
Escucha este artículo
Audio generado con IA de Google
0:00
/
0:00
¿Cómo fue tu encuentro con YouTube?
Cuando me gradué del bachillerato, no sabía qué quería hacer. Mi familia quería que yo estudiara una carrera tradicional. En lugar de eso yo quería algo relacionado con la moda. Además, mi papá, que vive en Francia, me había propuesto mudarme a París. Opté por tomar un sabático, mientras que me decidía. Trabajé en un call center, hablando inglés todo el día, y en el tiempo libre miraba muchos videos en internet. En ese entonces eran sobre todo las estadounidenses quienes hacían videos. Dado que no había muchas latinas haciéndolo, me propuse hacerlo. Me parecía algo curioso.
¿Fue así como empezaste a grabar tus tutoriales de maquillaje?
Sí. Yo me paraba frente al espejo y decía: “Hola, amigas, hoy me voy a maquillar así y así”. En esa época yo era muy penosa, muy introvertida; no era muy social. El estar mucho tiempo en la casa fue lo que me hizo empezar a relacionarme con la gente por medio de internet. En ese entonces yo no sabía que uno podía ganar plata teniendo un canal de YouTube. A mí lo que me gustaba era esta comunidad. Me parecía cool hablar de productos y de mis rutinas. Era muy transparente, y pienso que por eso me empezaron a seguir. De ser una afición, YouTube se convirtió en una oportunidad de viajar, de trabajar con marcas muy grandes, de hacer parte de eventos y de crear una comunidad internacional que hoy me apoya a donde quiera que vaya.
¿Maquillarte siempre fue tu pasión?
Yo desde chiquita he sido muy creativa. Mis tíos cantan, mis abuelas pintan al óleo. Entonces durante toda mi vida vi esta parte artística. Mi mamá ni siquiera se pone polvos para el rostro, pero mis abuelas eran muy vanidosas. Yo recuerdo de chiquita verlas ponerse todo eso y para mí era un momento mágico. Maquillarme para mí es una forma de creatividad, así como hay gente que le gusta disfrazarse, pintar, cantar. Para mí es una manera de meterme en diferentes personajes. Un día quiero ser más sexy, un día más tierna, otro día sencillamente quiero ser yo y no me pongo nada. Cuando mi mamá me regaló los primeros cosméticos, a los 14 años, para mí eran como un tesoro. Además de maquillarme, maquillaba a mis amigas. Ahí fue que empezaron los make and tips. Yo me di cuenta de que un poquito de maquillaje puede dar mucha más confianza y seguridad a una mujer. Entendí cuál es el valor de la vanidad de una mujer. Es una herramienta de empoderamiento. Por medio del maquillaje le encontré una pasión a ser mujer.
¿Qué relación hay entre maquillaje y empoderamiento?
Si te lo digo va a sonar muy superficial, pero una mujer sabe cuándo se siente arreglada y bonita, cuándo llega a un lugar e impacta, y cuándo no. Sin embargo, nos podemos perder solo en la superficialidad, es solo una herramienta. Porque siempre lo mas importante será alimentar lo que hay adentro.
¿Cuándo te has dado cuenta de la importancia del maquillaje?
Yo de chiquita sufría mucho de bullying, sobre todo por parte de los muchachos en el colegio. Yo era muy insegura. Me acosaban, porque tengo muchas ojeras. La razón por la que yo empecé a usar maquillaje fue por eso. Mi abuela tenía unas bases y una vez le robé un poquito y empecé a cubrirme y empecé a darme cuenta de que me sentía más segura cuando tenía cubiertas las ojeras. Esto nunca lo había dicho en una entrevista.
Las críticas en las redes sociales también pueden ser muy fuertes y hasta devastadoras.
El bullying que sufrí, a la larga, me hizo más fuerte, más centrada. Ahorita le encuentro belleza a todo. ¿No te gustan mis manos? Pero es que es mi cuerpo, son mis manos. No los sufras tú. Incluso tengo una canción, que es viral y tiene más de 30 millones de reproducciones en YouTube, donde el coro canta: “Antipática, creída, no lo sufras que no es tu vida”.
¿Qué es el maquillaje entonces? ¿Una forma para resaltar tu esencia, o es una máscara, una defensa?
Wow. Nunca había pensado eso.
Es una pregunta sugerida por tu misma vivencia.
Creo que pueden ser ambas. No te voy a negar que no es una máscara. Pero creo que también es como tú te construyas como persona. A veces salgo a la calle sin maquillaje, en tenis, en sudadera; porque me siento cómoda siendo yo. Me siento cómoda con mis ojeras. Pienso que conociendo lo poderoso que es el maquillaje, también le encuentro más valor a lo natural. Al mismo tiempo el maquillaje te hace sentir más cómoda en tu propia piel, para que puedas ser tu mejor versión, para que tal vez pierdas un poco de timidez e inseguridades. El ser humano puede tomar cualquier herramienta que tenga al lado para sentirse mejor en su propia piel y yo no le veo problema a eso.
¿Qué es la belleza?
Le he encontrado más valor a este término de “belleza” cuanto más viajo. Viajando a Europa, me he dado cuenta de que para nosotros, los latinos, es la mujer súper llena de curvas, con el pelo súper largo y luminoso, la cara llena de maquillaje; en cambio eso en Europa es exagerado. Allá prefieren a una mujer delgada, sin pecho, sin trasero, con la cara lavada. Bello es lo que tú quieras considerar bello. La belleza es muy subjetiva.
¿Quién es feo o fea?
Quien se lo crea. Porque he visto mujeres muy hermosas que no se sienten bellas, y eso es lo que transmiten: inseguridad, timidez. En cambio, he visto mujeres muy feas que se creen unas diosas y caminan con confianza. Es una cuestión más de actitud que de aspecto. Porque el aspecto se cambia, pero lo que llevas por dentro es difícil de trabajar. Creo que el mensaje tiene que ser “trabaja con lo que tú tienes. Ámate y hazlo por ti, no por los demás”. Ese es el mensaje que quiero llevar. Yo me cambio todos los días y eso no quiere decir que me odie. Me agrada verme de diferentes colores, estilos. Me gusta ser camaleónica. Pero es subjetivo. Yo me siento divina cuando tengo un montón de patuque: base, corrector, polvo y todo. Mi mamá, no; ella se siente la más hermosa cuando se levanta con sus megaojeras y sin absolutamente nada de maquillaje.
¿Cuánto tiempo pasas en frente de un espejo para maquillarte?
Cuando tengo tiempo, me puedo sentar hasta dos o tres horas. Para mí es un momento mágico. Pongo música, miro todas mis brochas, empiezo a jugar con todos los nuevos productos. Le dedico tiempo a que las líneas queden perfectamente rectas, simétricas. Es como un pintor cuando tiene un canvas blanco. Le encuentro mucho valor a este momento creativo.
Es un momento de conexión contigo misma…
Sí, y si llego al punto que ya me analizo demasiado el rostro y empiezo a buscar mis imperfecciones, me digo: “No Paula, esa eres tú”. Aprender a quererme y aceptarme ha sido algo muy importante a la hora de sentirme segura y poder alcanzar mis retos.
¿Cuál es entonces la relación que tienes con tu propia belleza?
Yo grabo mis videos y los edito. Entonces, constantemente me estoy analizando. Además, me juzgan entre cinco o seis millones de personas que me siguen. Por eso terminé teniendo muchos problemas conmigo misma. Yo sufrí trastornos alimenticios desde los 18 años. He tenido muchos problemas tratando de definir quién soy yo. Este problema alimenticio también me llevó como a parar, a decir “espérate, si complaces a todo el mundo vas a terminar tan irreconocible que tú misma no te vas a amar. Empieza a amar lo que tú tienes”. Hice cambios, y ahora sí me siento muy segura, porque es parte de la enfermedad tratar de buscar la perfección, cuando nada es perfecto.
Cuando sufriste el trastorno alimenticio, ¿ya eras “youtuber”?
Sí. En este entonces yo trabajaba en el call center y grababa mis videos. Tenía un peso normal, pero por la ansiedad empecé a comer de más, y empecé a engordar en frente de la cámara. Muchos en los comentarios me decían que estaba gorda, que me veía horrible. “Deberías cerrar el pico”, me escribían. Empecé a creerme todas estas cantidades de comentarios. Yo quería ser como el público me quería ver. Empecé un estilo de vida saludable, pero me metí a hacer dietas muy estrictas. Me sentía culpable si me salía de la dieta. Empecé a desarrollar hábitos que se volvieron una adicción. Es algo que termina generando satisfacción: restringirte la comida o tal vez comer de más y después buscar una salida fácil como vomitar o laxarte. Llega un punto en que se te sale de las manos. Yo lloraba, yo decía: “Dios, sácame de esto porque ya no puedo”. El cuerpo se vuelve ingobernable, porque cuando tú estas dentro del trastorno, tú no eres tú. Tú piensas compulsivamente.
¿Cómo encontraste la salida a esta enfermedad?
No fue fácil. Fueron muchos años de lucha. Finalmente pedí ayuda a mi familia, asistí a una fundación, empecé a entender, a investigar más qué era esta enfermedad. Quería saber qué es lo que pasa, cuáles son las conexiones erróneas, qué es lo detonante de esta enfermedad. Empiezas a encontrar muchos vacíos en tu vida. Hoy también creo que toda esta experiencia tuvo un propósito, porque yo sé que tengo una voz muy potente, muy fuerte en mi generación. Y por eso quise contar mi historia y hablarlo una vez ya lo hubiera superado, porque era mostrar que soy humana, no soy perfecta y que hemos tenido que pasar por momentos difíciles, pero que no ha sido impedimento para salir adelante. Además, me ha permitido darme cuenta de que a muchas personas que sufren de esto les da vergüenza. Por eso sé que el fin es ayudar, y creo que he salvado a muchas personas desde que subí un video donde cuento mi experiencia.
¿Qué descubriste con toda esta experiencia?
Descubrí que la perfección es un arma de doble filo, y a muchos les crearon unos estándares de belleza que no son reales, porque cada mujer tiene una belleza única y es por esto que aprendí, y me gusta compartir el mensaje con mi audiencia, que hay que aceptarse tal cual uno es y buscar ser tu mejor versión, basados en lo que realmente somos y queremos ser, donde cada quien trabaja en su propio estándar y se preocupa por tener un balance entre su aspecto físico y espiritual. Y es esto lo que le quiero transmitir a mi audiencia cada vez que puedo, ya que no quiero que se sometan a cosas por tratar de imitar a personas que no tienen nada que ver con ellas.
¿Qué viene?
Vienen muchos proyectos: en septiembre se lanzará mi nueva serie con RAZE: “Tu Mejor Versión”, donde hicimos una convocatoria a mis seguidoras y escogimos a cuatro mujeres que tenían historias muy lindas y estaban buscando ser su mejor versión. También viene una gira por Latinoamérica y a final de año tendré una gran sorpresa para mi audiencia.