El drama y el temor que se vivió en el norte de Tailandia después de que 12 niños, pertenecientes a un equipo de fútbol infantil llamado Jabalíes Salvajes, y su entrenador quedaran atrapados en unas cuevas ubicadas en un parque nacional cerca de la frontera con Birmania conmovió al mundo entero.
El 23 de junio de 2018, los padres de los menores se quedaron esperándolos en casa después del entrenamiento en la escuela de fútbol, pero nunca llegaron. La madre de uno de ellos denunció esa misma noche la desaparición de su hijo y al otro día comenzaron la búsqueda.
Después de un poco más de 48 horas encontraron a todos los niños sanos y salvos, junto con el entrenador, sin embargo, los rescatistas adelantaron que sacarlos de donde se encontraban no iba a ser nada fácil, así que optaron por llevarles provisiones para que se mantuvieran sanos.
La lluvia había azotado fuertemente la zona justo unos días antes de que el entrenador del equipo decidiera llevar a los niños, por esta razón los caminos para llegar hasta ellos estaban pantanosos, estrechos e inundados. Todos estos factores hicieron que algunos rescatistas pensaran que podrían tardar meses enteros en sacarlos, y sin importar el tiempo que les tomara, sus familias ya estaban felices al saber que sus hijos estaban vivos y bien de salud.
Tras semanas enteras de esfuerzos por parte de los rescatistas, los medios de comunicación alrededor del mundo comenzaron a visibilizar la angustia que se vivía hora tras hora en ese rincón del planeta, en el que la vida de 13 personas dependía del destino e incluso de la propia suerte.
Pero no todo fue esperanzador y exitoso en este tiempo de angustia pura, pues un exmiembro de la Marina tailandesa murió luego de llevarles provisiones a los 12 niños atrapados en la cueva, pues al regresar buceando no le alcanzó el oxígeno y falleció antes de llegar a la superficie, según informó el gobernador del país.
A pesar de los percances por los que tuvieron que pasar tanto los niños como el entrenador, sus familias y los rescatistas, todos lograron salir de la cueva con vida.
Fue tal el impacto mediático del proceso de rescate que se ha vuelto incluso material de interés para series y películas. Sin embargo, el proyecto de Discovery busca ser mucho más profundo, por lo que optó por un documental.
En esta producción planean mostrar todo el proceso de principio a fin, desde el día uno, en el que comenzaron las labores de rescate, hasta después de un poco más de dos semanas, cuando por fin pudieron rescatarlos a todos.
Discovery decidió crear un documental porque, según Jon Bardin, ejecutivo de la cadena, “la producción busca mostrar una capa más profunda que las noticias, así que, mientras el documental cuenta la historia del rescate, también profundiza en la geología de la cueva, los efectos que esta experiencia tuvo en los niños y cómo utilizaron varios enfoques científicos y de ingeniería para ayudarlos a salir. Es la historia detrás de la historia. Aunque ciertamente existe el riesgo de sensacionalizar un evento como este, creemos que la respuesta casi siempre es buscar informar e inspirar”, afirmó Bardin.
Para el productor del documental fue difícil determinar qué momentos debía incluir, pero manifestó cuál fue el suceso que lo impactó más. “La muerte del buzo de rescate, Saman Kunan, subrayó la seriedad y las apuestas del rescate, y fue un momento trágico en una historia por lo demás inspiradora. Me conmoví al pensar en cuántas personas de todo el mundo arriesgaron sus vidas para salvar a esos niños, y también pensaba mucho en la familia del buzo, aunque murió de una manera digna y bastante noble. Esta parte del documental es una de las más dolorosas”.
Otro de los fragmentos más complejos del proceso de rescate fue la reacción de los niños después de salir de nuevo a la superficie. Muchos de ellos no podían expresar lo que sentían con palabras y bañados en llanto abrazaban a sus seres queridos, que también lloraban de felicidad al tenerlos cerca de nuevo.
En esta apuesta, el rescate es el tema principal, pero no la única temática. “Buscamos profundizar y explorar algunos de los problemas científicos y psicológicos que surgen en una prueba como esta. ¿Por qué era tan fácil explorar esta cueva pero tan difícil salir de ella cuando llegaba la lluvia? ¿Qué impacto tuvo para los niños pasar tanto tiempo allí? ¿Cuáles fueron los elementos claves para hacer del rescate un éxito? ¿Qué tan arriesgado fue esto? Nuestro objetivo es profundizar y brindar a nuestros televidentes información que va más allá de lo que aparece en las noticias”, comentó el productor.
Y es que la tragedia fue más allá del rescate. Lo que hubo detrás es lo que el documental busca rescatar, lo mismo que los medios no mostraron. Para Jon Bardin, es importante mostrarle al mundo todas las caras del suceso, sin dejar por fuera ni una sola, argumentando que en la actualidad hay muy pocas historias como esta, que inspiran a los demás.
Justamente para lograr que este producto audiovisual fuera mucho más profundo que las noticias, el productor y su equipo de trabajo buscaron otro tipo de fuentes. “Entrevistamos a miembros de la familia, amigos, rescatistas, expertos en buceo en cuevas, geólogos, médicos y expertos en salud mental, todo con el objetivo de contar una historia lo más completa posible”.
Al final, esta producción resultó siendo un reto, pues ese plus que debía tener el documental tenía que sobrepasar de todas las maneras posibles lo que ya se encontraba en internet o cualquier medio de comunicación con respecto al tema. No fue una tarea fácil, pues la exclusividad de las fuentes era algo que al principio se creía difícil de conseguir, pero al final se logró.
Los documentales que se han realizado sobre este tipo de sucesos logran sensibilizar a quien los ve, generar una conciencia por las causas que parecen tan ajenas, pero terminan sintiéndose cercanas por completo.