El director de cine Walter Salles, conocido por “Terra Estrangeira” (1995), “Estación central” (1998) y “Diarios de motocicleta” (2004), vio en la actriz Fernanda Torres a la protagonista perfecta para su más reciente filme: “Aún estoy aquí”. El cineasta no falló. La película es una de las más exitosas de su carrera. En los Premios Óscar, que se entregan este domingo 2 de marzo, fue nominada a Mejor película, Mejor película internacional y Mejor actriz.
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“Aún estoy aquí” se desarrolla en Río de Janeiro a principios de la década de 1970. “Brasil se enfrenta al control cada vez más estricto de una dictadura militar. Nos presentan a los Paivas: un padre, Rubens, una madre, Eunice, y sus cinco hijos. Viven en la playa, en una casa alquilada, con las puertas constantemente abiertas a los amigos. El afecto y el humor que comparten entre ellos son sus propias formas sutiles de resistencia a la opresión que se cierne sobre el país. Un día, sufren un acto violento y arbitrario que cambiará sus vidas para siempre. A raíz de ello, Eunice se ve obligada a reinventarse y labrarse un nuevo futuro para ella y sus hijos”, se lee en la sinopsis de la cinta.
“Sabía que Walter iba a hacer la película y mi madre (Fernanda Montenegro) ya estaba en el proyecto, pero al principio no pensaron en mí. Creí que no sería posible que me llamaran porque yo era mayor que Eunice Paiva en la primera parte, que necesitarían una actriz de 40 o 45 años”, dice la protagonista de la cinta, Fernanda Torres, en entrevista para El Espectador.
“Yo estuve haciendo mucha comedia. Así que pensé que Walter, incluso conociendo mis habilidades, no elegiría a alguien que era tan popular en la comedia para interpretar a Eunice Paiva. Pero un día me invitó. Fuimos a tomar un café. Pensé que me iba a pedir que escribiera un guion o algo para él en futuros proyectos, pero me invitó a actuar en esto. Me sorprendió totalmente y desde entonces sentí la responsabilidad. Creo que realmente me dediqué a esta película. Fue una hermosa inmersión”.
Torres interpreta a Eunice Paiva, la madre de esta familia de Río de Janeiro que un día recibe a la dictadura militar en la puerta de su casa. Rubens Paiva, el padre de la familia, era ingeniero civil y fue congresista de la Cámara de Diputados de Brasil que se opuso a la dictadura. Al ser considerado un subversivo fue arrestado, torturado y asesinado. Su hijo, Marcelo Rubens Paiva, después escribió en su autobiografía “Aún estoy aquí” los momentos que vivió su familia durante ese período de la historia de Brasil.
“Me gusta decir que esta película es el recuerdo de dos niños. De Marcelo Rubens, el niño que tenía 9 años en ese momento y perdió a su padre, y el recuerdo de Walter, que era un adolescente y que entró en esa casa, la que lo introdujo a Brasil, a Tropicalia, a la arquitectura, a las discusiones políticas. La casa de los Paiva era abierta y la de él era muy hermética. Walter me cuenta que alguien en la playa le dijo una vez: No vayas allí porque te pueden arrestar”, contó la actriz sobre el director, que conocía personalmente a la familia protagonista de su filme.
Torres dijo que la película se grabó de manera cronológica, lo que le permitió al elenco conectar de una manera más profunda con las personas reales a las que interpretan. “Me gusta la idea de que a través del cine y la literatura, esta casa se abrió nuevamente a todos nosotros y nos invitó a ser parte de esa familia. Creo que la película es muy especial porque está escrita por un hijo y dirigida por un documentalista que no quería que esas personas parecieran ficción. Walter tuvo esta respuesta casi obsesiva cuando buscó la realidad en los atuendos y la casa”.
La familia y sus amigos en la cinta ensayaron escenas anteriores a las que estaban en el libro y el guion, dándole otro toque de realismo y familiaridad entre la dinámica de los personajes. “También recreamos las fotografías. Cuando vi la película me sorprendí un poco. Sentí que parecía muy real. Fue una aventura porque fue una película que nos dio tiempo y nos permitió ser esas personas. Creo que eso se debe a que es el recuerdo de esos dos niños. Walter, como documentalista, no quería traicionarlos con un melodrama e hizo una película realista”.
La actriz también contó que la experiencia de filmar se sintió genuina y le permitió adentrarse más en su personaje. “La fiesta del inicio era simplemente reír con nuestros amigos. El día que se llevaron a Selton Mello (que interpreta a Rubens Paiva) fue el último día que lo vi en el set. Luego la casa se volvió oscura, me llevaron a esa prisión, y cuando regresé, nada era lo mismo. Todo este proceso cronológico llegó a un punto en el que sentía que podía acceder a Eunice, que me había convertido en ella cuando estaba trabajando”, concluye la intérprete.
“Aún estoy aquí” acumula a la fecha 47 premios y otras 61 nominaciones en festivales, círculos de críticos y periodistas, y las principales premiaciones del cine en el mundo. El filme obtuvo el premio de Mejor película iberoamericana en los Goya, que entrega la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de España. En los BAFTA, que entrega la academia británica, el filme fue nominado en la categoría de Mejor película de habla no inglesa.
En los Premios Óscar de la academia estadounidense, la película se convirtió en el quinto filme brasileño en ser nominado en la categoría de Mejor película internacional, premio por el que compite junto a “La chica de la aguja” (Dinamarca), “Emilia Pérez” (Francia), “La semilla del fruto sagrado” (Alemania) y “Flow” (Letonia). Además, está nominada en la categoría de Mejor película y en la de Mejor actriz. Fernanda Torres, que ya se llevó el Globo de Oro por su actuación, es la segunda actriz de su país en ser nominada al Óscar, la primera siendo su madre, Fernanda Montenegro, quien además también actúa en el filme.