“Los caballeros las prefieren brutas” es una frase que acompaña a Isabella Santo Domingo desde hace casi 20 años.
Las vivencias de su círculo cercano le permitieron darse cuenta de que sus amigas exitosas en el mundo laboral no tenían pareja y que en las fiestas de la época reinaba el “paseo bugueño”, es decir, mujeres por un lado, hombres por otro.
Con esa fuente de inspiración creó “El mercado nacional del usado”, una columna de opinión que hoy cataloga como revolucionaria porque “decía que los matrimonios tenían que ser a término fijo, establecer primero por cuánto tiempo uno quiere estar casado y renovar el contrato”, recuerda.
Este texto, que publicaba regularmente en El Espectador, fue la piedra sobre la que construyó Los caballeros las prefieren brutas, un libro en el que explora las relaciones sentimentales heterosexuales, el machismo y el feminismo.
“Someta, manipule y tenga feliz a su hombre” es el lema de este texto que, escrito como un ensayo y no como novela, sostiene que “hacerse la boba” es lo único que le funciona a una mujer a la hora de tener feliz a su esposo y, de paso, gozar de un matrimonio estable.
La premisa de Santo Domingo fue todo un éxito y Los caballeros las prefieren brutas se adaptó a la televisión y al teatro. La serie, protagonizada por Valerie Domínguez y Juan Pablo Raba, debutó en 2010 y un año más tarde lanzó la segunda temporada.
Ahora la historia toma un nuevo rumbo con una nueva adaptación televisiva disponible en Amazon Prime Video, con el nombre De brutas, nada.
“Lo bonito y lo interesante es que (los realizadores) se tomaron el trabajo, de verdad, de actualizar y modernizar la problemática que siempre ha estado tanto entre las mujeres como los hombres… solteros, independientes, el mercado nacional del usado y el grupo de los casados”, dice Santo Domingo, quien hace años creó la estructura narrativa de cómo el libro debería volverse una historia con personajes.
La protagonista es Cristina, quien descubre la infidelidad de su novio antes de casarse. Con un contrato de arrendamiento de un apartamento firmado por varios años, en compañía de sus amigos y su hermana, emprende la búsqueda de un roomie y es ahí cuando conoce a Alejandro.
En la nueva adaptación Cristina es encarnada por Tessa Ía y Christian Vázquez, ambos mexicanos, aunque el elenco también cuenta con Carolina Ramírez (Hannah, amiga y socia de Cristina) y Julián Román (Guillermo, cuñado de Cristina).
Para el actor colombiano, estos ensambles en las producciones audiovisuales son “interesantísimos”, porque reflejan que el oficio está “globalizado”, una oportunidad que para él se traduce en “más trabajo” y “estar a la altura de producciones internacionales”.
Para Isabella Santo Domingo, el elenco diverso refleja “la vida real” al aceptar nacionalidades y preferencias sexuales.
La problemática en De brutas, nada es mucho más contemporánea y plantea la pregunta de cómo se están interrelacionando los seres humanos en esta época de redes sociales.
“¿Realmente nos estamos conectando o no estamos traumatizando?”, se pregunta la autora.
La serie es catalogada como comedia, pero no por eso es vacía o ligera.
Julián Román sostiene que desde que leyó los primeros capítulos sintió la profundidad de los temas, porque su personaje, Guillermo, está a punto de separarse de Graciela, una decisión nada fácil cuando hay dos hijos y cuando en algunas culturas el matrimonio es visto como un fracaso.
Para el artista, la “maravilla” de esta serie es el humor, porque “siempre facilita la forma de contar las cosas”.
“No hay nada más serio que el humor, ese es el vehículo que algunos escogemos para decir cosas fortísimas”, ratifica Santo Domingo, para quien De brutas, nada llega a la parrilla de Amazon Prime Video para refrescar la televisión latinoamericana, enfocada en los últimos años a contar historias duras que no deberían repetirse.
“Pero también están pasando otras cosas que son las que nosotros queremos reflejar. ¿Qué pasa con el que no es guerrillero?, ¿qué pasa con el que nunca ha tenido un arma?, ¿qué pasa con las personas normales que tenemos vidas normales, que tenemos sueños como los de los demás?”, cuestiona.
Y como no hay nada es más difícil que enfrentarse a los sentimientos propios o a lo que sucede en casa, esta nueva historia tiene el propósito de hacer reflexionar a la audiencia sobre lo que nos sucede como seres humanos y de reivindicar la sociedad latinoamericana, pues rompe los estereotipos e imaginarios internacionales y presenta a mujeres que son empresarias, a hombres caballerosos y a ciudades que lucen cosmopolitas.
* Le recomendamos ver esta entrevista con Isabella Santo Domingo realizada en octubre de 2018.