“El secuestro” le ha traído alegrías y dolores de cabeza al cantante de vallenato José Vicente Rosado Murgas, conocido artísticamente como “El mono” Zabaleta. Fue la última canción que entró a “Mono” (2024), el álbum más reciente del cantante de San Diego, Cesar. El tema se posicionó como el principal éxito de su producción y, para algunos, fue la canción vallenata de 2024, pero también se convirtió en la primera del género en ser bajada de Spotify.
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El abogado Mauricio Maestre, apoderado de Juan Fabio Lagos, el compositor de la canción, dice que el tema fue eliminado de la plataforma de streaming porque “no se respetaron los derechos de autor”.
Consultado por El Espectador, Camilo Arbeláez, especialista en derechos de autor, explicó el posible escenario que se avecina en esta disputa legal.
“El secuestro”: La disputa por la compra de la composición
En el vallenato se acostumbra a que los compositores con cierto renombre, además de recibir el dinero de las regalías, le pidan al intérprete de sus canciones un dinero adicional. Para este mismo álbum, por ejemplo, el fallecido Omar Geles le pidió a Zabaleta $70.000.000 por una composición, dinero que no llegó a la cuenta de Geles, porque finalmente no fue grabada.
En el caso de “El Secuestro”, el compositor Juan Fabio Lagos aseguró que se acordó una cifra por esta canción y por una segunda, llamada “Qué cachera”, ambas pertenecientes al más reciente trabajo discográfico de Zabaleta, quien indicó en abril del año pasado que no tuvo que pagar para grabar “El Secuestro”.
“Esta canción me salió en cero pesos. Le metí un saludo al compositor y prá (listo)”, aseguró en una entrevista para el pódcast DimeloKing. El compositor de la canción, Juan Fabio Lagos, dice otra cosa.
Aunque el autor no mencionó el monto acordado, en un video publicado el año pasado en sus redes sociales, indicó que había llegado a un acuerdo económico con Zabaleta por las dos canciones. Según el compositor, el cantante no le pagó por ninguno de los temas que incluyó en su álbum. Fuentes del gremio vallenato, que conocen el caso, dicen que el compositor habría exigido $150.000.000, luego de un año de la publicación de los temas.
“A pesar de que he sido muy paciente, porque ya va para un año, lo que me he encontrado todo este tiempo son excusas. Llegamos a un supuesto acuerdo de pago para el 10 de diciembre y nuevamente me quedó mal”, aseguró el compositor en un video que subió a su cuenta de Instagram en diciembre del año pasado.
Ese incumplimiento, según el abogado Mauricio Maestre, hizo que la canción, inicialmente, se bajara de Spotify el pasado 24 de enero, sin embargo, advierte: “Seguirán bajándose las canciones, tanto de YouTube, como de otras plataformas”.
Bajarla de Spotify y una hipótesis
Una de las dudas que surgen en este panorama es por qué se bajó solamente de Spotify y en las otras plataformas, como YouTube, sigue estando disponible aún. La hipótesis más probable es que se haya hecho una solicitud directa a esta plataforma de streaming por parte del compositor para que se eliminara, a lo que Spotify accedió por incumplir alguna de sus normas.
“Hay que ver con qué argumentos lo hicieron, pero el escenario puede ser donde el autor esté diciendo que como el cantante no tenía derecho sobre la obra musical (por el incumplimiento del pago) entonces no tenía derechos para grabar el máster y, por tanto, solicitó que lo quitaran”, dice a El Espectador el abogado especialista en derechos de autor, Camilo Arbeláez.
Cuando se entrega una letra a un intérprete se están cediendo los derechos patrimoniales del derecho de autor, pero cuando se sube a una plataforma se habla de derechos conexos, que son los del máster (.mp4 o .wav) y que están suscritos en un documento llamado split, que, para este caso, se desconoce, y es con este que el demandado podría reclamar.
“Al intérprete le trae perjuicio porque la obra no está monetizando. Él debe requerirle a la plataforma (Spotify) por qué le bajó la canción, en caso de que haya sido así, porque la plataforma es autónoma. Así como cuando en YouTube o en TikTok montas un video y te quitan el audio porque no tienes derecho a usar esa música”, explica Arbeláez.
De esta manera, Zabaleta debe tener un documento donde demuestre que el compositor le cedió los derechos de autor, elemento que no es muy común entre músicos vallenatos. Mientras tanto, el camino será que se sigan bajando de las otras plataformas musicales, como advirtió el abogado Mauricio Maestre, en caso de que no se logre conciliar.
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Esta es la cuarta canción que el “Mono” Zabaleta le ha grabado al compositor Juan Fabio Lagos, quien ya ostenta algunos éxitos regionales en el vallenato.
“Muy agradecido con los artistas que me han grabado. No tengo conflicto con ninguno de ellos. El único impase que he tenido es con ‘El mono’ Zabaleta y, sin embargo, también tengo mucho agradecimiento con él”, asegura Lagos en el video publicado en diciembre, entonces con un tono conciliador.
Zabaleta aún no se ha pronunciado al respecto y la advertencia por parte de los demandantes también está sujeta a las interpretaciones que el cantante realice en los escenarios. El compositor del tema en discordia le dijo a El Tiempo que a Zabaleta se le notificó que desde el 11 de diciembre de 2024 tiene una prohibición para interpretar el tema en vivo.
Está por verse qué estrategia jurídica emprende “El mono” Zabaleta, quien ha dicho, que por cuenta del éxito la canción “El secuestro”, ha podido cobrar más dinero en sus presentaciones.
Historia de la composición de “El Secuestro”
La idea de “El Secuestro” surgió a finales de 2019, según cuenta su compositor Juan Fabio Lagos, cuando se encontraba en una situación romántica donde se expresaba de manera jocosa la posibilidad de “secuestrar” a su pareja para que no se fuera.
Originalmente, la canción tenía un estilo diferente, pero debido a la pandemia, su producción se detuvo. En 2021, Lagos decidió actualizarla y darle un enfoque más moderno, lo que finalmente llevó a su grabación por “El mono” Zabaleta, quien al principio no estaba convencido de grabarla, pero su productor, Erish Martínez, logró convencerlo.