas: a comienzos de marzo el Ministerio de Hacienda presentó el Plan Financiero de 2021, en donde se advirtió de un déficit fiscal de $94 billones en 2021 por las mayores presiones de gasto que ha desatado la lucha contra el COVID-19 y por la programada amortización (pago) de $18 billones por deuda interna y externa.
Presión que espera suavizar con un decreto de austeridad, y con la esperada reforma tributaria, con la que busca recaudar $15 billones por medio de propuestas que ya auguran un fuerte debate político: aumentar la base gravable del impuesto de renta y atacar las exenciones de impuestos serán algunas de las apuestas de este año.
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Pero la reforma tributaria tiene más en juego que solo conseguir nuevos recursos, también determinará el futuro del financiamiento de la economía colombiana. “Todas las calificadoras dijeron que es necesario incrementar los ingresos para poder evitar una reducción en la calificación crediticia. Por lo que las noticias relacionadas con la tributaria influirán en el comportamiento de la tasa de cambio”, indicó Ballén.
De hecho, algunas calificadoras como Fitch Ratings ya dijeron públicamente que revisarán la nota crediticia tras ver los resultados de la reforma tributaria. Y dado el nivel actual de calificación, estaría en juego el grado de inversión de Colombia.
La volatilidad
A pesar de la tendencia alcista que se ha presentado en el dólar en Colombia, la volatilidad sigue presente. De hecho, ha sido protagonista en los últimos días: luego de llegar hasta los $3.680 el 3 de marzo, la semana pasada la tasa de cambio presentó fuertes caídas durante la mayoría de jornadas, llegando a bajar hasta los $3.550 el pasado 10 de marzo como consecuencia de la aprobación del plan de estímulo para la economía estadounidense por US$1,9 billones.
Sin embargo, a los pocos días la tendencia alcista regresó y el dólar cerró el viernes pasado en $3.575 por la disparada de los rendimientos de los bonos del tesoro de Estados Unidos (subiendo más de 5 % tan solo el viernes).
Incluso, este martes 16 de marzo se vivió una verdadera montaña rusa en los mercados: por varias horas de la jornada la tasa de cambio estuvo cayendo, para luego cerrar con un alza de $6. Un fenómeno que estuvo en línea con los bonos estadounidenses a 10 años: las tasas bajaron con fuerza al comienzo de la sesión, pero finalmente se recuperaron y terminaron subiendo más de 1 %.
Es decir, los bonos del tesoro serán el principal factor de volatilidad en el dólar en Colombia y, por ende, debe ser el indicador más importante a monitorear en los próximo meses. Pero debido a las mejores proyecciones en la recuperación de la economía estadounidense, la tendencia de los tesoros sigue alcista. Y, por tanto, la tasa de cambio tendría la misma tendencia.
Sin embargo, el dólar no solo podría verse influenciado por factores macroeconómicos, pues en los próximos meses hay ciertas coyunturas temporales que podrían generar ruido. Por ejemplo, se viene la temporada de pago de impuestos de renta para personas jurídicas, lo que suele implicar que algunas empresas traen dólares al país (de sus cuentas en el exterior) para pagar estas obligaciones. Asimismo, el mismo plan de endeudamiento implica la llegada de más divisas estadounidenses a la economía colombiana. Situaciones que ayudan a bajas en la tasa de cambio
También hay ciertos factores que podrían presionar al alza la divisa estadounidense en Colombia. Enrique Gilles, profesor de economía del CESA, explica que “rezagarse en la vacunación contra el COVID-19 implica que el turismo tardará en recuperarse, que es uno de los sectores económicos que más dólares trae a Colombia. De hecho, podríamos perder competitividad frente a otros países como Costa Rica, que tiene una oferta turística relativamente similar a la colombiana”.
Asimismo, Gilles advierte que el flujo de inversión podría comenzar a verse impactado “por riesgos internos, derivados de la polarización y del inicio temprano de la campaña electoral”. Situación que se podría exacerbar por una reforma tributaria que tocará temas sensibles para la sociedad.
El regreso de la luna de miel
Álvaro Vivanco, jefe de estrategia para emergentes en NatWest Markets en Nueva York, indica que “a pesar del mayor endeudamiento en dólares por parte del Gobierno colombiano, seguimos creyendo que hay espacio para que el peso vuelva a fortalecerse y regrese a niveles cercanos a $3.400. Para empezar, la economía colombiana se beneficia del repunte de los precios del petróleo que se encuentran en niveles prepandemia y, al parecer, será un fenómeno que durará. No solo es un tema de oferta”.
En efecto, no se puede descartar que la tasa de cambio regrese a los niveles de finales de 2020. De hecho, la más reciente encuesta de analistas del Banco de la República revela que en promedio se espera que el dólar en Colombia cierre el 2021 en $3.476.
Vivanco agrega que “Colombia también se está diferenciando de otros países de la región. Por ejemplo, está intentando tramitar una reforma tributaria, que al parecer tiene una meta de recaudo razonable. Es claro que pueden surgir tensiones políticas, pero el hecho de que quiera aumentar los ingresos fiscales en medio de una pandemia es muy bien recibida por parte de los inversionistas. Sobre todo porque hay mucho ruido en los demás países de la región: como en México por la reforma energética y en Brasil por las elecciones presidenciales”.
De esta manera, la tasa de cambio en 2021 está sintiendo las consecuencias de la deuda externa colombiana de más de US$60.000 millones en medio de un alza récord en las tasas de los tesoros estadounidenses. Sin embargo, según analistas internacionales, también hay espacio para ser optimistas, pues el repunte del petróleo y la reforma tributaria podrían implicar el regreso del dólar a los $3.400.