El Magazín Cultural
Publicidad

El escritor que se mimetizaba en sus personajes

Jaime Ramos, protagonista de nueve novelas de Francisco Viegas, es la razón de ser de su literatura. Asegura que los dos mantienen una relación "celosa".

Lucety Carreño
29 de abril de 2016 - 05:11 a. m.

No se puede hablar de Francisco José Viegas sin hablar de Jaime Ramos. Al escritor portugués le encanta escribir de madrugada, cuando toda la gente se va a dormir. Vive en una playa y le gusta empezar a eso de las cuatro de la madrugada, cuando no hay nadie, ni ruido, y él está saliendo de los sueños. (Vea acá nuestro especial de Feria del Libro de Bogotá)

Su mayor miedo cuando empieza a escribir un libro es la última página, y es eso lo que lo motiva a escribir novelas policíacas, que nunca sabe cómo van a terminar. No cree en la hipótesis que dice que cuando un escritor empieza a escribir un libro ya sabe cómo será todo.

Francisco José Viegas recibió el Gran Premio de Novela de la Asociación Portuguesa de Escritores en 2005 por su novela Lejos de Manaos. Es periodista, autor de varios programas en la radio y la televisión con programas como Libro abierto, Leer para creer, Primera página, entre otros. Actualmente no ejerce el periodismo, pues divide su vida entre la edición de libros, la revista Ler de literatura y es editor de Quetzal Editores.

Cuando me habla se nota que está apasionado con su personaje, Jaime Ramos. Al dialogar sobre él sus ojos brillan y suelta más de una sonrisa. Conversa más de Ramos que de él. Se apropia de él, se emociona al decir que es un personaje loco, que no sabe lo que va a hacer, ni lo que va a decir.

En nuestro encuentro, me cuenta las razones por las que escribe sobre novelas policíacas, y es debido a que “puedo matar a quien quiera sin ir preso o ser detenido”. Lo dice entre risas, mirándome a los ojos con una mirada tierna y una sonrisa. Hace chistes respecto al tema, dice que puede escoger a las víctimas y que sus lectores pueden llevarse por 15 euros (alrededor de los cuales oscilan sus libros en su país) entre tres y cuatro cadáveres por un precio muy económico.

Otra es porque no es en sí el crimen lo que le interesa, sino la vida de los personajes. Retoma nuevamente a Jaime Ramos, dice que es un biógrafo de las víctimas, que escribe sobre los que no tienen importancia y que depende de los personajes.

El escritor me regala una tarjeta de Jaime Ramos, en donde está su sitio web. Ahí se puede encontrar todo acerca del inspector. Quién es, sus afinidades, libros, lugares, personajes, y una pequeña biografía del autor.

Le pregunto por Jaime Ramos y se le vuelve a iluminar el rostro. Comenta que es un detective burgués que vive en una ciudad burguesa, como lo es Porto, que es conservador, escéptico, pesimista, solitario y dedicado a su trabajo. Fue militante comunista durante el régimen fascista en Portugal. Viegas se echa a reír y me dice que “fue militante comunista, pero que él nunca podría ser comunista porque no es disciplinado, no tiene noción de la responsabilidad colectiva”. Ramos, dice Viegas, tiene una novia llamada Rosa, y es curioso, porque los dos viven en el mismo edificio, pero ella en el tercer piso, y él, en el primero. Ella tiene las llaves del apartamento del detective, pero él no puede entrar por su cuenta a la residencia de su amada.

Ramos acompaña a Viegas desde hace nueve novelas. Ya son 25 años de existencia del personaje en su literatura y asegura que mantienen una relación “celosa. Él tiene su sello y yo soy su instrumento”. Sería muy difícil quitarlo porque le gustan su maldad, su desconfianza y escepticismo. Precisamente por esas características, Ramos duda de que el escritor haya sido su creador.

Francisco Viegas tiene fuertes influencias literarias latinoamericanas. De una u otra forma, Roberto Bolaño, Élmer Mendoza y Santiago Gamboa lo han marcado hasta llevarlo a sentir una estrecha relación con América Latina. De sus pasiones, más allá de la escritura, se puede decir que una de las más importantes es viajar, y eso se ve reflejado en El mar en Casablanca, su primer libro en español, que está lanzando en la Feria Internacional del Libro de Bogotá, el cual se desarrolla entre Portugal, Angola, Colombia, Venezuela y Argentina. “Las historias que escribo tienen siempre viajes, porque me gusta viajar, porque me gusta estar aislado, me gusta estar en otro lado, porque me gusta la gente”.

Me dice que le disgustan los escritores que escriben sobre ellos mismos. Aunque algunas de sus vivencias están en sus libros, es enfático al asegurar que hay cosas de su vida que son de él, que son banales, sin interés, y las otras son las de Jaime Ramos. Le parece que la autoficción es una forma cruel de egoísmo, de incompetencia, porque lo que a él le interesa son las historias y vivencias de los otros. “Me parece que los autores de las nuevas generaciones están escribiendo mucho sobre ellos mismos en cuanto a personajes. A mí me gusta más hablar de los otros, de gente que tiene historias fantásticas. Yo tengo algunas que son fantásticas, pero las de los otros son siempre mejores”.

Es de los pocos escritores que aún escriben a mano. Saca de su maleta una libreta con sus escritos, me la muestra y puedo ver su organizada caligrafía. Mientras la observo me habla y dice que “si escribes con cuidado lo que piensas, tiene sentido. Y si lo piensas, tiene sentido, entonces tu caligrafía tiende a ser más ordenada y los otros la entienden mejor”. Después reescribe todo en su computadora. Coge su libreta y la vuelve a guardar con sutileza y continuamos hablando.

A los amantes de la escritura, Viegas les recomienda que escriban, pero más que escribir, que lean mucho y que observen a los otros, sus historias, su vida, y alimenten su curiosidad, porque si no se conoce a los otros, no se tiene qué contar y se cae en la nueva ficción, en la que el autor se confunde con el sujeto de la narrativa.

“El mar en Casablanca”

Viegas ve las historias de Jaime Ramos como una serie con nuevas temporadas. El escritor juega con la realidad y con personajes que no existen, y al inverso. La nueva entrega empieza en un hotel que ha sido inaugurado por el último rey de Portugal. Es un hotel fantástico, pero en el 2007 fue cerrado. A su clausura fueron invitadas 120 personas. Hubo un asesinato, y al mismo tiempo otro homicidio en un viñedo en donde se producen los mejores vinos de Portugal. Este último es un angoleño con mucho poder. El caso le es entregado a Jaime Ramos. La investigación se da sobre los acontecimientos que ocurrieron en Angola en 1977, hechos reales del 27 de mayo del 77, en una guerra entre malos y malos que dejó más de 50.000 víctimas. Esta historia está marcada por un crimen, un espía y un amor. Se desarrolla en varios países, entre ellos Colombia, Venezuela y Argentina.

Al terminar, Viegas me cuenta una historia curiosa que tuvo en una presentación de una de sus novelas con Jaime Ramos, en la que se dio cuenta del furor y fanatismo que provoca este personaje. Notó que los seguidores estaban conociendo más acerca de su personaje que él mismo, y empezó a ser más minucioso. “Con Jaime Ramos descubrí que había fanáticos que van a ver cómo es su apartamento. En Portugal se creó una especie de geografía sentimental de Jaime Ramos, que para mí es muy divertido. Eso me confirma que resultó el proyecto de crear un personaje, que tiene un site”. Suelta una carcajada llena de orgullo y admiración por su creación.

Por Lucety Carreño

Temas recomendados:

 

Sin comentarios aún. Suscribete e inicia la conversación
Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta política.
Aceptar