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El director franco-argentino Gaspar Noé recibió el máximo galardón de la Quincena de Realizadores del Festival de Cannes 2018 por "Clímax", nueva provocación del "enfant terrible" oficial del certamen condensada en un filme adrenalítico.
La película logró el Art Cinema Award, concedido por la Confederación Internacional de los Cines de Arte y Ensayo (CICAE) en la clausura de esa sección paralela de Cannes creada hace ahora 50 años.
"Estoy muy contento, ni siquiera sabía que había un premio", dijo un sorprendido Noé ante la recompensa a la cinta por la que ha recibido las mejores críticas de su carrera.
El premio SACD, concedido por la Sociedad de Autores y Compositores Dramáticos a un filme de habla francesa, lo recabó "En liberté", de Pierre Salvadori.
La italiana "Troppa Grazia", de Gianni Zanasi, fue distinguida con el Europa Cinemas Label a una película europea por los miembros de la red de distribuidores Europa Cinemas, y el Illy al mejor cortometraje lo recibió "Skip Day", de Patrick Bresnan e Ivete Lucas.
La Quincena había incluido en esta 50 edición una amplia selección de cintas iberoamericanas que se fueron de vacío, como las españolas "Petra", de Jaime Rosales, y "Carmen y Lola", de Arantxa Echevarría; la argentina "El motoarrebatador", de Agustín Toscano, o la colombiana "Pájaros de verano", de Ciro Guerra y Cristina Gallego.
"Clímax" muestra a un grupo de bailarines que se encierran en un edificio aislado para preparar su próximo espectáculo.
La fiesta final degenera según avanzan los efectos de la droga que alguien ha metido en la sangría y en ese mal viaje, al ritmo de una potente banda sonora, los personajes acaban abocados a una espiral de sexo y violencia.
Acostumbrado a las polémicas, la unanimidad a favor de su filme hace pensar a Noé "que ha cambiado el viento".
Quizás es "por ser una película más colectiva, por el hecho de que no sea tan personal como las otras", agregó entre risas el realizador, nacido en Buenos Aires en 1963 y radicado en Francia.
Una satisfacción aún mayor porque es un proyecto con mucha gente involucrada, rodado en quince días y con improvisación casi total tanto en la danza como en los diálogos, en el que solo la argelina Sofia Boutella era actriz profesional.
"Es un premio no a mí sino a todos los que participaron", resaltó Noé, que acabó su trabajo el pasado viernes, un día antes de que se exhibiera en Cannes por primera vez.
Además, se ha vendido a un distribuidor estadounidense, por lo que tendrá una difusión mucho mayor de la que esperaba este cineasta, que aseguró haber disfrutado mucho con este proyecto con bailarines de entre 18 y 22 años y un lenguaje, el de la danza, muy diferente al verbal.
Noé ha estado con "Clímax" a la altura de las expectativas levantadas con "Irréversible" (2002) y "Enter the Void" (2009), presentadas en competición, y especialmente con "Love", ración de sexo explícito envuelto en una insulsa historia de amor, proyectada en 2015 sin optar a la Palma de Oro.