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La Mirilla: El malhumor

En primer lugar, no soy una crítica por el simple hecho de serlo, sucede que disfruto mucho del buen humor, del sentido del humor inteligente, del humor negro, del brillante repentismo, del humor bogotano o cachaco.

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Jenniffer Steffens*
28 de junio de 2023 - 11:22 p. m.
"El Gordo" Benjumea y Fernando González Pacheco fueron grandes amigos.
"El Gordo" Benjumea y Fernando González Pacheco fueron grandes amigos.
Foto: Colprensa
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Aclaro que no se trata del mal genio, aunque irremediablemente, el mal humor me da mal genio.

Me precio de tener sentido del humor, por lo tanto practicante del mismo y de igual manera me hace crítica estricta.

Y con toda la razón, algunos, tal vez muchos, dirán qué nos importa que sea una crítica de humor. En primer lugar, no soy una crítica por el simple hecho de serlo, sucede que disfruto mucho del buen humor, del sentido del humor inteligente, del humor negro, del brillante repentismo, del humor bogotano o cachaco, con su juego de palabras y el calambur, pero sucede que es muy exigente, y diría, que una especialidad casi en extinción, lamentablemente; desde luego, se considera y cabe el chascarrillo, ojalá no ramplón. Por supuesto, cómo no mencionar la comedia de situaciones y equivocaciones que genera un humor maravilloso, de los grandes del cine, de los iconos de todas las épocas, Chaplin, Buster Keaton, los hermanos Marx, El gordo y el flaco, Los tres chiflados, Peter Sellers, Mario Moreno “Cantinflas”; cómo no mencionar a Lucille Ball, Carol Burnett, Jerry Lewis, el ingenioso Lee Evans, Eddie Murphy.. en fin en todas las épocas.

Innumerables del cine, Tarantino y su humor negrísimo.

Tantos como Roberto Bolaños, de México que produce humor por montones. No necesariamente bueno. Colombia nos brindó a El culebro Casanova, El gordo Benjumea, Carlos Barbosa, Mallarino, Víctor Hugo Morant, Luis Eduardo Arango, Gloria Gómez, Paula Peña, Delfina Guido, que en sus momentos brillantes, nos deleitaron comedias con grandes actores, como Vuelo Secreto, Dejémonos de vainas, Romeo y Buseta, Don Chinche, inolvidables! Referentes muy altos sin continuar con la lista de los grandes del idioma anglosajón.

Para entrar en el lenguaje inmediato, y fácil, dice google : “Un comediante o cómico, también llamado humorista, es un actor o actriz que procura entretener al público haciendo reír a las personas que lo componen. Esto puede ser por medio de bromas, situaciones divertidas o interpretando, como en el “slapstick” , lo que traduce “payasada”. Puede ser peor: “Stupid thing to say, cosa estupida que decir”.. y sigue Google: Un dicho popular, citado en diversas ocasiones pero en general atribuido a Ed Winn, reza que “un cómico dice cosas graciosas, un comediante dice las cosas de forma graciosa”.

Mejor dejar así.

Pero bueno, al grano y opino sobre el chiste-chistin.. chiste que hoy en día nos invade y casi que podría denominarlo como plaga.

Muy común decir que menos es más en el arte y la creación en la escritura, la actuación en la gastronomía, como en tantas otras cosas, menos es más.

El humor requiere inteligencia, agudeza, dominio el lenguaje, gracia, crítica y autocrítica sobre todo, nada mejor que burlarse de sí mismo, lo que indica todo lo anterior.

Pero lamentablemente no todos los que se arriesgan a “cometer humor”, chistes, o cualquiera de sus variantes, tienen el don.

Estamos llenos de humoristas, de intervenciones en las diferentes redes sociales que pretenden humor, tík-tok, Instagram, entre otras, nos salpican y atiborran de “humor”; imitan, fingen voces, hacen doblajes, mímicas! De todo, hasta se atreven en espacios que no necesitan de tanto humor, porque su naturaleza es lo suficientemente nutrida y agradable, que el exceso en esta materia.. cansa. Cómo es el caso de hoy en Máster Chef, reality que me gusta, y que sin ninguna necesidad incurre en el chistin.. empañando la naturaleza misma del programa que es encantador, enriquecedor y delicioso de ver y que en las numerosas versiones con el mismo jurado y la misma conductora ha sido exitoso y una verdadera entretención, sin tanto fastidio que distrae el objeto mismo del programa. Muchísimos optaron por el respetable oficio del payaso, sin la característica nariz, ni los inmensos zapatos.

Aunque para nada pretendo dictar cátedra en la materia humorística, hay que mencionar conocidos para los amantes del teatro; es así como diferentes expresiones de humor observamos desde la antigüedad, Molière, Tirso de Molina, Valle Inclán, Lope de Vega, Shakespeare.. muchos, en la clásica comedia, nos envolvieron con sus personajes, nos nutrió el actor, que se pensó el payaso de la corte, el bufón de la corte y hoy, aún en algunos ámbitos de la más rancia mentalidad, lo sigue siendo. Lamentablemente muchos insisten en reafirmar ese concepto con su insistente desempeño de “humoristas”, fuera del contexto y en cada momento y oportunidad, saturando así el maravilloso universo del buen humor…Y ya se empieza a apoderar de mi, un mal humor.. así que hasta aquí.

Por Jenniffer Steffens*

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Gloria(4506)29 de junio de 2023 - 01:17 a. m.
HUMM dijo mucho, pero no dijo nada.....
Carlos(64126)28 de junio de 2023 - 11:29 p. m.
Pésimo manejo de la puntuación.
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