Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta política.

Bailar, una costumbre innata de los caleños

El bailarín caleño de salsa tiene una particularidad es que no mueve los hombros como los cubanos o puertorriqueños, bailan acentuando el ritmo con los pies con gran velocidad, lo que ha creado una cultura del baile con marca propia

Gloria Chaparro, Cali

25 de diciembre de 2013 - 07:29 a. m.
Cortesía Corfecali
PUBLICIDAD

‘El Despertar de Carnaval’ será el espectáculo que desfilará este miércoles en el Salsódromo de la Feria 56ª de Cali, donde 1.300 bailarines con el ‘tumbao’ que los caracteriza, mostrarán una tradición coreográfica musical que representa la identidad de los barrios y que para esta ocasión rendirá un homenaje a los cantantes y compositores con los que llevan más de medio siglo bailando salsa los caleños.

Sesenta percusionistas y 30 campaneros presidirán el desfile, a partir de las 2:00 de la tarde, junto con los bailarines y orquestas de las comunas, quienes rendirán homenajes a la Sonora Matancera; a Richie Ray y Bobby Cruz, con su ‘Jala, jala’ y el Sonido Bestial de la llamada ‘salsa dura’; Rubén Blades con ‘Decisiones’, y ‘Lupita’ de Dámaso Pérez Prado. La Fania Stars, Alfredito Linares, el Grupo Niche, Fruco y sus Tesos también forman parte de este ritual de expresiones corporales y ritmos frenéticos.

Los bailarines, junto con las orquestas como Guayacán demostrarán porqué Cali vibra con el baile. Una costumbre que tiene su historia desde la fundación de la ciudad como lo indican los historiadores y estudiosos de la salsa, como Alejandro Ulloa. “En Cali siempre se ha demostrado que el baile hace parte de la vida cotidiana de los caleños y lo confirma la literatura regional, donde se encuentran alusiones permanentes, como en la novela ‘María’ de Jorge Isaacs. Además, en las crónicas de viajeros europeos y norteamericanos siempre hay referencias a las fiestas, es una vieja tradición, que viene de la colonia. Los colonizadores aportaron sus bailes, los negros también trajeron sus formas de danzas y la mezclaron hasta el siglo XIX”.

Ulloa, profesor de la Universidad del Valle, describe como la continuidad musical llega hasta el siglo XX e incide en el desarrollo urbano de Cali, donde el baile era esencial para ricos y pobres. “Hay documentos donde se registra que los sectores populares bailaban con música en vivo. Luego vino la población negra y la música además de servir de diversión también lo era para sus expresiones religiosas y así se fue construyendo un lenguaje de la danza que se desarrolla principalmente en los barrios populares”.

Read more!

Ya en la primera mitad del siglo XX, se bailaba la música caribeña como el mambo precursora de la cadencia de la salsa. Llegó por la industria del disco, también por las emisoras de la época y por la vía de Buenaventura, a través del comercio informal, de melómanos y pequeños comerciantes que iban hasta el Puerto y en esos Lp, venía la salsa, “fusión de guaracha, mambo, guaguancó, son montuno, guajira, pachanga y boogaloo. Todo ello en una mezcla indiscriminada del son de Cuba y Puerto Rico, también influencia de ritmos como jazz, blue, soeul, una música bastante compleja y muy diversa”, comenta Ulloa.

La salsa tuvo su máxima expresión a finales de los años 70 especialmente con su frenesí dancístico principalmente en los barrios populares de Cali como lo expresa el escritor Andrés Caicedo en su novela ´Que viva la música’, novela en la que se aprecia la división musical de la ciudad: en el norte donde se escucha el rock y la zona oriental de Cali incluyendo el centro, la salsa dura que se bailó durante las ferias de la época en las casetas como La Panamericana, con una gran pista para 12.000 espectadores.

Read more!

Y desde esa época, bailar salsa se convirtió en una pasión para los caleños con modificaciones rítmicas al compás de los instrumentos de percusión, dejando atrás los llamados ‘agualulos’ que se desarrollaron en los barrios del oriente de la ciudad, a través de las llamadas ‘mingas’, término indígena, donde los vecinos solidarios ayudaban a construir segundos pisos de sus viviendas y luego al finalizar la obra, se prendía la rumba, como sucedió en los barrios Alfonso López y El Diamante, del oriente de Cali.

Pero los caleños querían un ritmo más frenético para bailar y los melómanos a nivel discográfico comenzaron a manipular la música de 33 revoluciones por minuto a 45 y eso aceleró el baile tal como está hoy pero con el toque de espectáculo. “Una intención muy clara y un deseo inconsciente en el imaginario colectivo de ciudad, a velocidad de una sociedad que venía de la hacienda vallecaucana al modernismo, a nivel discográfico. Boby Cruz y Richie Ray se quedaron sorprendidos con la velocidad en que ponían sus acetatos”, dice Fabio Martínez, director de la sede de Univalle en Buenaventura y quien tiene publicaciones literarias sobre la salsa de los años 60 y 70. Recuerda que acelerar la música llevó a los shows especiales de los mejores bailarines de la época como Carlos Paz y ‘Jimmy Boogalú’, los primeros en imponer la velocidad de la salsa en los grilles y viejotecas de la época, donde un animador anunciaba al bailarín y éste hacía un pequeño show muy modesto por cierto.

“El bailarín caleño de salsa tiene una particularidad es que no mueve los hombros como los cubanos o puertorriqueños, bailan acentuando el ritmo con los pies con gran velocidad, lo que ha creado una cultura del baile con marca propia y de exportación como lo reconoció recientemente la artista y cantante Jenyfer López, al invitar a Luis Eduardo Hernández el ‘Mulato’ y su grupo de salsa Swing Latino, a bailar con ella bajo los compases de la salsa caleña”, afirma Martínez.

La mayoría de los bailarines de salsa que desfilarán hoy por el asfalto viven en el Distrito de Aguablanca, ellos forman parte de las 100 escuelas de salsa que hay en la ciudad. “Creo que hay razones de carácter sociocultural para que se dé la proliferación de bailarines en el Distrito. Es el resultado de la emigración del Suroccidente, de una sociedad desigual. De allí que el Distrito sea un experimento que viene dando muchos bailarines, ojalá que con las nuevas tendencias del baile de la salsa no pierdan las raíces de sus orígenes”, recalca el profesor Martínez quien cree que las escuelas de baile y la música pueden contribuir a que disminuya la violencia entre la juventud.

No ad for you

“La Alcaldía de Cali y la empresa privada deben apostarle a que la salsa gane jóvenes para la convivencia y no para las pandillas y la criminalidad. Debe existir una política cultural de promoción de las escuelas de salsa no solamente debe recibir ayuda económica el festival de Petronio Álvarez”, opina Martínez´, mientras melómanos y bailarines se gozarán el Sálsódromo y los conciertos de la Feria, se escuchará el sonar de los ‘cueros’ y el ‘Cali pachanguero’ de Jairo Varela. La rumba de los caleños sigue vigente.

Piper Pimenta tendrá monumento en Cali

Con su traje y sombrero blancos, camisa y zapatos rojos así se verá Piper Pimienta en el monumento que estará ubicado en el parque del barrio Alameda, donde está el distrito de la ‘salsa vieja’, de ese ritmo que cantó, compuso y bailó Edulfamid Molina Díaz, que era como se llamaba Piper, uno de los mejores bailarines de salsa de Cali, que con su cuerpo delgado y sus piernas largas le daba cadencia a la música salsa especialmente cuando cantaba ‘Las caleñas son como las flores’.

No ad for you

El artista Diego Pombo será quien realizará el monumento a la memoria de Piper y será elaborado en resina de poliéster y fibra de vidrio, medirá cuatro metros de altura y será colocado sobre un pedestal hecho de mosaicos que conforman la bandera de Cali. Piper junto con Amparo Arrebato, Watusi y María, Evelio Carabalí y Carlos Paz marcaron una época como los mejores bailarines de salsa por sus estilos rítmicos, ellos contribuyeron con sus pasos acelerar el baile de la salsa.

El anuncio del monumento a Piper Pimienta, lo hizo el alcalde de Cali, Rodrigo Guerrero, hace dos semanas, aunque no precisó la fecha de la iniciación de la obra, como un reconocimiento a un vocalista que conquistó un público en Colombia y que aún hoy lo recuerda porque en vida no se le hizo ningún reconocimiento a este mito de la salsa, quien en sus últimos años vio quebrantada su salud al sufrir una trombosis y murió en 1998 al ser asesinado por un sicario.

El ‘showman de la salsa’ como lo llamaban, nació en el municipio de Puerto Tejada, en el norte del departamento del Cauca, pero su familia se trasladó a Cali y llegó al barrio Obrero, uno de los más tradicionales de Cali y epicentro de la salsa caleña.

No ad for you

Diego Pombo dice que fue amigo de Piper y que para elaborar la maqueta estuvo con la familia del cantante mirando muchas fotos que le ayudaron a perfeccionar su proyecto sobre el cantante, famoso por la interpretación de las canciones ‘El Preso’ y ‘A la Loma del Cruz’. Pombo es también autor de la escultura de Jovita, personaje típico de Cali.
 

Por Gloria Chaparro, Cali

Temas recomendados:

Ver todas las noticias
Read more!
Read more!
Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta  política.