Halle Berry ha admitido que la presión de la industria cinematográfica estadounidense puede resultar a veces demasiado estresante para ella y por eso acude a la consulta de un especialista para que la ayude a sobrellevar sus angustias.
"Mi padre era alcohólico, y uno bastante agresivo. Pero mi madre supo cómo proporcionarme el apoyo de una persona ajena a nuestro entorno con la que podía hablar, liberar mis sentimientos y manejar mis emociones. Por eso ahora cuando me encuentro en una situación de mucho estrés, llamo a mi psicólogo y acuerdo un par de sesiones para superar lo que me agobia. También hago mucha meditación porque nuestra mente es muy poderosa. Lo que pensamos puede convertirse en realidad dependiendo de en qué forma interpretemos las cosas", explicó la actriz a la revista Total Film.
Su experiencia como madre de una niña de cinco años, Nahla, y el estar embarazada de su segundo hijo la ha ayudado a darse cuenta de la importancia de separar la faceta profesional de la personal.
"Según he ido haciéndome mayor, he aprendido, por pura necesidad, la importancia de dejar el trabajo aparcado cuando estoy en casa. Traerte cosas del trabajo a casa es muy destructivo para la vida privada, sobre todo ahora que tengo hijos. Tengo que volver a casa y ser madre; cuando vuelvo del trabajo tengo que ser la misma persona que salió de casa por la mañana", confesó Halle Berry.