Las habilidades, el humor y la vitalidad de esta actriz pelirroja están impresos en la película dirigida por Lisa Cholodenko que se estrenó el viernes en Colombia. La cinta se basa en un matrimonio de dos mujeres, Nic (Annette Bening) y Jules (Julianne Moore) que tienen dos hijos adolescentes, fruto de la inseminación artificial. Nic y Jules retratan a una pareja convencional, la primera, una doctora con valores tradicionales y la segunda, la que ha cuidado de los hijos en casa. Jules, ahora que los niños han crecido, se siente incompleta y decide redefinirse y empezar un negocio de paisajismo. Todo empieza a cambiar cuando los niños deciden buscar al donante de la esperma, encarnado por Mark Ruffalo. Giros dramáticos e inesperados para todos provoca este nuevo integrante de la familia.
Una historia divertida, profunda y sincera a la vez que reflexiona sobre la crianza, las relaciones de pareja, el matrimonio y la familia en un mundo abierto donde la “nueva” normalidad se da con las alianzas entre parejas del mismo sexo.
Julianne Moore, que ya cuenta con cuatro nominaciones al Oscar, en películas como Las horas, Boogie Nights, Lejos de el cielo, y El ocaso de un amor, ha hecho una carrera llena de roles variados y eclécticos de grandes producciones, como Jurassic Park, de Steven Spielberg, hasta cintas independientes como Magnolia o El gran Lebowski, de los hermanos Coen.
El rol de Jules es su más reciente papel y pronto estará interpretando a la política americana Sarah Palin.
¿Qué fue lo que inicialmente le llamó la atención de esta película?
La primera cosa que me habló fue el retrato de una relación duradera de una pareja madura. Nic y Jules han estado juntas durante cerca de 20 años. La película trata sobre la intimidad y el compromiso, y los cambios que genera un matrimonio de muchos años. La película me fascinó porque captura todo esto de manera cómica, lo que es increíble porque de alguna manera así se experimenta la vida familiar. La directora, Lisa Cholodenko, lo hizo hermosamente en esta cinta.
¿Qué le gusta de su personaje y cuánto se relaciona con él?
Me encanta que usa camisetas de conciertos pasados, ropa que ha guardado desde que era una estudiante de universidad. Es como una manera de aferrarse a su identidad. De cierta manera siente que no está avanzando y se está dando cuenta de que tiene que cambiar. Jules está en un lugar algo amorfo porque quiere progresar, pero no sabe muy bien cómo lograrlo. Me encanta su personalidad, cálida y afable. Me siento identificada en muchas cosas que pasan en esa familia con la mía.
¿Cuál es el tema real de la película?
Lo que es realmente importante es que resalta la importancia de la familia y la su exploración: el crecimiento de los niños, perdonar los errores de la pareja…
¿En su casa quién daba la disciplina?
En mi casa, mi padre me daba dinero y mi madre el permiso. Mi padre podía decir cosas como: “Te doy US$50, pero no puedes salir de la casa” y mi madre decir: “Puedes salir, pero no te voy a dar dinero”. En mi familia actual, no hay manera de delinear lo que los dos hacemos porque cambiamos en muchas cosas y en áreas diferentes. Es raro, pero así pasa.
¿Cómo fue el trabajo con Annette Bening, como su esposa en la película?
No conocía a Annette, excepto por los eventos de premios, apenas nos conocíamos. Tenemos en común que las dos hemos estado casadas por un largo tiempo. Es increíblemente talentosa y estuvo muy apasionada con su papel. Es increíble estar al lado de alguien con ese nivel de compromiso.
Esta no es la primera vez que hace escenas íntimas y apasionadas. ¿Se vuelve más fácil con el tiempo?
Todo el mundo se pone nervioso con ese tipo de escenas, pero son parte del trabajo y siempre resultan bien al final. A casi nadie le gusta hacerlas. Así que cuanto menos hablo al respecto, mejor. Actúo como si no estuviera sucediendo. Cuando mi marido ve la película, le digo: “Oh, no me acordaba que había hecho eso”.
La química entre Mark Ruffalo y usted fue fantástica, ¿eso ayuda o lo hace más un reto?
Creo que lo hace más fácil porque lo conozco y confío en él, es mi compañero. Esas escenas las tuvimos que hacer muy rápido. Vi la película y sinceramente me acordaba de la mitad de lo que habíamos hecho. Soy muy amiga de su esposa y, de hecho, fue ella quien lo animó a tomar el papel; si no hubiera sido por ella, Mark no estaría en la película.
¿Y el trabajo con los adolescentes, Josh y Mia?
Son geniales. Estos chicos son profesionales de verdad. Los dos son muy talentosos y lo que nos ayudó a juntarnos fue que las dinámicas de familia son en realidad muy parecidas. Todo el mundo ha tenido experiencias compartidas en ese sentido.
¿Cree que una película ayuda a cambiar opiniones y actitudes? Hay todavía muchos prejuicios y mucha gente que no cree en el matrimonio gay.
Espero que sí. Es interesante. Mi teoría es que las películas reflejan la cultura popular más que influenciar a la gente. Pueden eventualmente influenciar una opinión, pero el hecho de que una película así salga a la gran pantalla es porque realmente está pasando en el mundo. De muchas maneras, esta familia es muy convencional. Creo que la familiaridad crea tolerancia, cuanto más veamos gente y conozcamos a parejas como Nic y Jules, más integración habrá. Creo que ha habido un progreso enorme en las últimas dos décadas en términos de homosexualidad y matrimonios gays. Todavía hay un largo camino por recorrer, pero hace algunos años esta película hubiera sido considerada controversial. Y creo que ya no lo es. Eso es un progreso.
¿Hay algo que quiera hacer en los próximos 30 años que no haya hecho hasta el momento?
Sí, hay cosas. Pero nada de lo que quiera compartir ahora (ríe).