Terminator ha vuelto

 

 

No sé si me interesaría tanto volver al año 1984 si tuviera la opción de viajar en el tiempo. ¿Por qué no vivir momentos históricos, como la época en que construyeron las pirámides o los días de gloria de Roma? Hay tantos momentos históricos que preferiría espiar en vez de volver a 1984. ¿Para qué me voy a limitar? Si puedo viajar en el tiempo, elijo lo mejor.

 

 

No cambiaría nada. Estoy perfectamente a gusto con mi vida. Soy muy feliz y me encantaría seguir así.

 

 

En realidad Mike Medavoy me había llamado para el personaje de Kyle Reese. Recuerdo que me dijo: “Tenemos un enorme proyecto, una película de acción de bajo presupuesto con la dirección de James Cameron. A lo mejor no has escuchado hablar de él porque sólo ha hecho una película y esta es la segunda”. Si no me equivoco O.J. Simpson iba a ser Terminator. Y eso fue lo que hablamos. A mí me pareció una buena idea y pedí que me pasaran el guión. Y cuando lo recibí me pareció muy bueno.

 

 

Cuando me encontré con James Cameron para almorzar, empecé a hablar más y más de Terminator, cómo iba a entrenar para prepararse para el personaje y actuar como una máquina, cómo tenía que saber ensamblar un arma con los ojos cerrados, cómo tenía que practicar bien para no pestañear y cosas así. Ese fue nuestro almuerzo. Y al final James Cameron me dijo: “¿Y por qué vas a interpretar a Reese? Deberías ser Terminator”. Me negué enseguida. “No, no, no, Terminator ni siquiera habla, apenas tiene 27 frases. No quiero ir para atrás. Empecé siendo un héroe con la película de Conan y quiero seguir así. Me gusta Kyle Reese porque habla mucho y es el héroe de la película”. Pero él insistió en que Terminator iba a ser realmente el personaje más memorable en la forma que lo iban a filmar. Y no dejaba de insistir en que yo tenía que ser Teminator y me aseguró que no iba a tener que preocuparme por el aspecto del villano, porque “es también un héroe”. Básicamente me convenció y al final le dije: “Está bien, voy a ser Terminator”.

 

 

Fue un proyecto menor que se filmó en seis o siete semanas. Lo hicieron en una forma muy económica, con alguien que ayudó con los efectos especiales. Terminó siendo una película de clase B que llegó al ranquin de las diez mejores películas de la revista Time. Al mismo tiempo incluso dijeron que yo era el mejor villano y el mejor héroe.

 

 

Son divertidas, porque son vergonzosas y llevan a conversaciones muy divertidas con un gran humor. Es inevitable, hay que hacerlas porque es lo que muestra la película. Hay momentos en que se pueden cubrir ciertas partes del cuerpo y otras veces no se puede. ¿Qué importa? No creo que haya nada que esconder.

 

Han pasado más de 30 años desde la primera película y un poco más de una década desde que Arnold Schwarzenegger filmó Terminator 3, sin contar la cuarta película, donde utilizaron su imagen digital para que apareciera con Avatar y Batman, mejor dicho, Sam Worthington y Christian Bale. En el medio también había tratado de arreglar el mundo de verdad, cuando cumplió dos períodos como gobernador de California, y si no fuera porque nació en Austria a lo mejor se habría postulado como presidente de Estados Unidos. Incluso estuvo casado con una de las descendientes de John F. Kennedy, Maria Shriver, aunque el matrimonio “terminó” cuando se hizo público que él había tenido un hijo con la empleada doméstica. Para ese entonces ya había vuelto a Hollywood con Sylvester Stallone y los éxitos de The Expendables. Pero le faltaba saldar una promesa: volver con Terminator... aunque el paso del tiempo también se vea en la pantalla.

 

 

Fue una idea de los autores para mostrar el envejecimiento de Terminator en una forma orgánica. Yo voy al futuro en una forma anticuada, con el proceso lento de vivir esos años. Y, por supuesto, envejezco a medida que pasan las décadas. Terminator no puede viajar en el tiempo cuando pierde la piel de su mano y queda expuesto el metal del esqueleto de robot. Los otros personajes viajan en el tiempo en segundos, entre 1984 y el año 2017, pero Terminator los tiene que vivir y el pelo se le vuelve blanco y cosas así. Fue una forma maravillosa de explicar cómo envejece Terminator con su cuerpo humano, pero el esqueleto que tiene dentro sigue siendo el mismo y funciona igual.

 

 

No me siento más viejo. Supongo que es porque me mantengo en forma y hago gimnasia todos los días. Me encantó hacer la película sin sentirme viejo ni cansado. Sentí que estaba en buen estado y me sentí realmente joven.

 

 

Estoy a favor de los avances de la tecnología. Lo curioso es que James Cameron había imaginado el avance de la tecnología en el año 1984, cuando todos pensaban que iba a ser ficción, pero ahora se volvió una realidad. Es algo a lo que tenemos que prestar atención, pero creo que los avances de la tecnología son buenos. Claro que se puede abusar de ellos, como en todo, pero es bueno que nos ayuden a ser más inteligentes. Estamos muy cerca de la inteligencia artificial o híbrida, cuando una parte de nuestro cerebro pueda conseguir información de internet y mantengamos la otra parte. Todo eso va a pasar en el futuro.

 

 

Supongo que todo depende de la historia. Creo que hay gente que es capaz de hacer una segunda película mucho mejor que la versión original y es algo que vimos con la película original de Terminator, cuando James Cameron mejoró muchísimo con la segunda versión. Desde entonces seguimos tratando de mejorar. No siempre tenemos éxito, pero al menos lo intentamos. Creo que esta vez el director, Alan Taylor, y los guionistas hicieron un trabajo extraordinario para conseguir el mismo nivel de Terminator 2.

 

La historia en común de todas sus películas es la creación humana de una inteligencia artificial llamada Skynet, que los humanos quieren destruir para evitar que la sociedad termine controlada por robots. El problema es que el objetivo se revierte cuando el sistema de defensa de Skynet considera que el ser humano es su enemigo y sólo puede sobrevivir destruyéndolo, creando en el proceso unos robots llamados Terminators, diseñados para matar a alguien en particular.