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Este jueves se estrenó en salas de cine El callejón de las almas perdidas, una película dirigida por el reconocido cineasta mexicano Guillemo del Toro que explora el mundo de las ferias ambulantes de los años cuarenta. La cinta está basada en la novela de 1946 Nightmare Alley, del escritor estadounidense William Lindsay Gresham. Como fan de la novela, Del Toro no dudó en trabajar en su adaptación para la pantalla, abordando a través de la película las líneas difusas entre la ilusión y la realidad, la desesperación y el control, el éxito y la tragedia.
La historia se centra en Stanton Carlisle, interpretado por el actor Bradley Cooper, un hombre carismático, pero con mala suerte, que se gana el cariño de una vidente y su esposo. Luego de pasar tiempo con ellos y aprender de sus saberes, Carlisle se convierte en un exitoso estafador que engaña a la élite adinerada de la sociedad neoyorquina de la época, para luego perseguir su objetivo más grande: un peligroso magnate.
Para Del Toro, este proyecto fue una incursión a un nuevo terreno artístico, pues según él estaba muy interesado en hacer una historia que hablara sobre el destino y la humanidad. En el caso de El callejón de las almas perdidas, es una película que se aleja de los elementos fantásticos por los que Del Toro es reconocido, convirtiéndose en un nuevo reto para el cineasta. “Esta es una película sobre un hombre que cree que lidera, pero en rigor, solo va detrás. Todas las mujeres están un paso delante de él, tanto emocional como intelectualmente. Y en muchos aspectos la película está contada desde el punto de vista del villano. Stanton es el personaje que menos principios morales tiene”, revela Del Toro.
Para contar la historia del fascinante mundo de las ferias ambulantes de mediados del siglo XX, el equipo creativo diseñó un set real, íntegramente construido para el filme en un gran predio ferial vacío de la ciudad de Toronto (Canadá). Bajo el liderazgo de la diseñadora de producción Tamara Deverell, el equipo dio vida a un submundo de atracciones mecánicas clásicas que incluye una auténtica rueda de la fortuna, un carrusel, una casa del terror con la temática del cielo y el infierno, así como un animado despliegue de escenarios para los distintos números y carpas con anuncios de las principales atracciones de la feria.
“La primera decisión que tomamos con Tamara y Dan (miembros del equipo de producción) sobre el set de la feria fue que queríamos construir una feria verdadera. Habíamos visto películas rodadas en escenarios con pantallas azules y les faltaba vida. El viento en nuestra locación hacía flamear las tiendas y las hacía vibrar, y hacía batir sus lonas y les daba un ritmo, como un latido. Así que dijimos: “Corramos el riesgo y construyamos la feria”, comentó el cineasta, recordando que era una decisión difícil, pues la feria iba a estar completamente expuesta al sol y a la lluvia. El set se construyó antes del confinamiento, lo que permitió que permaneciera armado durante todo el tiempo de aislamiento.
La nueva película lleva el sello de los colaboradores de larga data de Del Toro, quienes unen fuerzas con el director para dar vida a su visión. Además de Tamara Deverell, forman parte del proyecto el director de fotografía Dan Laustsen, el diseñador de vestuario Luis Sequeira y el editor Cameron McLauchlin. Lausten, de origen danés, se destaca por su trabajo en la película de 2017 de Del Toro La forma del agua, por la que obtuvo una nominación al Premio Óscar.
Dentro de El callejón de las almas perdidas” bullen capas de vicio, corrupción, lujuria, traición y absurdo cósmico que se desarrollan mientras Stanton aprende a sacar provecho de la necesidad humana de creer en algo fuera de sí mismo y del mundo. La historia, además, se presenta como una fábula moral sobre el destino que viene a saldar cuentas, al tiempo que Del Toro ve en el relato una historia aleccionadora sobre el lado oscuro del capitalismo norteamericano. En este sentido, concluye: “Cuando el público está involucrado en la historia de ascenso de una persona, su mayor temor es la caída, y esa caída puede tener una carga emocional muy poderosa”.
La película está disponible en salas de cine del país.