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Una conferencia a puerta cerrada

El expresidente de Colombia habló, durante el foro de liderazgo en el Teatro Gran Rex, sobre la transformación del país durante su gobierno.

Daniel Avellaneda / Buenos Aires
23 de mayo de 2012 - 10:31 p. m.

Para Álvaro Uribe nada pasó 24 horas antes de su participación en el simposio que organizó la empresa WOM-Latam, realizado ayer por la tarde, en el teatro Gran Rex. El expresidente de Colombia no hizo mención alguna al supuesto atentado que la Policía argentina frustró el martes, cuando un empleado del coliseo encontró una caja que contenía un teléfono móvil con una bomba de estruendo.

Por el contrario, el exmandatario se dedicó durante una hora y cuarto a defender su política de seguridad, se distanció de los paramilitares y ponderó lo que consideró sus logros a nivel económicos. Afuera, en cambio, quedaron secuelas del explosivo que tenía como objetivo estallar a las 2:30, según las investigaciones. Centenares de oficiales coparon la emblemática avenida Corrientes, que fue cortada al tránsito a la altura del Obelisco, justo el lugar elegido por un grupo de estudiantes colombianos residentes en Argentina con banderas tricolores y cánticos de repudio. Los acompañaron organizaciones de izquierda y las Madres de Plaza de Mayo, de estrecha relación con la presidenta argentina, Cristina Fernández.

“Los que me critican deberían estudiar un poco de historia. Desmantelamos a los paramilitares”, afirmó Uribe sobre el escenario y ante un auditorio de 500 personas, la sexta parte de la capacidad del teatro. De saco azulado, camisa celeste y corbata colorada, el exfuncionario pareció remontarse a los tiempos en los que estaba al frente del Gobierno. Vigilado de cerca por personal de su custodia y por agentes privados de la Cancillería colombiana, su declamación fue casi presidencial. Eso sí, en ningún momento comparó cifras ni atacó a su sucesor, Juan Manuel Santos, a pesar de ciertas diferencias. Uribe fue diplomático y centró sus palabras en la capacidad de liderazgo. Hasta habló bien de Argentina. “Es un país con muchos recursos”, sostuvo.

Más temprano, el juez Néstor Oyarbide se había mostrado indignado. El comisario Néstor Fernández, a cargo de prensa de la Policía Federal, le había restado importancia a la bomba encontrada en una de las gargantas de iluminación del teatro. “Estoy muy triste y en estado de confusión. No se trataba de una bombita de olor”, dijo el juez.

Por su parte, el general Óscar Naranjo, exdirector de la Policía Nacional, aseguró a Caracol Radio que los explosivos encontrados en el teatro no tenían capacidad letal, como se informó en un principio. Naranjo dijo que los explosivos sólo tenían capacidad para causar pánico entre los asistentes al teatro y que no estaban en el auditorio al que asistirían más de tres mil personas, sino en una sala alterna donde iba a descansar el expresidente Álvaro Uribe. Añadió que ya están en Buenos Aires los oficiales encargados de apoyar la investigación.

Por Daniel Avellaneda / Buenos Aires

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