Un viejo fantasma vuelve a rondar la industria automotriz europea

Bloomberg

Que el presidente Donald Trump hable sobre aranceles dejó de ser un hecho realmente novedoso desde hace un tiempo. Sin embargo, cada vez que lo hace una especie de viento frío recorre la espalda de empresarios, economistas y diseñadores de política pública en muchos lugares.

Esta vez el turno fue para los fabricantes de carros de la Unión Europea (UE), pues el mandatario estadounidense cargó de nuevo contra uno de los pilares industriales del bloque, en especial en países como Alemania, España y Francia, los tres mayores productores de vehículos en la comunidad.

En el Foro Económico Mundial en Davos el miércoles, Trump dijo que es “más difícil hacer negocios con la Unión Europea que con China”, indicando que está a punto de centrar su atención en la renegociación de acuerdos comerciales con el bloque.

Ahora bien, las tensiones comerciales entre la Trump y la UE tampoco son asunto nuevo. En octubre del año pasado, la OMC autorizó a EE.UU. a imponer aranceles sobre casi US$7.500 millones a bienes y servicios europeos, por ejemplo.

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Los automóviles han figurado en el centro de las tensiones comerciales durante los últimos dos años entre EE.UU., China y la Unión Europea, lo que aumenta la presión sobre la industria.

La inclusión de China en esta ecuación complica aún más las cosas para la industria automotriz europea, si se tienen en cuenta las presiones de Beijing para que compañías chinas como Huawei entren de lleno en asuntos como las redes 5G en países como Alemania, por ejemplo.

Alemania es un buen ejemplo en este escenario, pues es, por un lado, una de las locomotoras económicas del bloque (el pilar que sostuvo la zona euro durante la crisis financiera de 2008 y 2009) y también el mayor fabricante de automóviles de la UE. De acuerdo con cifras de la Asociación Europea de Fabricantes de Automóviles, la industria alemana produjo casi seis millones de vehículos durante 2018 (las estadísticas para 2019 no han sido publicadas aún); esta cifra casi duplica la de España, segundo en el listado.

Sin embargo, las relaciones de Huawei con los legisladores europeos no son las mejores en este momento, por cuenta de una suerte de desconfianza generalizada por la cercanía percibida entre la firma y las autoridades chinas.

China es el mayor mercado automotriz del mundo y, claro, lo es también para fabricantes de carros de lujo como BMW, Mercedes y Audi, tres de las marcas más reconocidas en Alemania.

La amenaza de los aranceles estadounidenses pesó negativamente sobre las acciones de la industria automotriz en 2019, y los fabricantes de automóviles alertaron que la continua incertidumbre es uno de los mayores riesgos para este año.

Aunque aún no está del todo claro cómo sería la implementación de aranceles a los carros europeos, Trump dijo esta semana desde el Foro Económico Mundial que se podría aplicar una tarifa de 25 % para estos bienes.

De acuerdo con cifras de la Asociación, los carros representan 4 % del total del comercio bilateral entre la Unión Europea y Estados Unidos. El mercado estadounidense es el mayor receptor de los vehículos fabricados en la UE.