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Cristian Arcos: alma y mente del corto animado “El desayuno”

El creador de esta propuesta audiovisual que resultó ganadora de un premio en el XI Festival Internacional de Cortometrajes de Nuevos Medios, en China, dice que siempre tuvo la intención de hacer algo sencillo, pero profundo.

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Giancarlo Calderón
02 de mayo de 2021 - 08:41 p. m.
Cristian Arcos asegura que lo que quería mostrar en "El desayuno" era el amor entre seres humanos y, además, entre especies.
Cristian Arcos asegura que lo que quería mostrar en "El desayuno" era el amor entre seres humanos y, además, entre especies.
Foto: Catalina Bernal
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Su cortometraje animado, “El Desayuno”, obtuvo el premio del XI Festival Internacional de cortometrajes de nuevos medios, en China. ¿Cómo tomó este reconocimiento? ¿Qué aspecto particular destacaría de este premio?

Para mí como artista fue muy importante. Es un reconocimiento a nuestro trabajo, nos hace saber que estamos haciendo las cosas bien, que somos capaces de hacer productos que llevan un mensaje bonito y que gustan no solo en Colombia, sino en cualquier parte del mundo. El cortometraje se hizo bastante viral y eso también fue muy importante. Otro aspecto para destacar es que El desayuno habla sobre la pandemia, sobre un aspecto positivo, y recibir un reconocimiento en el país donde nació la pandemia me parece curioso y gratificante a la vez.

¿Cómo fue el proceso de las distintas etapas de producción de esta película?

El proceso de este cortometraje comienza el año pasado, con una convocatoria que hizo RTVC. Nos dieron distintos temas para escoger, y yo escogí “el amor en tiempos del coronavirus”. Lo que quería mostrar era el amor entre seres humanos y, además, entre especies. La idea fue mía, yo escribí el guion, dirigí e hice el arte. También dibujé: hice los personajes, los fondos, y posteriormente conseguí unos amigos animadores de Medellín, ellos les dieron vida a los personajes. Otra persona, también de Medellín, hizo la composición de la cámara, que es el movimiento que ven del plano secuencia. La musicalización estuvo a cargo de un equipo de trabajo de Bogotá.

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Es muy particular el estilo de este cortometraje, en términos conceptuales y técnicos y, sobre todo, muy preciso en detalles. Hablemos un poco de la estética de este producto animado...

El estilo de El desayuno surge por su fondo. Yo predigo que la pandemia algún día, cuando seamos viejitos, la vamos a contar en forma de cuentos o de fábulas, y es por eso que decidí escoger esta técnica que parece de cuento ilustrado. Está hecha como con acuarela, con crayones, un poco ‘lavadito’ el color, ese era el aspecto que le quería dar, como un cuento o una fábula. Realmente siempre había querido hacer algo sencillo, pero profundo, entonces esta fue la oportunidad ideal porque incluso no sólo es sencillo en la elaboración de la plástica de los personajes, sino que también es minimalista en el lenguaje cinematográfico; es un solo plano secuencia que recorre y esto se debe a la forma del proyecto. Siempre he tratado de unir forma y fondo en los proyectos que hago.

Usted estudió cine y televisión en la Universidad Nacional. Además de esto, ¿cómo fue su formación ligada a la animación? ¿Qué opinión tiene del cine o de la realización audiovisual en relación a la academia y al empirismo?

Mi formación en la animación fue prácticamente empírica, alimentándome de personas que ya la conocían y que me ayudaron a realizar mis primeros proyectos. En relación a la academia y al empirismo, me parece que los dos se complementan y funcionan a la perfección. Yo me enriquecí muchísimo en la academia, en la parte conceptual, y sobre todo me ayudó a conocer diferentes tipos de personas, eso es lo que te ofrece estar en una escuela, estar en una universidad, ingresar a un instituto, que más allá de la técnica puedes compartir experiencias, conocimientos, tips que vas aprendiendo en el camino de los profesores que ya van un paso adelante. Además, lecturas que lo enriquecen mucho a uno en la forma en la quiere contar las cosas desde lo audiovisual, bien sea desde el guion, o desde la realización o desde la posproducción.

Más allá de una definición ortodoxa o académica, ¿qué es para usted la animación audiovisual?

Para mí, la animación audiovisual es la unión de todas las cosas que me gustan, porque puedo aplicar el cine que estudié, y también puedo dibujar. En la animación tengo que crear unos universos que en la acción real serían muy difíciles de hacer o quizás muy costosos. Y por supuesto contar historias, historias que lleguen al corazón. La animación a veces se considera para niños, pero como se pudo ver, El desayuno es un claro ejemplo de que con la animación puedes llegarles a los niños, a los jóvenes y a los viejitos: todos se emocionaron con el cortometraje, y creo que hay muy buenas producciones en Colombia y en el mundo que logran lo mismo.

¿Podría mencionar dos influencias en la animación audiovisual que hasta este punto de su carrera lo hayan impactado de modo particular?

Podría decir que me impacta mucho, aunque no sea tan aficionado, las caricaturas como La Pantera Rosa, por ejemplo, que son capaces de contar historias sin palabras y de hacernos reír y de hacernos reflexionar, eso me parece genial de parte de los guionistas, que con solo expresiones, como en el cine mudo, nos cuentan toda una cantidad de historias. Otra cosa que me gustó mucho es un cortometraje japonés que fue ganador del Cristal de Annecy, que es un premio muy importante en Francia, lo ganó en 2008 y se llama La Mansión de los pequeños cubos. Es un cortometraje de doce minutos, muy sencillo, con una estética que parece totalmente hecha a mano, con una perspectiva muy extraña, medio cubista, con influencia de la pintura de Van Gogh, unas texturas fascinantes, que te trasladan totalmente a otro mundo.

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De qué se trata el trabajo de realidad aumentada al que llamó “Historias de dinero”.

Historias de dinero es un proyecto transmedia que desarrollamos con mi empresa Mono Dorado, y que consta, en el momento, de dos plataformas: una aplicación de realidad aumentada y una página web (historiasdedinero.net) que pretende convertirse en una enciclopedia digital sobre los billetes y las monedas colombianas. La aplicación sirve para que, al colocar un teléfono celular sobre un billete o una moneda, se pueda mirar y conocer los personajes y los objetos que allí están ilustrados. Para el equipo de trabajo fue un descubrimiento muy chévere detenerse a ver los billetes y darnos cuenta de todo lo que ahí está plasmado. Quisimos darles otro carácter a los billetes y hacerlos ver como lo que son: verdaderas obras de arte.

¿Tiene pensado una especie de secuela de “El desayuno”?

Sí, lo he pensado. Gente que no está dentro de la creación audiovisual, me dice: sería muy bueno seguir viendo cosas con estos personajes, o ver qué pasa con ellos. Entonces estoy pensando algunas cosas que todavía no las tengo tan desarrolladas y no me atrevo a contarlas aún, pero sí me gustaría seguir trabajando sobre el tema.

Por Giancarlo Calderón

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