Cartagena: en búsqueda de la heroica transformación

En el paraninfo de la Universidad de Cartagena y con temas, como corrupción, seguridad y movilidad como trasfondo, los candidatos dialogaron sobre sus propuestas de ciudad.

-Redacción Política (politicaelespectador@gmail.com)
28 de septiembre de 2019 - 02:00 a. m.
De izquierda a derecha: Adelina Covo, Claudia Fadul, Fernando Araújo, Sergio Londoño y William Dau. / Pedro Mendoza
De izquierda a derecha: Adelina Covo, Claudia Fadul, Fernando Araújo, Sergio Londoño y William Dau. / Pedro Mendoza

Justo a un mes de las elecciones regionales, en medio de un ambiente de desconfianza e indignación –enardecido por la revelación de audios que dejan al desnudo una corrupción que parece, incluso, imbatible frente al Castillo de San Felipe– este viernes Cartagena escuchó a los candidatos que pretenden darle un vuelco a la ciudad y rescatarla del caos político y administrativo que amenaza con ahogarla.

El debate –organizado por El Espectador, en alianza con Blu Radio, Fundación Friedrich Ebert (Fescol) y la Universidad de Cartagena– contó con la participación de Fernando Araújo, Adelina Covo, William Dau, Claudia Fadul y Sergio Londoño. Si bien estuvieron ausentes dos de los aspirantes más aventajados (William García Tirado y Yolanda Wong), lo que no dejó de estar presente fue la discusión alrededor de lo que para muchos cartageneros es la génesis de sus males: corrupción, desgreño administrativo e inestabilidad institucional.

En ese sentido, todos alzaron la mano para reiterar que pueden ofrecerle a la ciudad continuidad y permanencia, teniendo en cuenta que desde 2011 la capital de Bolívar suma alrededor de una decena de mandatarios entre electos, designados y encargados, pero ninguno en firme.

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¿Qué hacer además para enfrentar la supuesta repartija burocrática que parece haberse enquistado en la administración o cómo ponerle tatequieto a la politiquería que se distribuye contratos? Para los aspirantes, la clave está no solo en mayor transparencia y publicación de la información, sino en el impulso decidido a la meritocracia y la implementación de los denominados pliegos tipo, para evitar la contratación amañada.

Para William Dau, del movimiento Salvemos a Cartagena, el asunto también podría resolverse con auditorías que denominó forenses, “empleando la inteligencia artificial para quitarles el manejo a abogados y dueños de secretarías, de modo que un computador haga un trabajo más riguroso (…) Soy el único que tiene los cojones para acabar la corrupción”, manifestó.

A su turno, Sergio Londoño, del partido Colombia Renaciente, abogó por una reestructuración administrativa que ponga “un alto a la mano oscura que se mueve en la contratación e involucrando a Colombia Compra Eficiente. Los bandidos se van a joder”.  En esa reestructuración del manejo del Distrito coincidió Adelina Covo, de Colombia Humana-UP, quien alegó por “una planta de personal ineficiente, que demanda escoger a las personas con las mejores hojas de vida para tener los mejores contratistas”.

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En esa línea, Fernando Araújo, del movimiento Juntos haremos el cambio, y que es apoyado por el Centro Democrático, manifestó que la Alcaldía debe servir para “revolver los problemas de las personas, y no de los contratistas”, mientras que Claudia Fadul, de Compromiso Ciudadano, reivindicó su trabajo con el excandidato presidencial Sergio Fajardo y propuso fomentar la denuncia.

Teniendo en cuenta que apenas 8,7 % de los candidatos a alcaldías a nivel nacional ha reportado sus gastos de campaña, otro de los interrogantes planteado en el debate fue: ¿cuánto cuesta su campaña y quién los financia? Sergio Londoño contestó que su campaña ha demandado recursos por alrededor de $ 200 millones y que ha contado con aportes de empresarios y donaciones de familiares. “No le recibo plata a nadie interesado en obras civiles o algún tipo de contratación”, advirtió.

A su turno, Claudia Fadul afirmó que la suya era una “campaña austera, hecha puerta a puerta y hablando con la gente”, asegurando que no gastará más de $ 100 millones, monto similar al de William Dau, que la tasó en $ 70 millones provenientes de sus ahorros. “Lo que era para mi vejez se lo estoy invirtiendo a mi ciudad”. Adelina Covo dijo, por su parte, que su campaña no superará los $ 300 millones, provenientes de donantes y sus ahorros, “muy por debajo del tope permitido”. Sin embargo, quien manifestó no conocer los recursos que demandará su aspiración fue Araújo, que le salió al paso a los comentarios señalando que todo se encuentra en el aplicativo Cuentas Claras y que los dineros “están ajustados a lo que permiten las autoridades”.

Garantizar sin distinción una educación de calidad, que además sea accesible, también fue otra de las aristas del debate. Por ello, Londoño propuso ampliar la cobertura del transporte y ofrecer una tarifa diferencial en Transcaribe, sumado a “mejores rutas de acceso a los corregimientos y subsidios para los mejores estudiantes”. Por su lado, Dau insistió en el perfeccionamiento del Plan Maestro de Educación de la ciudad, apuntando a profesores mejor capacitados y estímulos a carreras técnicas y tecnológicas.

En materia de movilidad, Adelina Covo instó a fortalecer Transcaribe, como columna vertebral del transporte en la capital de Bolívar, “conectándolo con más zonas y extendiendo tramos que vayan más allá de la avenida Pedro de Heredia”, consagrando además tarifas diferenciales para estudiantes y personas de la tercera edad. No obstante, la candidata Fadul priorizó “una armonización entre un nuevo Plan de Ordenamiento Territorial y la movilidad, para evitar casos como el del edificio Aquarela”, situado muy cerca al fuerte de San Felipe.

Ante la propuesta de implementar la prohibición de parrillero hombre en moto para hacerle el quite a la inseguridad y los casos de fleteo, solo Dau fue tajante en descartar el adoptar esa medida, mientras que los demás aspirantes coincidieron en mayores controles y el uso intensivo de la tecnología a través de cámaras para ejercer autoridad. “Estarían pagando justos por pecadores, adoptar esas medidas sería reconocer la incapacidad del gobernante para acabar con la inseguridad”, precisó Covo.

Uno de los interrogantes que más llamó la atención entre los candidatos fue la implementación de más peajes. En este punto hubo opiniones divididas: mientras que Fadul y Londoño hicieron un llamado a evaluar su conveniencia y la forma en que podrían ser más beneficiosos para la ciudad, Araújo declaró que la plata debe ser para las personas con menos recursos y no “para pagar a los contratistas que hicieron el corredor de carga”.

En el tintero quedaron más discusiones que se irán decantando a medida que se acerca el día de las elecciones. Entre los cerca de 200 asistentes que llegaron al debate quedó la sensación de que, pese a las buenas intenciones, Cartagena necesita de acciones tan titánicas como heroicas. El tiempo apremia.

Por -Redacción Política (politicaelespectador@gmail.com)

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