El Magazín Cultural

Así sonó el crack económico del 2008

En medio de la depresión económica surgió una ola musical en géneros como el country y el folk que hizo eco de la cruda realidad que vivía el mundo: pobreza, hambre y desempleo.

Camilo Gómez Forero
15 de septiembre de 2018 - 03:00 a. m.
 /Ilustración: Éder Leandro Rodríguez
/Ilustración: Éder Leandro Rodríguez

“¿A dónde se fue todo el dinero? / ¿A dónde fluyó el efectivo? / ¿En dónde quedaron todos los ingresos?”, se preguntaba el músico y compositor canadiense Neil Young en la canción Cough Up The Bucks de su álbum Fork In The Road de 2009. El folk rock de Young hizo parte de la ola musical que acompañó el período de recesión producto de la crisis económica de 2008 en Estados Unidos, donde una porción de artistas se inspiró en la tragedia de las hipotecas subprime para escribir sus canciones.

No es la primera vez que la economía se atraviesa en las letras musicales. De hecho, suele ser un referente constante. En la década de 1970, Pink Floyd criticó la función del dinero en Money de The Dark Side of the Moon: “Dinero, dicen que es el origen de todos los males / pero si pides un ascenso no es de extrañar que no lo quieran soltar”. En 1966 fueron los Beatles en Taxman, escrita por George Harrison, quienes reprocharon al recaudador de impuestos: “Déjame contarte cómo será / uno para ti, diecinueve para mí / porque soy el recaudador de impuestos / si el 5 % te parece demasiado poco / agradece que no me lleve todo”.

Tiempo atrás, en la época de la Gran Depresión de los años 30, saltó a la fama Nobody Knows You When You’re Down and Out, escrita por Jimmy Cox en 1923 y grabada por la leyenda del blues femenino Bessie Smith. La letra habla de un millonario que queda en la ruina y reflexiona sobre las fortunas pasajeras: “Una vez viví la vida de un millonario / gasté todo mi dinero, simplemente no importaba / compré whiskey, champán y vino de contrabando / entonces empecé a caer tan bajo / perdí a todos mis buenos amigos / nadie te conoce cuando estás afuera y abajo”. El tema rompió de tal forma las barreras generacionales, que Eric Clapton la reinterpretó en los 90 en una versión unplugged que fue lanzada de manera limitada en Argentina, cuya crisis empezaba a sentirse en el gobierno de Fernando de la Rúa.

En 2008, en medio de la catástrofe financiera, la música sirvió de nuevo como eco en la historia y símbolo de las penas humanas. Lo más importante de este evento fue revelar lo alejadas que estaban las letras populares de la realidad. Los éxitos de la radio de la época hablaban de gastar dinero y salir de fiesta, mientras en videos musicales se exhibían cadenas de oro, autos lujosos y se lanzaban fajos de billetes. En protesta, el rapero Rugged N Raw decidió hacer el video de su canción I’m Broke and I’m Proud arrojando cupones, porque esa era la realidad del momento.

La situación de Estados Unidos, y de una buena porción del mundo, era la de una verdadera tragedia económica: cierre de fábricas, desempleo, pobreza y hambre. “Pagué mis cuentas, pagué mis deudas / también pagué mi parte de los impuestos / ahora no puedo ni comprar zapatos para mi bebé”, canta Hank Williams Jr. en Red, White & Pink Slip Blues. En medio del auge del género pop, el country surgió como una poderosa vertiente que exponía los sentimientos de quienes habían perdido sus tierras a causa del juego y la avaricia de banqueros en las bolsas de valores. “Ahora veo a todos esos peces gordos lloriqueando en noticias de la noche / sobre cómo perdieron miles de millones / Perdónenme si no derramo una lágrima / porque están vendiendo fantasías y no compramos eso aquí / porque en el mundo de verdad están cerrando Detroit / mientras que el jefe se lleva su bonificación y aviones a la salida de la ciudad / y la capital rescata a banqueros mientras los agricultores subastan terreno”, dice John Rich en Shuttin’ Detroit Down. El folk también fue un género que expuso lo más profundo de la depresión económica. El cantante Loudon Wainwright Williams III le dedicó todo un álbum a la crisis llamado 10 Songs for New Depression: “Compramos el periódico de la mañana / leemos los deportes y artes / evitamos la primera página y la sección de negocios nos rompe el corazón / los obituarios son de interés, ya que pronto tendremos que irnos / Lo único real es un show del horror / No hay forma en la que podamos vender nuestras casas / así que ahora tendremos que quedarnos”, canta en Time Is Hard.

Y aunque fueron el country y el folk los que lideraron la ola, el rock, el blues y también el rap se hicieron presentes. La banda indie The National habló de las deudas en Bloodbuzz Ohio: “Todavía le debo dinero al dinero / al dinero que debo / nunca pensé en el amor / cuando pensaba en mi hogar / los pisos se están cayendo / y si el piso se cae la caída es pronunciada”. Mientras que Aloe Blacc relució con el éxito I Need a Dollar, que fue adoptado como himno de la crisis: “Necesito un dólar, un dólar es lo que necesito / bueno, no sé si camino sobre terreno sólido, porque todo a mi alrededor se está cayendo / y lo único que quiero es alguien que me ayude”.

De manera cruda, los afectados por la depresión económica encontraron refugio en un sector de la música para consolarse. Esta es una lista que le rinde homenaje a quienes exhibieron la realidad de una tragedia que acabó con los sueños de muchos y que, por cuestiones de la industria musical, quedaron relegados de las listas de éxitos ante una masiva conquista del género pop.

Por Camilo Gómez Forero

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