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El legado de Simply Red

En el Festival de Viña del Mar los británicos cerraron 25 años de carrera musical.

Gerard Soler / Efe
27 de febrero de 2009 - 10:17 a. m.

La elegancia de la mítica banda británica Simply Red conquistó al público del Festival de Viña del Mar gracias a una actuación majestuosa, con la que el grupo se despidió para siempre de sus seguidores chilenos.

Tras 25 años de trayectoria musical y millones de discos vendidos, los británicos ofrecieron el último concierto -y el primero- en territorio chileno, después que el vocalista Mick Hucknall anunciara que el grupo se disuelve para iniciar su carrera en solitario.

Y se despidieron a lo grande, con un espectáculo de más de una hora al alcance de muy pocos artistas, que los más de 15.000 espectadores de la Quinta Vergara, sede del festival, supieron agradecer.

La gente sabía que estaba asistiendo en directo al adiós de Simply Red en Chile y eso se notó en el ambiente, con decenas de pancartas de despedida y manos gigantes con el nombre del grupo inscrito, cómo no, en rojo.

El pelirrojo Hucknall se plantó en el escenario con un traje azul, camisa violeta y acompañado por su banda, formada por un guitarrista, un bajista, un batería, un teclista y dos músicos más que ejercieron de comodín porque se animaron con el saxo, la trompeta y la percusión.

La banda repasó sus grandes éxitos, recopilados en su último trabajo, Greatest Hits 25, y la fiesta empezó con It's only Love y A new Flame. El vocalista se presentó y dijo: "Hola amigos chilenos. ¿cómo están?" en un correcto español, tras lo que el público respondió al estímulo con una sonora ovación. Esta sería la tónica general de la noche.

Hucknall, que confesó no saber nada acerca del festival y creyó que era un certamen vinícola, razón por la cual se llevó un cálido recuerdo de los chilenos.

La conexión fue fantástica, la gente lo pasaba bien, saltaba y cantaba, y el vocalista dio mucho juego y dejó que fueran los espectadores los que entonaran los estribillos en varios temas, como sucedió con For your Babies , del sencillo titulado Stars.

"Esta canción me hizo famoso", dijo a modo de introducción antes de interpretar Holding back the Tears, tras lo que se quitó la americana: el 'show' había empezado.

Entre notas de pop, soul, jazz y R&B, también hubo sitio para emotivas baladas, como You make me feel brand new, del álbum Home, editado en 2003.

Hucknall se paseó por el escenario con un micrófono con cable en mano, a la antigua, acompañado por una banda de músicos prodigiosos. Siguieron los éxitos, con The right Thing, Sunrise y Something got me Started, con la que cambió el registro y la Quinta Vergara tomó tintes discotequeros de los años ochenta.

El público les regaló todos los premios que se pueden entregar en el certamen y la última canción fue el colofón a la actuación más elegante que se ha visto hasta ahora en la quincuagésima edición del festival más famoso de América Latina.

Con el escenario teñido de rojo, la banda interpretó If you don't know me by now, una famosa versión del tema de 1972 de Harold Melvin & the Blue Notes, que Hucknall cantó a medias con las 15.000 almas presentes en el recinto viñamarino.

Simply Red consiguió algo poco habitual en el Festival de Viña. Tratándose de un grupo consolidado que llegaba para despedirse, fueron capaces de hacer vibrar de principio a fin a todos los espectadores, sin importar la edad. Demostraron que la buena música, lejos de caducar, permanece en el tiempo. Es el legado de Simply Red.

Por Gerard Soler / Efe

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