Sebastián Villalobos, de “youtuber” a científico

De la teoría a la práctica: así es “Nat Geo Lab”, un espacio para que los niños vean el lado divertido de la ciencia y aprendan en familia.

Sigue a El Espectador en Discover: los temas que te gustan, directo y al instante.
El Espectador
24 de agosto de 2018 - 02:00 a. m.
 Sebastián Villalobos, “youtuber” e “influencer” colombiano, se le midió a ser profesor de ciencia en “Nat Geo Lab”. / Cortesía
Sebastián Villalobos, “youtuber” e “influencer” colombiano, se le midió a ser profesor de ciencia en “Nat Geo Lab”. / Cortesía
Resume e infórmame rápido

Escucha este artículo

Audio generado con IA de Google

0:00

/

0:00

¿De qué se trata “Nat Geo Lab”?

Es el primer programa realizado en Latinoamérica por parte de Nat Geo dirigido hacia niños, cuenta con 26 capítulos y cada uno tiene una duración de media hora. En cada uno de estos espacios se hacen tres experimentos, y alrededor de ellos se tratan temas como el medio ambiente, y se les enseña un dato científico a los niños que estén viendo el programa. Uno de los objetivos principales es que este programa sea un espacio familiar, en el que los padres estén acompañando constantemente a los niños en su proceso de aprendizaje.

¿Y cómo ha sido el recibimiento?

Ha sido una locura, los resultados realmente superaron nuestras expectativas. Es increíble el apoyo y el éxito que ha tenido el formato; tanto así, que los niños todos los días me envían videos a mis redes sociales viendo el programa o incluso haciendo los experimentos. Los papás están con ellos en todo momento, y de hecho son quienes los graban. Hasta mi mamá me manda videos de mis hermanos viendo el programa. Logramos realmente el objetivo que tenía Nat Geo Lab desde un principio y era que se convirtiera en un espacio familiar que fomentara el trabajo en equipo.

¿Qué siente usted al saber que, siendo este un programa dirigido a los niños, los adolescentes también se conectan?

Me parece súper interesante, además el formato se presta mucho para que eso pase. Yo tengo un sentimiento de seguridad al dar cada paso de mi vida, porque sé que mi público va a estar ahí apoyándome, pero en este proyecto sí tenía miedo de que de pronto, por el cambio de público, mis seguidores se sintieran un poco excluidos, aunque en Nat Geo Lab sigo siendo Sebastián Villalobos, pero estoy hablándole a niños, y ellos están acostumbrados a verme hablar de otra manera, pero lo que pasó fue todo lo contrario: he recibido un apoyo inmenso por parte de mis seguidores, que incluso me mandan selfies viendo el programa y haciendo también los experimentos.

¿Cómo fue para usted verse en la pantalla cuando finalizó las grabaciones?

Brutal. Siento que los de producción hicieron magia, me parece que está muy bien hecho el programa; hay momentos en los que estoy en una parte de la pantalla y que cuando aparezco yo hay un sonido, pero de repente estoy al otro lado, como si me hubiera teletransportado… El intro me pareció muy cuidado y me encantó. Al verme a mí ahí, obviamente a veces pienso que pude haber dicho algo mejor, o haber hecho determinada cosa de otra manera, pero lo hago porque desde pequeño siempre he sido muy perfeccionista en cuanto a todo. Ese ejercicio de verme me gusta y a la vez no, porque soy muy duro conmigo mismo, pero a la vez aprendo demasiado.

¿Qué factores influyeron a la hora de elegir los temas del programa?

Siempre tuvimos claro que queríamos que el programa fuera constructivo y les llevara mensajes positivos a los niños para que los pusieran en práctica en su casa. En el caso del medio ambiente, intentamos fomentar el hábito del reciclaje con distintas actividades, y también quisimos que entendieran la importancia de decirles a sus padres, por ejemplo, que no utilicen el carro todos los días o que no laven tan seguido… y otra de las cosas fundamentales es enseñarles ciencia, pero siempre de una manera dinámica y divertida.

¿Qué fue lo que más se le complicó a la hora de hacer este proyecto?

Pensar en cómo me iba a dirigir a los niños. Yo vengo de generar contenido en mi canal de YouTube, donde yo hablo a mi manera, y si se me sale alguna mala palabra, pues no hay problema; lo puedo editar y ya, pero esto fue algo totalmente diferente. Los científicos iban, me explicaban los experimentos, yo los entendía y luego pensaba, “¿Cómo voy a hacer para que los niños lo entiendan?”, algo que sea directo y fácil, pero sin subestimarlos. Claro que yo tuve una gran ventaja y fueron mis dos hermanos menores, porque con ellos practicaba y luego les preguntaba si me habían entendido.

¿Cómo fue el proceso de cambiar el formato y pasar de YouTube a televisión?

Yo ya había tenido la experiencia de trabajar en televisión, ya venía con conocimientos previos de cómo es la comunicación que hay que manejar, que es totalmente diferente a internet. Siento que las cosas en la TV son un poco más directas por la cuestión del tiempo, mientras que en internet puedes hablar de todo tipo de cosas sin preocuparte por eso. El único reto que tuve a la hora de cambiar de plataforma fue encontrar la manera adecuada de comunicar las cosas o cómo hacerme entender sin enredarme.

¿Cómo son los experimentos que los niños realizan?

Una de las cosas que a mí personalmente más me preocupaba era que los experimentos no fueran del todo buenos, que no sorprendieran… nosotros teníamos cinco científicos probando los experimentos antes. La parte de producción tenía que ver que funcionaran, que se vieran bien en TV y que fueran seguros, pero al final hasta yo mismo me sorprendí. Es increíble todo lo que puedes hacer con materiales que usas a diario y encuentras en tu casa.

Por El Espectador

Temas recomendados:

 

Sin comentarios aún. Suscríbete e inicia la conversación
Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta  política.