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La nueva televisión en Colombia se hace en formato cine y con capital extranjero. El conejillo de indias, por decirlo así, fue Tiempo Final, el primer dramatizado que Fox International Channels realizó en español para el público hispano. El excelente raiting en los diferentes países del continente dio paso a que el grupo extranjero apostara a realizar una segunda temporada y que además, filmara en Bogotá la primera serie en inglés destinada al mercado estadounidense: Mental.
Actualmente, en los 1.500 metros del estudio de grabación de Fox Telecolombia se está grabando este drama médico que se centra en un siquiatra que trabaja en un centro de salud mental de Los Ángeles y quien usa su misteriosa habilidad para penetrar en la mente de sus pacientes y ver la realidad tal como la ven ellos.
Obviamente, Duque no está solo ni es nuevo en este negocio. Él, que desde hace más de 20 años trabaja detrás de la pantalla chica, cuenta con un equipo humano que sabe de cine y publicidad y que con éxito ha logrado producir dos temporadas de Tiempo Final.
“Las telenovelas y los realities no van a desaparecer. Estos son formatos que tienen que aprender a convivir con los nuevos dramatizados, con las series tipo extranjero”, explica Duque. “Obviamente, las novelas y Tiempo Final tienen un esquema de producción totalmente diferente, lo cual hace que sea este último cuente con más tiempo y dinero”.
Pero como la televisión es un negocio en el que este empresario ha pertenecido desde que era directivo del Canal RCN, Fox Telecombia produce programas para este canal privado. La Dama de Troya es la telenovela más reciente y El Capo será la próxima serie que hará bajo la dirección de Gustavo Bolívar. También hará un reality show formato tipo americano que se espera que salga al aire en Colombia y Estados Unidos el próximo año.
Samuel Duque se convirtió en uno de los principales dirigentes de la televisión colombiana desde que en 1997 creó Telecolombia con Bernardo Romero Pereiro. En su hoja de vida cuenta con El Pasado no Perdona, El Precio del Silencio y Pandillas, Guerra y Paz.
Diez años después Fox Latin American Channels escogió esta productora entre todas las del continente para hacer Tiempo Final y desde entonces, al nombre se le antepuso Fox.
Actualmente, Duque se encuentra vendiendo sus productos en Cannes, en la feria Mipcom, una de las tres más importantes en donde se negocia lo mejor de la televisión mundial. Allí, se reúnen hasta el 17 de octubre profesionales de este medio para conversar sobre el contenido, la producción y distribución de sus contenidos a escala global.
De esta forma, Colombia se muestra como uno de los países pioneros en realizar series dramáticas competitivas mundialmente, no obstante, Fox Telecolombia recibió a los directivos de Televisa para que vieran cómo se produce la nueva televisión en el país.
Las cuatro consecuencias de Nat Geo
Indigenismo, autoritarismo, populismo e imperialismo son los cuatro temas de los documentales. El primero se centra en Tupac Amaru para ir a las entrañas del indigenismo y mostrar su reacción frente a las reglas españolas. También explora también la revolución mexicana y el triunfo de Evo Morales como Presidente de Bolivia, actual símbolo de la fuerza actual del indigenismo.
Por su parte, en Autoritarismo se miran las dictaduras de izquierda y derecha que imperaron en el continente latinoamericano, con énfasis en el régimen impuesto por Augusto Pinochet en Chile y el de Fidel Castro en Cuba. El tercer documental, Populismo, examina el legado de este movimiento en la región tras la aparición de una nueva ola de líderes populistas como Hugo Chávez, Juan Domingo Perón y Luiz Inácio Lula da Silva.
Finalmente, Imperialismo comienza desde que Estados Unidos obtuvo el poder del Canal de Panamá y que derivó en la Guerra Fría al aliarse Washington con los gobiernos militares, mientras la URSS buscaba promover el comunismo en la misma región. Explora además, la relación entre Cuba y los soviéticos y la influencia de Moscú sobre Nicaragua a través de La Habana. Evalúa el rol de China, la otra potencia comunista.