Rachel McAdams y Rachel Weisz defienden su escena de sexo en "Disobedience"
Mucha expectativa ha generado "Disobedience", primera película en inglés de Sebastián Lelio, ganador del Óscar a la mejor película extranjera por "Una mujer fantástica”; pues narra la historia de amor prohibida entre dos judías ortodoxas en el noroeste de Londres.
BANG Showbiz
El estreno de la nueva película de Sebastián Lelio se ha visto precedido por una expectativa que no puede justificarse únicamente con la curiosidad por descubrir qué dirección ha seguido el realizador en su primer trabajo en inglés, “Disobedience”, tras la buena acogida que recibió su filme “Una mujer fantástica”, ganador del Óscar 2018 a mejor película extranjera.
La escena de sexo que ya se adelantaba en los tráilers promocionales también ha provocado un gran impacto, no solo por tratarse de un encuentro entre dos mujeres en el marco de una comunidad judía ortodoxa del norte de Londres, sino por contar además con dos estrellas de la talla de Rachel McAdams y Rachel Weisz.
Tras la premiere de la cinta en el Festival de Cine de Tribeca, las dos actrices no han tenido reparo en comentar cómo reaccionaron al leer el guion y encontrarse con que ese momento de la historia ya había sido perfectamente coreografiado por el director y exigía, entre otros intercambios de fluidos, que una de ellas escupiera en la boca de la otra.
"En términos puramente de energía, fue muy diferente", reconoció Rachel McAdams. "Nosotras mantuvimos una comunicación maravillosa y toda la experiencia estuvo rodeada de una sensación de vulnerabilidad, cariño, sinceridad e inteligencia. También hablamos de con qué nos sentíamos cómodas, al tratarse de una secuencia de cama, pero era una muy diferente a cualquiera que yo hubiera hecho antes. Se trata de la escena de sexo más vulnerable y brutal que he hecho nunca. Y al mismo tiempo, me sentí muy protegida y segura, y libre para explorar".
Al margen de los esfuerzos que realizó todo el equipo para facilitarles el trabajo -eligiendo cuidadosamente lubricantes de sabores para simular la saliva, por ejemplo-, Rachel McAdams tuvo claro desde el principio que ese momento era clave para explicar el devenir de sus personajes.
"En muchas ocasiones no puedes evitar preguntarte si se trata de algo gratuito o si en realidad resulta necesario. Casi nunca sientes que sea un punto de ruptura para los personajes, algo que les introduce en la siguiente fase de sus vidas o les ayuda a tomar una decisión importante acerca del camino que deben seguir. Nunca antes me había encontrado con algo así".
El estreno de la nueva película de Sebastián Lelio se ha visto precedido por una expectativa que no puede justificarse únicamente con la curiosidad por descubrir qué dirección ha seguido el realizador en su primer trabajo en inglés, “Disobedience”, tras la buena acogida que recibió su filme “Una mujer fantástica”, ganador del Óscar 2018 a mejor película extranjera.
La escena de sexo que ya se adelantaba en los tráilers promocionales también ha provocado un gran impacto, no solo por tratarse de un encuentro entre dos mujeres en el marco de una comunidad judía ortodoxa del norte de Londres, sino por contar además con dos estrellas de la talla de Rachel McAdams y Rachel Weisz.
Tras la premiere de la cinta en el Festival de Cine de Tribeca, las dos actrices no han tenido reparo en comentar cómo reaccionaron al leer el guion y encontrarse con que ese momento de la historia ya había sido perfectamente coreografiado por el director y exigía, entre otros intercambios de fluidos, que una de ellas escupiera en la boca de la otra.
"En términos puramente de energía, fue muy diferente", reconoció Rachel McAdams. "Nosotras mantuvimos una comunicación maravillosa y toda la experiencia estuvo rodeada de una sensación de vulnerabilidad, cariño, sinceridad e inteligencia. También hablamos de con qué nos sentíamos cómodas, al tratarse de una secuencia de cama, pero era una muy diferente a cualquiera que yo hubiera hecho antes. Se trata de la escena de sexo más vulnerable y brutal que he hecho nunca. Y al mismo tiempo, me sentí muy protegida y segura, y libre para explorar".
Al margen de los esfuerzos que realizó todo el equipo para facilitarles el trabajo -eligiendo cuidadosamente lubricantes de sabores para simular la saliva, por ejemplo-, Rachel McAdams tuvo claro desde el principio que ese momento era clave para explicar el devenir de sus personajes.
"En muchas ocasiones no puedes evitar preguntarte si se trata de algo gratuito o si en realidad resulta necesario. Casi nunca sientes que sea un punto de ruptura para los personajes, algo que les introduce en la siguiente fase de sus vidas o les ayuda a tomar una decisión importante acerca del camino que deben seguir. Nunca antes me había encontrado con algo así".