La Colombia de los 90 tuvo más momentos agrios que dulces. El conflicto armado interno, el auge de los grupos paramilitares, la violencia del narcotráfico y la zozobra por la presencia de Pablo Escobar y sus tentáculos, crearon un ambiente enrarecido El panorama era gris y había pocos indicios de mejora. Fútbol y reinas eran algunos de los temas que invitaban a otra narrativa, aunque no estuvieran del todo desconectados de los primeros.
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El último año de los 80 fue particularmente convulso. 1989 es recordado como uno de los más violentos en la historia contemporánea de Colombia. En la memoria lleva el nombre del año del narcoterrorismo y la evidencia es que tan solo entre agosto y diciembre fueron detonadas 88 bombas en las calles de las principales ciudades, con saldo no oficial de 218 civiles muertos. Fue además el único año en que no hubo campeón de fútbol, pues el torneo tuvo que ser cancelado a raíz del asesinato de un árbitro. Paradójicamente, fue también el año en que ese deporte dio el primer triunfo a nivel internacional: la Copa Libertadores ganada por Atlético Nacional el 31 de mayo de 1989.
Cada semana de 1989 dio una noticia violenta. La última semana de mayo no fue la excepción. El día 30, en la mañana, un carro bomba estremeció a Bogotá y les quitó la vida a siete transeúntes en la calle 56 con carrera 7ª. Fue el primer carro bomba contra el entonces director del DAS, general Miguel Maza Márquez. Horas más tarde, el viernes 31 de mayo, también en Bogotá, el Atlético Nacional se alzó con el título de la Libertadores en una dramática definición por penales ante Olimpia del Paraguay.
En medio de esa realidad compleja, en 1992 Paola Turbay fue elegida virreina universal de la belleza. Un logro que marcó un hito para la historia de los reinados en Colombia, un país que se acostumbró a encumbrar la belleza de sus mujeres por medio de los reinados. Ese es el punto de partida de Klass 95, la nueva serie de Caracol Televisión.
“Me acuerdo mucho que el tema de Pablo Escobar rondaba mucho, pero también me acuerdo de estar en mi casa viendo, con crispetas, Miss Universo. Anotábamos los puntajes en cuadernos y teníamos calculado cada detalle. Hacíamos barra, nos estresábamos, le gritábamos al televisor y al final siempre celebrábamos. Era como un ritual que nos daba una dosis de tranquilidad gigante”, recuerda Nicole Santamaría, protagonista de Klass 95.
Víctor Gómez recuerda que la belleza fue ese bálsamo que suavizó la situación que azotaba a Colombia en ese momento, y que hacía que el país fuera excluido a nivel internacional. “Recuerdo esa época con nostalgia, pero a veces con tristeza, fue un periodo muy difícil para el país, pero nos terminó convirtiendo en lo que somos hoy”, dijo.
Un sentimiento similar expuso el actor Diego Trujillo, que piensa en esa época y siente una mezcla de sensaciones, porque le tocó vivir el furor del narcotráfico y la angustia de las bombas que explotaban sin aviso en cualquier lugar del país. Pero no todo es malo, también recuerda esa época glamurosa donde surge Turbay como virreina e inspira a miles de mujeres a seguir su camino.
“Klass 95″, un drama para evadir la realidad
La historia escrita por Juana Uribe está inspirada en hechos reales, pero tiene varios componentes de ficción que reviven toda una época. La protagonista es Shaio Domínguez, una mujer que en los 90 se propuso encontrar jóvenes bellas, “diamantes en bruto”, como ella les llama, para montar una agencia de modelos. Junto a su prima y su hermana se plantearon un objetivo: impulsar a las mujeres colombianas que querían salir adelante utilizando la belleza como su herramienta principal.
Pero cumplir el sueño no será una tarea fácil y las tres deberán enfrentarse a su familia para lograr llevar la belleza colombiana a las mejores pasarelas del mundo. Uno de sus obstáculos tiene nombre y apellido: Joaquín Domínguez, interpretado por Diego Trujillo. El padre de Shaio y Laura es un hombre conservador con mucho dinero que se reúsa a que sus hijas tengan una agencia. Su prioridad es que se casen con hombres bien acomodados y logren tener una familia tradicional. “Joaquín es un hombre de poder, consciente del peligro que representaba el narcotráfico para las mujeres en ese momento y hará lo posible para proteger a sus hijas”, contó Trujillo a El Espectador.
La ambientación de la producción en los años 90 fue un reto para todo el equipo. La música, la ropa y las palabras eran diferentes y los actores tuvieron que devolverse en el tiempo para construir sus personajes. “Los directores hicieron un grupo en WhatsApp donde nos mandaron un diccionario con las palabras que más se utilizaban en ese momento. ‘Mi chino’, ‘mecato’, ‘chanda’, ‘zoco’, ‘pachuco’ y otro montón que ya perdieron vigencia, tuvimos que adaptarlas a nuestro vocabulario. Algunas nos daban risa, pero al final lo logramos”, recuerda Diego Palacio, quien interpreta a Berny Gómez en la serie.
La belleza como herramienta y no como concepto
Además de estar escrita por Juana Uribe, Klass 95 tiene a Amparo Gutiérrez en la producción y un elenco conformado por Laura Barjum, Matilde Lemaitre, Valeria Galvis, Juana Arboleda, María Adelaida Puerta y Nicole Santamaría. Es una serie que busca explorar la belleza y el empoderamiento desde las historias de mujeres de diferentes zonas del país, de distintas clases sociales.
“En los 90 la belleza era algo clasista, si no tenías un estatus social, no eras una mujer atractiva. En Klass 95 este concepto no existe, las mujeres participan sin importar de dónde vienen o cuánta plata tienen, y eso hace que la trama sea más interesante, porque varias de ella vienen de pueblos azotados por la violencia de la época para buscar otras oportunidades”, contó Laura Barjum, que encarna a Andrea Vanessa en la serie.
Para algunos actores, el concepto de belleza ha ido cambiando con los años. “Siento que en ese entonces la subestimábamos mucho, la veíamos como algo superficial y eso no pasa hoy en día. A veces denigramos de la belleza como si fuera algo frívolo, perverso y sin valor, se nos olvida que es todo lo contrario”, dijo Víctor Gómez recordando ese 9 de mayo de 1992, cuando Paola Turbay disputó la corona de Miss Universo con Michelle McLean, la representante de Namibia.
Por algunas horas el país se olvidó de Pablo Escobar, la guerrilla, los paramilitares, el sicariato. Turbay puso sobre la mesa un tema diferente. “Así como Miss Universo le dio un respiro a Colombia en los 90, la historia de Klass 95 viene a hacer lo mismo 30 años después”, dice Nicole Santamaría.
La nostalgia de los 90
No solo la belleza juega un papel importante dentro de Klass 95, también lo hace la música y los recuerdos de algunos de los actores que ya eran adultos en ese momento. Siempre tuvieron claro que la historia debía tener ese toque nostálgico con canciones de Chichi Peralta, Joe Arroyo, Fruko y sus Tesos, etc.
“Hicimos una playlist con pura música noventera y yo me sentaba a leer los capítulos con esas canciones de fondo. Eso me transportaba a la época e iba imaginándome las situaciones de mi personaje dependiendo de lo que iba escuchando. Eso le dio vida a Berny, que es muy parecido a mí, pero en otra época”, contó David Palacios. Por su parte, Laura Barjum recordó su fanatismo hacia Britney Spears y Ricky Martin, la moda del denim, las botas largas y los bolsos de mano pequeños que abrían las puertas a los 2000, y que ahora están de regreso.
La nostalgia es una estrategia para que los televidentes conecten con las historias, y en el caso de Klass 95 no es la excepción. “Los buenos tiempos como país los recordamos con gratitud, sobre todo en ese momento, que fueron tan escasos. Esta producción viene a refrescarnos, a devolvernos en el tiempo y a recordarnos que la belleza, más que un concepto, es una herramienta, en nosotros está usarla para bien”, concluyó Nicole Santamaría.