Amanda Seyfried reconoce que el duro reto de encarnar en la gran pantalla a Linda Lovelace (una de las estrellas del porno más icónicas de la década de los 70) le ha aportado lecciones de vida mucho más valiosas que cualquier otro trabajo cinematográfico, ya que su controvertido personaje la ha obligado a esforzarse al máximo y a sacar lo mejor de su faceta interpretativa. Tan agradecida está la actriz por la oportunidad de desarrollar un papel tan complejo, que no duda en afirmar que solo ha llegado a sentirse como una verdadera actriz en la piel de Lovelace.
"Interpretar a Linda [Lovelace] me ha enseñado ante todo que en el futuro quiero seguir interpretando a personas reales, ya que son los papeles más complicados pero los que de verdad te ayudan a evolucionar como actriz. Gracias a mi personaje he descubierto aspectos de mi propia personalidad que desconocía, y sobre todo me he dado cuenta de que puedo desarrollarme mucho más como intérprete. Por primera vez en mi vida me he sentido como una actriz de verdad, de esas que se meten hasta el fondo en la psicología de su personaje y con las que llega un momento en que se confunden las dos personalidades. Ha sido una experiencia muy enriquecedora", confiesa la artista.
Seyfried protagoniza "Lovelace", un drama que gira en torno a la película porno más rentable de todos los tiempos, "Deep Throat", más conocida como "Garganta Profunda". Sin escenas de sexo explícito, la película que también cuenta con las actuaciones de Peter Sarsgaard y Sharon Stone recrea las trágicas consecuencias que aquél éxito sin precedentes tuvo sobre su protagonista femenina, Linda Lovelace. (Ver el tráiler).
Por eso, la artista se siente muy satisfecha con su trabajo en este drama biográfico porque también le ha permitido destacarse ante el público como una intérprete solvente y versátil, dos rasgos que quiere afianzar en su currículum artístico a pesar de que a veces requieren sumergirse en ciertas escenas que la provocan una gran "incomodidad".
"Desde luego, creo que en esta película demuestro que puedo tener mil caras y dar vida a cualquier personaje que se precie, algo que de verdad me tranquiliza porque nunca he querido encasillarme ni estancarme en un género cinematográfico concreto. Sin embargo, este no es un trabajo fácil, y admito que algunas escenas de la película me resultaron muy difíciles de ejecutar, sobre todo las que incluyen algo de violencia. Este es un tema que me produce mucha incomodidad, pero no porque me sienta aterrada ante ese tipo de situaciones, sino porque creo que es una gran responsabilidad mantenerse completamente fiel al personaje en momentos tan intensos", añade la estrella.