El concierto al que todos los amantes de la salsa quieren llegar, el público al que todos los artistas salseros desean conquistar, la cabalgata al que todas las mujeres hermosas deben asistir, el cartel taurino en el que los toreros aspiran ver su nombre y la calle más salsera de América, que los mejores bailarines merecen recorrer, ya se acercan. En 10 días empieza la Feria de Cali y el alcalde de la ciudad, Jorge Iván Ospina Gómez, cuenta cómo se ha organizado uno de los encuentros rumberos y musicales más importantes de América.
¿Qué novedades tendrá la Feria con respecto a las versiones anteriores?
Como ha sido costumbre de nuestro gobierno, el principal evento de la Feria no será la Cabalgata, sino el Salsódromo, un proceso cultural que se elabora durante ocho meses, donde alrededor de 82 escuelas de bailarines de salsa que tiene la ciudad en todo su territorio, se preparan con esmero en coreografía, vestuario, escenografía, para presentar lo mejor de nuestra cultura urbana. En esta versión se tendrá la categoría de ‘Ensamble’, donde además de los grupos de bailarines, en representación de determinado barrio o escuela, se tendrá una orquesta que amenizará y dictará los acordes sobre los cuales se bailará salsa en la calle ‘Corazón de la Feria’.
El segundo gran proyecto innovador es que este año se denominará ‘La Feria de la solidaridad y la esperanza’, y dado que todos nuestros eventos son gratuitos, demandaremos que el ciudadano para llegar a los mismos traiga productos no perecederos o un bono de solidaridad para los afectados por el invierno en el Valle del Cauca y el resto del país.
¿Cuánto cuesta la Feria de Cali y cómo están repartidos los gastos?
Es una Feria que financiamos entre los sectores público y privado. Cuesta más o menos $10.000 millones, de los cuales el 50% corresponde a aportes de diferentes empresas públicas de la ciudad y el resto lo aportan diversos patrocinadores.
¿Cuántos turistas esperan recibir este año en la Feria?
Nuestros porcentajes de cobertura hotelera se aumentan de un 50% a un 93% durante la Feria. De esta forma, aspiramos a que todos los hoteles estén a plena capacidad. Eventos como el Salsódromo, la Cabalgata, Melómanos y Coleccionistas y los conciertos de cierre, entre otros, alcanzan a tener hasta 1’500.000 personas participando.
Según la experiencia de años anteriores, ¿se cumplen las expectativas de las inversiones que se hacen en la Feria?
La industria de la gastronomía y la hotelería, el comercio y el transporte se reactivan en Cali desde el 25 hasta el 30 de diciembre, y posteriormente con la Feria Taurina. No hay un mayor movilizador de servicios en Cali que el desarrollo de la Feria.
¿Cómo se mueve la economía de la ciudad por la Feria?
De una forma directa a partir de los empleos formales que las diferentes producciones de eventos, hoteles y gastronomía desarrollan. Y de una manera informal, desde las ventas callejeras y los diferentes acompañamientos que durante toda la Feria se llevan a cabo.
¿Cómo se vinculó a la comunidad en todo el trabajo de organizar este evento?
De dos maneras. La primera es a través de la Feria, Comunal y Comunera donde cada uno de los sectores del territorio tiene un diferencial e incorporan los artistas populares del sector. La logística, producción musical, organización de alimentos y bebidas están con cargo a las Juntas Administradoras Locales y los Comités de Planificación Comunitaria. La segunda es a través del Carnaval del Cali Viejo, del Salsódromo, Melómanos y Coleccionistas, donde todos nuestros promotores y gestores culturales organizan, dinamizan y proyectan nuestra identidad.
En cuanto a la seguridad, ¿cómo garantizarán el buen desarrollo del evento?
Durante el período del alumbrado y la temporada de Feria se aumentan 1.500 hombres a la policía local, de tal manera que podamos adelantar procesos de control, seguridad e inteligencia. Además de ello, disponemos de 1.000 guardas cívicos que cumplen labores de pedagogía ciudadana e información.