Cada cuatro años, la Unión Matemática Internacional (IMU) entrega las medallas Fields, el galardón más importante de las matemáticas más conocido como el Nobel de las matemáticas. El objetivo es resaltar a los jóvenes matemáticos y matemáticas menores de 40 años por sus investigaciones y teorías en este campo. (Lea: Regreso de astronauta estadounidense a la Tierra, en riesgo por tensiones con Rusia)
En 2018, durante la asamblea de organización, se había decidido que San Petersburgo, en Rusia, iba a congregar al Congreso Internacional de Matemáticos (ICM) para realizar la ceremonia de premiación. Pero, la IMU, por medio de un comunicado, señaló que por la invasión de Rusia a Ucrania era necesario hacer un cambio en la sede.
“Las acciones de Rusia han sido condenadas en todo el mundo. Por eso, el ICM2022 será albergado fuera de Rusia”, señalaba el documento que atendía la solicitud de sociedades matemáticas de muchos países. La IMU añadió que la nueva sede será Helsinki, en Finlandia, y que los premios serán entregados el próximo 5 de julio.
La decisión de la IMU fue respaldada por un grupo de matemáticos rusos, quienes recientemente publicaron una carta dirigida al presidente ruso Vladimir Putin titulada “Matemáticos contra la guerra”, en el que solicitaron “el cese inmediato de las acciones militares y la retirada de las tropas rusas del territorio de Ucrania”. (Puede leer: ¡Hagamos ciencia, no la guerra!: científicos rusos en rechazo a invasión de Ucrania)
De acuerdo con el grupo de matemáticos, las matemáticas son una de las áreas de la ciencia en la que Rusia ha mantenido una posición de liderazgo mundial. “En una situación en la que nuestro país se ha convertido en un agresor militar y, como resultado, en un estado canalla, las posiciones de liderazgo de Rusia en las matemáticas mundiales se perderán irremediablemente”, dicen.
Los científicos también apuntan que “las matemáticas fueron nombradas área prioritaria para el desarrollo de la Federación Rusa, pero su desarrollo no se pueden lograr en las condiciones actuales, cuando las vidas de nuestros colegas más cercanos, los científicos en Ucrania, con quienes hemos estado conectados por muchos años de trabajo conjunto exitoso, están expuestas diariamente al peligro”. (Le puede interesar: La ciencia, otra víctima de la guerra entre Rusia y Ucrania)