Hasta los 18 años se extiende el período crítico para aprender un idioma

Un estudio del MIT sugiere que la capacidad de adquirir una segunda lengua con fluidez se extiende hasta esa edad, pero sólo los niños que empiezan antes de los 10 años logran nivel equivalente al de nativos.

Redacción VIVIR
03 de mayo de 2018 - 02:56 a. m.
Pixabay
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Cualquiera que haya intentado aprender una segunda lengua siendo adulto se ha estrellado con dificultades que los niños saltan por encima con gran facilidad.  Lo que la ciencia no había podido establecer con mayor certeza es qué tan amplio es el “período crítico” para aprender idiomas, donde termina con exactitud esa habilidad de los niños. 

Un nuevo estudio realizado en el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) sugiere que el tiempo para aprender con alta destreza la gramática de un nuevo idioma se extiende hasta los 17 o 18 años. Sin embargo, aclararon a través de un comunicado de la institución, que es casi imposible que las personas logren una competencia similar a la de un hablante nativo a menos que comiencen a aprender un idioma a la edad de 10 años.

"Si quieres tener un conocimiento nativo de la gramática inglesa, debes comenzar alrededor de los 10 años. No vemos mucha diferencia entre las personas que comienzan desde el nacimiento y las personas que comienzan a los 10, pero comenzamos a ver una disminución después de eso ", aseguró Joshua Hartshorne, profesor asistente de psicología en el Boston College y vinculado al MIT.

El trabajo del grupo del MIT se basó en pruebas de competencia gramatical aplicadas en una población de 670,000 personas. "Ha sido muy difícil hasta ahora obtener todos los datos que necesitaría para responder esta pregunta sobre cuánto tiempo dura el período crítico", comentó Josh Tenenbaum, profesor de ciencias cerebrales y cognitivas del MIT en una noticia divulgada por la universidad norteamericana.  "Esta es una de esas raras oportunidades en la ciencia donde podríamos trabajar en una pregunta que es muy antigua, que muchas personas inteligentes han pensado y escrito sobre ella, y que toman una nueva perspectiva y ven algo que tal vez otras personas no tienen".

Los resultados fueron presentados en la revista Cognición. Steven Pinker, profesor de psicología en la Universidad de Harvard, también hizo parte del equipo.

Una de las barreras metodológicas para aclarar esta importante pregunta pedagógica se debía a la dificultad de seguir poblaciones enteras mientras adquirían un nuevo lenguaje. Para sortear este problema, el equipo del MIT decidió “tomar instantáneas de cientos de miles de personas que se encontraban en diferentes etapas de aprendizaje de inglés. Al medir la capacidad gramatical de muchas personas de diferentes edades, que comenzaron a aprender inglés en diferentes momentos de su vida, pudieron obtener datos suficientes para llegar a conclusiones significativas”.

Para atraer al estudio el medio millón de participantes que necesitaban para probar su metodología, Hartshorne y sus colaboradores diseñaron un “examen” que contenía los puntos críticos de aprendizaje gramatical pero disfrazado de juego para hacerlo viral a través de internet. Pocas horas después de publicarlo en cuentas de Facebook y otras redes sociales lograron generar el impacto que pretendían y atraer miles de personas de diferentes edades y niveles de inglés.

 

 

Por Redacción VIVIR

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