Misión de Sabios propone destinar 25% de las regalías para la educación de niños de 0 a 5 años

"Un país donde todos los niños y niñas puedan estudiar, tomar agua del río, donde exista la alegía y vivamos en paz. Un país libre de violencia donde se pueda salir de casa sin miedo, donde convivamos entre todos y cuidemos a los animales. Un país sin hambre que recibe bien a los inmigrantes, donde las basuras se conviertan en abono y la ciencia nos permita ver cosas fantásticas". Esas fueron las primeras palabras del coordinador de la Misión Internacional de Sabios, Clemente Forero, durante la presentación del informe final de estos 45 expertos en torno a la ciencia, la educación y la tecnología para la próxima generación de Colombia. (Lea: Misión de sabios entregará sus propuestas al Gobierno este 5 de diciembre)

Ese retrato de sociedad con el que empezó el discurso Forero fue construído entre la Misión de Sabios y los niños y las niñas y adolescentes del país a los que se acercaron desde febrero de este año, cuando les fue encomendada la tarea de marcar una hoja de ruta para el desarrollo de un país biodiverso, bioeconómico, equitativo, productivo y sostenible. De esas reflexiones brotaron cuatro recomendaciones específicas para el Gobierno del presidente Iván Duque y los que vendrán.

La primera gran tarea subrayada es que el Estado, la familia, las empresas y los maestros permanezcan vigilantes para que todos los niños y las niñas accedan a una educación para ellos. Una nutirición adecuada, salud, afecto, respeto y atención. Esta sería la manera de romper las brechas. La educación de 0 a 5 años se convierte en la mas alta prioridad del país porque entre esas edades se establecen más del 90 % de las conexiones neuronales del cerebro, la empatía y la convivencia, la aceptación de la diversidad y se desarrolla la capacidad de ser felices.

Proponen además un Instituto Superior de Investigación en educación y alta Formación de Maestros (IeSI), un plan agresivo de becas y estímulos de ciencias básicas para la investigación docente y una reforma del sistema educativo en cuanto a métodos, herramientas y gestión.

Con base en esa apuesta, los expertos consideran que "nuestros jóvenes están demandando que las universidades, laboratorios, los centros de investigación, institutos, los maestros, trabajadores, innovadores y el Estado asuman nuevos roles". Esa transformación les dará las oportunidades para escoger sus destinos, un destino ofrecido por una educación de calidad, bases científicas y culturales necesarias, comprensión de contextos locales y gobales para entender lo que les espera en sus vidas.

La Misión propone un Sistema Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación (SNCTI) autónomo liderado por el Ministerio de Ciencia y Tecnología (CTI) que cuenta con una agencia con capacidad financiera para ejecutar políticas, la claridad en sus diferentes funciones que van desde crear conocimiento hasta ordenar programas y estimulos financieros sin dejar por fuera complementos para motivar a la ciudadanía. Esto requiere, también, un Viceministerio de creación de conocimiento y desarrollo de tecnología y un Viceministerio de talento y apropiacion social del conocimiento.

Esto requiere esfuerzos en fortalecer la ciencia como préstamos y reorientación de recursos. Una de estas propuestas es invertir no el 10 % de las regalías como dice la Constitución, sino el 25% de regalías en educación para la primera infancia en las regiones. Esto financiaría centros y redes comunitarias de innovación, lo que impulsaría la investigación nacional.

• Grandes empresas que aporten en la investigación recibirán incentivos.
• Bajar impuestos por innovación a las pequeñas y medianas empresas (Pymes). Serán créditos tributarios sin vencimiento.
• Nuevas líneas especiales de crédito con riesgo compartido para las Pymes.
• Promover el capital de riesgo para este tipo de financiación.
• Confinanciar la investigación y el desarrollo con las grandes empresas a largo plazo y abrir convocatorias para que éstas sirvan de ancla en proyectos con Pymes.

Esas medidas están acompañadas por la consciencia natural del país. "Colombia tiene hoy la oportunidad de desarrollar conocimiento necesario para el valor del agua y el cambio cimático global". Esa apuesta reclama que para 2030 o antes, si se puede, todos los colombianos tengan acceso a agua potable, cuidando al mismo tiempo los cuerpos de agua y protegiendo a la sociedad de eventos extremos a futuro.

Esa riqueza natural es la oportunidad para aprovechar recursos de diversidad biológica, bioeconomía y economía creativa para la transición a un nuevo modelo de productivos, alimentos, farmacéutica, textiles, energía. Esto preservaría la identidad cultural y el sentido de pertenencia dando lugar a un modelo sostenible y competitivo del país. Todo ello combinado, teniendo en cuenta las anteriores recomendaciones, convergen para construir una Colombia más equitativa, sin riesgos de fragmentación social por la exclusión de grandes capas de su sociedad.

Con ese cóctel de propuestas, una gran parte de estos meses los 45 sabios se enfocaron en construir 3 retos específicos para construir la Colombia del conocimiento. Confiando en la efectividad y el poder que tienen las misiones, los expertos consideran en que el país debe movilizarse alrededor de estas ideas acompañadas con más de 30 proyectos que serán los primeros trabajos por realizar del Ministerio de Ciencia y Tecnología que estará proximamente en marcha después de que hoy Duque firmara el decreto que reglamenta su creación.

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Los tres grandes retos visualidados por la Misión de Sabios