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A Felipe Martínez le gusta el cine de género. Durante la primera década de este siglo fue pieza clave en la estructuración de una nueva televisión nacional, pues con Fox Telecolombia marcó un cambio con productos como Tiempo final y Kdabra. (Puede leer: Felipe Martínez: “El cine comercial no existe en Colombia”).
A la pantalla chica llegó gracias a su ópera prima Bluff, lanzada en 2007, y en esa industria se quedó casi 10 años, hasta que estrenó Malcriados. Luego, no dejó que el cine se fuera de sus manos y en los últimos cinco años ha trabajado en cinco proyectos cinematográficos (Doble, Magallanes, Fortuna lake, Malcriados y Loco por vos).
Las dos últimas las ha dirigido por encargo, algo que a él no le preocupa pues pide que le dejen exponer su punto de vista sobre un tema. Por eso, cuando Andrés Calderón, de la productora Dynamo, lo llamó para destrabar una historia que tenía archivada durante varios años, Felipe Martínez no lo dudó.
Fue así como le dio la vuelta a Loco por vos, una comedia romántica que sigue a Lucas, un bogotano que trabaja en una agencia creativa y lleva una vida muy normal hasta que conoce a Lina, la prima paisa de Johana, su jefa. A Lina la conoce mientras ella hace las vueltas para sacar la visa, pues su gran sueño es ir a estudiar a Nueva York, Estados Unidos. A ella lo que menos le importa es encontrar el amor y es Lucas quien toma la iniciativa de enamorarla, una situación nada fácil porque debe primero lograr la aceptación de la familia paisa de Lina.
El amor, lógicamente, es el eje central, pero el director se enfocó en “revertir” la situación. Al ser un defensor del cine de género, de la comedia romántica, Felipe Martínez tomó elementos básicos como trabajar con actores conocidos, la separación de los enamorados y la típica escena en el aeropuerto.
“Me llamó la atención revertir un poco esas ideas concebidas de que el amor romántico es una cosa sufrida y terrible. En la película no es que sea diferente, pero sí me parece que es buena la inversión de los papeles: el que está superenamorado es él, él es quien la busca… usualmente las comedias románticas no suelen ser así. De hecho, es todo lo contrario a La sirenita”, dice el realizador.
A pesar de que el amor es un tema universal, en el cine colombiano se explora poco porque, según Martínez, se mira con cierto desprecio. Dentro de la estructura clásica del género planteó un guion en el que las diferencias regionales fueran importantes, porque “es increíble que seamos tan diferentes siendo tan cercanos”.
Loco por vos se sitúa junto a filmes como Ocho apellidos vascos. El padre de Lina, interpretado por Germán Quintero, es un hombre radical que no se imagina a ningún miembro de la familia que no sea paisa y que no viva en Medellín.
“El papá era nuestro miedo más grande, quería que tuviera una curva en la historia, es el único personaje secundario que evoluciona. La mamá de Lina sabe todo y lo domina haciéndole creer que todo pasa por él. Al final, la vida le da una cachetada”, comenta Martínez.
Por eso, cuando Lina tiene la fuerza de conseguir la visa, le cuesta aceptar a Lucas (Roberto Urbina), pues no quiere renunciar a su proyecto de vida. “Pero él se la pone muy fácil porque le dice que sus sueños son estar con ella”, agrega el cineasta, explicando que tomó como referencia, también, el filme 500 días de verano.
“Esta película es comercial, no tengo pretensiones de ir a festivales o ganar premios, pero es una película linda, que está bien hecha y funciona bien. Los actores son lindos, la gente los conoce, está Reykon (cantante de reguetón), está Paisavlogs (influenciador)… y aun así no sé si eso asegure el público. Pero hacemos el intento de hacer otro tipo de cine”, expone el director que recalca que Colombia está dividida entre el cine de autor, como el de Ciro Guerra o Franco Lolli, y la comedia, de Dago García o Hárold Trompetero. (Le recomendamos: “El cine colombiano no es un género”: María Fernanda Céspedes).
Aunque Loco por vos cuenta con la participación de Reykon y Paisavlogs, el guion y los actores Laura Londoño, Roberto Urbina, Mónica Lopera y Raúl Ocampo son los que cargan con el peso de la historia, pues los realizadores tienen claro que ningún caso de éxito ha resultado de la apuesta de llevar a influenciadores o youtubers a la industria audiovisual.
“Quisiera pensar que la gente no es boba, que puede ver una película y saber si está bien escrita o no. El cine tiene como labor, que cuando ves una película termines feliz. Esta es perfecta para un domingo, verla con la novia y terminar dándose besitos. Si logro eso, lo hice bien”, concluye.