En 2010 la Academia de Hollywood premió como mejor documental a "The cove", que trata sobre la matanza de delfines en Taiji, Japón. Rodado con cámaras ocultas, muestra cómo los delfines son sacrificados con violencia en una cala de esa localidad, donde también se capturan cetáceos vivos para venderlos a acuarios o parques acuáticos.
Dos años después, Ric O’Barry, activista del Instituto de Mamíferos Marinos de Earth Island y entrenador de delfines para la serie de televisión Flipper, presenta "Océanos de sangre", una miniserie de tres programas que continúa el viaje que comenzó con "The cove".
Precisamente, "Océanos de sangre" (Animal Planet, 9 de febrero a las 12 de la noche) comienza en la bahía de Taiji, donde Ric y su hijo Lincoln (cineasta) regresan al lugar donde se matan aproximadamente 20.000 delfines cada año. Allí descubren que pese a la polémica y la publicidad generada por el documental, la matanza todavía continúa.
"Los delfines son criaturas complejas, muy inteligentes y conscientes. Deben nadar libres sin la amenaza de su sacrificio o cautiverio", declara Ric O’Barry. "El sentido primario de los delfines se apoya en el sonido. Vivir en confines delimitados les produce privación sensorial y angustia, a la vez que también restringe extremadamente su campo de acción espacial. Lo más importante que puedo hacer, que mi hijo puede hacer, es mostrarle al mundo con proyectos como Océanos de sangre la manera en la que están siendo tratados los delfines para que podamos tomar medidas al respecto".
En los siguientes dos episodios de "Océanos de sangre" Ric y a Lincoln viajan a las Islas Salomón, en el Pacífico Sur, en donde el comercio de delfines salvajes es legal y ha provocado una especie de 'fiebre del oro' entre las tribus indígenas afectadas por la pobreza.
El espectador es testigo entonces de la intriga, el peligro y la esperanza que rodean a los O’Barry, pues el distribuidor más prominente de las islas, Chris Porter, se ha puesto en contacto con ellos asegurando que está dispuesto a dar por finalizado el comercio del delfín. Sin duda alguna, esta medida podría representar el inicio del fin del comercio interno, aunque para que resulte rentable el equipo de Ric debe enfrentarse a un distribuidor rival y llegar a un acuerdo con los cazadores nativos para detener las matanzas.