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La española "Chico & Rita", que buscará el Oscar a mejor cinta animada, es una historia de amor que convierte el bolero en imagen gracias al dibujante Mariscal y a la contagiosa pasión de su director, Fernando Trueba, por la edad de oro de la música cubana de los años 50.
Con una ilustración voluble y delicada que recuerda la atmósfera de las producciones de Disney de mediados del siglo pasado, "Chico & Rita" narra los sinsabores de un pianista y una sensual cantante que viajan de La Habana a Nueva York, en la época en que comenzaba la fusión entre los ritmos cubanos y el jazz que derivaría más adelante en la salsa y el latin jazz.
"Mi trabajo como director ahí está al servicio del arte de Mariscal y de la música", dijo Trueba en Los Ángeles, recién llegado de España y todavía bajo el soporífero efecto del jet lag.
Ciertamente, los personajes de Chico y Rita son un vehículo para los verdaderos protagonistas de la película: el dibujo, obra del valenciano Javier Mariscal, y la música, compuesta en gran parte por el maestro cubano Bebo Valdés, junto a Estrella Morente, Freddy Cole, Jimmy Heath e Idania Valdés.
"Es como un bolero", cuenta Trueba, quien ganó en 1994 el Oscar a mejor película extranjera por "Belle Epoque", coprotagonizada por Penélope Cruz.
"Los boleros siempre cuentan esas historias desgarradas, de que pierdes a la chica y la recuperas. Y queríamos que la película tuviera esa estructura de canción romántica", contó, sentado en un diván frente a un ventanal en Beverly Hills que dejaba ver el cielo claro del imperceptible invierno californiano.
Pero además de rendir tributo a una música que lo apasiona -y que ya había homenajeado en el 2000 con el documental "Calle 54", con maestros como Paquito D'Rivera y Cachao-, Trueba quería infundir en los espectadores su propia reverencia ante el latin jazz.
"Cuando haces una película como ésta quieres que la gente aprenda un poco de esa época, pero también contagiarles tu amor por una música", dijo. "Porque tienes que aprender algo en todas las películas".
Algunos de sus personajes son leyendas del género como el cubano Chano Pozo, asesinado en 1948; el puertorriqueño Tito Puente, muerto en el 2000 y cuyos extasiados gestos cuando tocaba el timbal fueron graciosamente retratados por Mariscal; y Dizzy Gillespie, trompetista estadounidense fallecido en 1993.
La idea surgió porque a Trueba y a Mariscal les "apeteció" trabajar juntos. Se habían conocido cuando el director le pidió al dibujante que hiciera el póster para "Calle 54" y decidieron prolongar la experiencia.
"Nos dimos cuenta de que compartíamos el amor por la música, el amor por Cuba, por la música cubana y por el jazz", dijo el cineasta, quien además acaba de terminar la cinta "El artista y la modelo", con Jean Rochefort y Claudia Cardinale.
Visualmente, "Chico & Rita" sigue "la tradición de la línea clara, como el dibujo de Tintín", entre otras características por su línea gruesa de contorno.
Fue un nuevo ejercicio técnico para el director español de 55 años, quien hizo hincapié en lo difícil que resultó mantener este contorno en las escenas en movimiento. Pero se mantuvo, porque la idea fue, desde que se armó la dupla Trueba-Mariscal, realizar un viaje musical con ilustraciones clásicas.
Además, si la película se hubiera filmado con actores, "no creo que hubiera quedado nunca tan bonita".
El resultado, "Chico & Rita" sorprendió en enero con una nominación al Oscar venciendo a pesos pesados como "Las aventuras de Tintín" de Steven Spielberg y "Cars 2" de los estudios Pixar, que estaban preseleccionadas.
Pero tendrá que vérselas para los premios que se entregan el 26 de febrero con la francesa "Une vie de chat" (Un gato en París) y las estadounidenses "Kung Fu Panda 2", "Rango" y "El gato con botas".
"Nos parecía dificilísimo que nos nominaran, o sea que..." -y Trueba se da unos segundos para suspirar- "...Nos dio una sorpresa muy agradable".