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Con tono melancólico y una gran delicadeza en su factura, “Hacia la luz” (“Radiance” en inglés) narra la historia de amor entre un fotógrafo que está perdiendo la vista y una joven desconectada de la sociedad. Escrita y dirigida por Naomi Kawase, la misma realizadora de “Una pastelería en Tokio”, esta película compitió por la Palma de Oro en Cannes 2017, donde obtuvo el Premio del Jurado Ecuménico. Igualmente se presentó en los festivales de Valladolid y Toronto, y fue nominada en los Goya a Mejor película europea. En el reparto figuran: Masatoshi Nagase (Nakamori), Ayame Misaki (Misako Ozaki), Kazuko Shirakawa (Yasuko Ozaki) y Mantaro Koichi (Sano).
Para El Espectador, la japonesa trató de desglosar “Hacia la luz”, su trabajo cinematográfico más reciente.
El tema de la audiodescripción de películas es muy específico y único, ¿por qué lo eligió para “Hacia la luz”?
La primera vez que tuve la oportunidad de conocer ese trabajo, la audiodescripción, fue con mi película Una pastelería en Tokio. Entonces vi que las personas que hacen la audiodescripción nunca tienen la oportunidad de conocer al director, en este caso yo; no tuvieron la oportunidad de conocerme, pero vieron la película y trataron de entender las emociones de la gente ciega y sus sentimientos para pensar en cómo la pueden sentir; pensaron de manera muy profunda sobre la gente ciega y le dieron más amor y más pensamiento a la película que la directora, yo misma.
¿Cómo fue trabajar con Masatoshi Nagase de nuevo en esta película?
Él hizo el papel de Masaya Nakamori; yo había trabajo con él en Una pastelería en Tokio. Pero mientras grabábamos Hacia la luz, fue un fotógrafo de verdad, él es un fotógrafo para sí mismo y los libros de fotografía que le vemos a su personaje los hizo él. Él tomó esas fotos, no es que otra persona las haya hecho y con eso armamos el libro, ese es su trabajo. Y también ese lugar, donde es la escena del atardecer, él fue muchas veces, lo había visitado varias veces, antes y durante del rodaje. Él es único como actor.
¿Cuál es el mensaje que quiere que se lleven las audiencias de esta película?
Pues Hacia la luz trata de Masaya, el ciego, el que pierde su vista, y la guionista de audiodescripciones; pero esta historia no solo se trata de eso, porque es una historia humana, sobre las personas, nos incluye a nosotros. Es otra personalidad, otra idea, otro tipo de pensamiento. Todos somos diferentes, y lo sabemos, pero la película trata de mostrar y decir que es porque somos distintos que debemos, unos a otros, aceptarnos, debemos conocernos, comunicarnos, entendernos. Creo que la película Hacia la luz celebra la diferencia.
Su diseñador de sonido, Roman Dymny, es francés, por lo cual no podía entender los diálogos de la película. ¿Por qué decidió hacerlo así?
Sí, él es francés, pero he trabajado con él hace más de diez años, y aunque no entiende japonés, puede diseñar el sonido. Una película tiene dos dimensiones: está en la pantalla, pero con su sonido le da una vida, hace un mundo más realista. Con su diseño le da más profundidad a la película, por ejemplo, hay un árbol y viene el viento, él trae ese sonido y con su trabajo hace una atmósfera.
“Nada es más bello que lo que desaparece frente a tus ojos”, es una frase central de la película; además de ser muy bella y poderosa, ¿cómo surgió?
Quizás el tema aquí es el tema que siempre he tenido, y tendré siempre, en mi vida. Aquí tenemos un sentido de la vida, un significado que tiene recibir la vida en este mundo y los humanos, claro, tendremos un fin. Moriremos. Así que cuando llega la hora, todos desapareceremos de este mundo, es un momento muy sensible, muy emocional. Ahora, este momento, lo reciente, no puede ser para siempre, solo tenemos este tiempo, este momento, y por eso es hermoso. Por eso es importante para nosotros y para nuestra vida. Por ejemplo, la belleza. Esa es la idea que tenemos, en lo profundo del espíritu, la belleza y el momento, el ahora, que es el que existe, que es tan importante. Creo que de ahí salió.