Esta imagen es el registro de uno de los pasos del proceso de materialización del proyecto instalativo Bitácoras del capitán de un tripulante de Laura Escobar, artista y escritora que desarrollló una investigación metáfotica y formal del papel tipo periódico. El papel fue sometido a un tratamiento con agua de mar, Escobar evoca el procedimiento con un lenguaje entre poético y científico: “una vez intervenido el papel con el agua salada, separé las membranas del mismo y esa acción provocó en éste su propiedad traslucida. También adquirió una fisicidad leve, por eso decidí extenderlo y colgarlo como se ve en la imagen. Instalado así, era un cuerpo frágil que recibía y filtraba luz (…) como las nubes”.
Luz (un título tentador), es apenas un fragmento previo de la instalación que simula la experiencia de estar en un barco en altamar. Una librito excitante y melancólico hizo parte de la apuesta creativa, allí - con un léxico asombroso - la artista nos devela la travesía de un tripulante inexperto - casi aturdido – enfrentado al mar. En el montaje final, el papel (los papeles) apareció (aparecieron) como una epidermis transparente, como ola en movimiento, como capa celeste. Uno de los pedazos del libro enuncia: “ (…) parecía casi definitivo: el mar se había hartado de tantos festejos y a la par mi piel reclamaba el aire sin sal de mi anterior morada. Seca, como la carne adobada con sal y puesta al sol”.
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