Sin embargo, este hecho fue el motor de la idea que llevó a John Aguasaco a convertirse en el ganador del Premio Fernando Botero, organizado por la Fundación Jóvenes Artistas Colombianos, que entrega 100 millones de pesos a la mejor manifestación artística.
En ese entonces, John iba acompañado de su amigo Eduar y ambos acordaron invitar a Rosario a que protagonizara un video en el que sus rezos y exorcismos se dirigieran al arte. Ella aceptó gustosa, sin pensarlo, pues su misión en la vida es “luchar por la salvación del mundo”, afirmó con convencimiento de causa.
El video dura 60 segundos y se repite cada vez que finaliza, formando una especie de loop. Rosario inicia su exorcismo al arte pidiéndoles a los demonios culturales que desaparezcan: “Almas del arte perverso, del arte inmoral, ¡salgan de aquí!”. Poco a poco se va diluyendo su propia imagen hasta que su espacio de oración queda en blanco, llevándola a una desaparición forzada.
La obra lleva 3 años en manos de John Aguasaco quien decidió aplicar a la convocatoria del premio porque le pareció un espacio importante para que los jóvenes que no trabajan directamente con el mundo del arte puedan expresarse.
Esta es la primera vez que el jurado, conformado por Gerardo Mosquera, Eva Menzio, Normand Biron y Koji Kinutani, entrega el premio mayor a un producto audiovisual. “La propuesta de Aguasaco es interesante porque la mujer está en medio de un conflicto personal donde su única preocupación es sanar al arte, es algo muy conmovedor”, oficializó el jurado en su veredicto unánime.
A la convocatoria se presentaron más de 300 propuestas, de las cuales se seleccionaron siete finalistas: Eduard Moreno, Nancy Tamayo, Gabriela Pinilla, Angélica Ortiz, Javier Mauricio Vanegas, Giovanni Sánchez y Samuel Cevites. El premio lo entregó la Fundación Jóvenes Artistas Colombianos, y el pasado viernes se dio a conocer el nombre del ganador en las instalaciones de la Embajada del Japón. John recibió la noticia sin la compañía de la protagonista de su obra pues hace mucho tiempo perdió contacto con ella.
Los 100 millones de pesos que recibió este diseñador industrial bogotano serán invertidos en estudio, porque John quiere prepararse y seguir, como comenta con desparpajo, “transformar lo cotidiano en artístico”.
Esta propuesta podrá ser vista de manera gratuita en el Claustro de la Enseñanza del Salón Botero, a partir del 20 abril.
‘Desapariciones forzadas’
“¡Arrepiéntete, limpia tu alma, purifícate!”, le dijo la hermana
Rosario a John Aguasaco una tarde en el centro de Bogotá. La situación
parecía algo convencional en estos tiempos de predicadores religiosos:
una señora aborda a un joven para regañarlo porque supuestamente tiene
el alma impura.
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