Carolina de Moras: la anfitriona en Viña del Mar

Carolina de Moras comenzó a destacarse en los medios de comunicación a partir de 1997. / Cortesía

Carolina de Moras lleva tratando de dominar al monstruo de mil cabezas de la Quinta Vergara cinco años. Cada nueva cita en Viña del Mar es para la presentadora una nueva oportunidad para recordar las razones por las que aceptó ser la anfitriona de uno de los festivales de la canción más importantes de América Latina. Cuando pisa el escenario y se enfrenta al público, se pone en la piel de los artistas que deben exhibir sus talentos allá y surgen en ella concesiones, perdones y licencias.

Mucho ha cambiado desde 2013 cuando impulsada por la emoción y sin ser del todo consciente de la responsabilidad que estaba asumiendo, tomó el riesgo de ser la figura femenina del Festival de Viña del Mar, en Chile, que este año acaba de aterrizar en su edición número 59 y que se prolongará hasta este domingo 25 de febrero. La vitrina que le ofrecía el evento, sin duda, motivó la respuesta afirmativa y después empezaron a aparecer las objeciones… pero ya no había marcha atrás.

Recordó lo que le sucedía tan pronto arrancó su vida profesional en el modelaje. Cuando Carolina de Moras ponía el primer pie en la pasarela, le daban ganas de devolverse al camerino, a ese lugar seguro donde poco le podía ocurrir, pero ya con la segunda zancada sentía que el territorio era de su dominio y que el panorama que venía, seguro, sería el mejor para ella, para sus intereses y sus potencialidades. No se equivocó porque a partir de 1997, cuando se inició en la actividad, la suerte siempre caminó a su lado.

América Latina supo de la existencia de Carolina de Moras a finales de la década del 90 con su triunfo en el concurso Elite Model Look Chile. Lo que vino para ella fueron exhibiciones de las más importantes marcas en plazas como Italia, Francia, Estados Unidos y España. De su etapa como modelo conserva la imagen viva de su rostro y su figura en las portadas de revistas como Vogue, Glamour y Elle. A pesar de esa exposición tan destacada, jamás se sintió más que nadie y esa actitud le abrió muchas otras puertas posteriormente.

La transición de Carolina de Moras del modelaje a la comunicación fluyó. Estaba acostumbrada a las cámaras y conocía a la perfección las dinámicas de los medios, lo que le ayudó a surgir como presentadora de varios programas de variedades en la televisión de su país. Espacios como “Viva la mañana”, “Transantiaguinos”, “Buenos días a todos” y “Fiebre de Viña” le proporcionaron su derecho a piso y le otorgaron las herramientas sólidas de las que se sirve hoy para ser la anfitriona del Festival de la Canción de Viña del Mar.

Para ella, estar en una pasarela y enfrentar al público como presentadora son sensaciones muy distintas. La modelo tiene la posibilidad de esconderse detrás de los atuendos y de los accesorios porque, al final, son ellos los protagonistas; mientras que la comunicadora tiene la obligación de conectarse con la gente y transmitir información, conocimiento y credibilidad. Ese ha sido el reto mayúsculo para Carolina de Moras, quien es consciente de que tantos los ojos masculinos como los femeninos van a estar encima de ella en la Quinta Vergara durante cinco noches.

Rafael Araneda es el compañero de fórmula de Carolina de Moras en este evento en el que sobresalen las intervenciones de artistas como Miguel Bosé, Carlos Vives, Luis Fonsi, Jamiroquai, Europe, Prince Royce y la agrupación de corte juvenil CNCO. Los presentadores tienen un guión con pautas para sus apariciones en vivo y en directo para millones de personas de habla hispana. Sin embargo, el conocimiento mutuo es tal que al momento de improvisar se entienden a la perfección. Una mirada entre ellos es suficiente para entender la urgencia de un rescate con la palabra adecuada.

Ella está lista para ser desde este martes 20 de febrero la anfitriona de la edición 59 de Viña del Mar. El vestuario está totalmente cuadrado para las veladas más importantes en la Quinta Vergara, pero para Carolina de Moras lo más importante es poder demostrarle al monstruo de las mil cabezas que esta quinta ocasión es un paso más dentro de la consolidación de su carrera en el ámbito de la comunicación.    

El Festival de la Canción de Viña del Mar se transmite por el Canal Htv.